Desde que empezó la pandemia parece que solo hemos vivido malas noticias. Los problemas de salud mental generalizados, la incertidumbre económica, el coste de la vida, las injusticias y también la guerra de Ucrania, son motivos que nos preocupan.
Sin embargo, parece que se nos ha olvidado hablar de las cosas que pueden hacernos felices. «La felicidad está en las pequeñas cosas», dicen. Lo cierto es que la verdadera felicidad se encuentra en la actitud con la que se disfrutan los buenos momentos, pero también en cómo se enfrentan los malos.
Según uno de los autores más exitosos del New York Times, Neil Pasricha, la felicidad también se construye con pequeños hábitos que ayudan a crear una mentalidad fuerte y enfocada en las cosas buenas.
Estos son los 5 hábitos —avalados por la investigación científica— que el experto en felicidad hace cada día para sentirse feliz:
1. Despertarse y mirar el Ikigai
«Ikigai» es una palabra japonesa que recoge la idea de la razón por la que te levantas cada mañana.
Para Pasricha, escribir todas las noches en una nota cuál es el mayor motivo por el que se sale de la cama cada día, es la fórmula que le mantiene concentrado en el aspecto más importante de su vida.
Según el experto, cualquier propósito es válido, desde «ayudar a los demás a vivir mejor», hasta «acabar el capítulo del libro que tengo que escribir».
2. Caminar varios kilómetros al día
No vale con los pasos que das de camino al trabajo de camino a casa. Se trata de realizar una actividad física, como es el andar a buen ritmo.
Tener un tiempo en el que no estás pendiente del teléfono, le das espacio a tus pensamientos y activas tu cuerpo, no solo es beneficioso para la salud, sino que puede transformar ese momento en instantes de calma y paz mental. Según Pasricha, también sacas al observador que llevas dentro.
Los estudios avalan que la actividad física aumenta la felicidad. No hace falta ir al gimnasio para sentirte feliz, basta con dar un buen paseo para liberar endorfinas y así liberar estrés, aliviar la ansiedad y mejorar el estado del ánimo y la sensación de bienestar.
3. Seguir la regla de llevar un solo traje
Para el experto, tener claras cosas básicas de la vida hace que no ocupes tus pensamientos en ellas, sino que tengas tiempo para pensar las cosas que son realmente importantes.
Pasricha se refiere por ejemplo, a desayunar todos los días lo mismo o llevar exactamente el mismo traje a todas las entrevistas. Teniendo estas cosas claras, no tiene que preocuparse por qué comerá al día siguiente por la mañana o cómo le quedará el traje de la entrevista que va a realizar.
Aunque puede sonar absurdo no tener que preocuparte por qué vas a desayunar cada día, el espacio que ocupan esos pensamientos pueden quedar liberados para ocuparlos en resolver cosas más importantes.
4. Escribir una lista de prioridades
Puede sonar maniaco, pero organizar tu día y saber qué vas a hacer te da una estructura y cierta paz mental. No se trata de controlar cada segundo del día, ni estresarte si algo no sale como lo has previsto. Se trata de priorizar las cosas más importantes.
Pasricha hace una lista de las 3 prioridades más importantes del día siguiente antes de acostarse. La primera siempre es la tarea más difícil para poder enfrentar el resto del día con más calma ya que siempre se está más cansado según pasan las horas de trabajo.
El experto asegura que compra un paquete de 100 fichas en blanco donde escribe las prioridades de cada día y se felicita así mismo cada vez que consume un paquete porque significa que ha conseguido 100 días de concentración.
5. Dejar el teléfono por las noches
Se suele hablar del peligro que tiene el abuso del móvil y las redes sociales en los más jóvenes, pero poco se habla de las consecuencias que también tiene pasar horas delante de la pantalla para los adultos.
Los estudios han demostrado que la luz azul suprime la melatonina, lo que afecta a los ciclos del sueño y al descanso en general. No estar bien descansado puede alterar el ánimo y la actitud con la que se afronta el día, y por lo tanto, la felicidad.
Desconectar del teléfono, de la luz azul y también del bombardeo de información, ayuda a ser más feliz, a despejar tu mente, a dormir mejor y a gestionar mejor el tiempo.