La inhibición emocional te lleva a “hacerte el fuerte” o “el indiferente” frente a situaciones que, en condiciones normales, deberían conmoverte o entusiasmarte. ¿Ese es tu caso? ¿Te parece mejor ocultar tus emociones, en lugar de expresarlas?
La inhibición emocional es una condición en la que una persona desatiende, reprime o ahoga la posibilidad de experimentar sus propias emociones. Lo hace porque, desde su punto de vista, sentir es un obstáculo, un error o una expresión de debilidad o carencia.
A menudo, la inhibición emocional tiene sus raíces en la infancia. Es muy probable que se haya crecido en una familia de personas con ese mismo perfil de personalidad. En esas condiciones, lo habitual es que en esos entornos se desprecie, ridiculice, ignore o incluso se castigue la expresión de las emociones.
Lo cierto es que cuando una persona presenta inhibición emocional también tiene dificultades para relacionarse de una forma genuina consigo misma y con los demás. Es frecuente que esto lleve al aislamiento o a llevar una vida gris. ¿Cómo reconocer esta condición? Las siguientes son cinco señales de ella.
“La mayoría de las personas neurotípicas son criaturas emocionales por naturaleza, lo que significa que la emoción brota naturalmente del cuerpo en reacción a las necesidades, las relaciones y los eventos. Pero, a una edad temprana, es posible que hayas tenido que adaptarte a una situación en la que la expresión externa de la emoción fue ignorada o castigada”.
-Michelle Quirk-
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1. Sentimiento de vacío o exceso de seriedad
Las personas que presentan inhibición emocional suelen tener la sensación de que todo y todos son iguales. Le da lo mismo un buen o mal día, un atardecer o una noche oscura. Su sensibilidad es plana y cuando hay algún asomo de emoción, ellos mismos se encargan de asfixiarlo.
También es posible que exista un sentimiento de vacío. Aun así, no le prestarán atención. Por lo general, piensan que la emocionalidad solo es una manifestación de falta de seriedad frente a la vida. Para ellos, todo debe ser asumido con rigor y frialdad.
2. Evitar situaciones en las que se expresan las emociones
La inhibición emocional lleva a que haya un cierto desprecio hacia la expresión de afectos y las manifestaciones de tristeza, alegría o ira. Sin embargo, hay espacios, como las reuniones sociales, las dinámicas de grupo, las fiestas y otros eventos, en los que prima la emoción.
Debido a lo anterior, este tipo de persona buscan evadir por todos los medios esos espacios o lugares en los que la emoción es protagonista. Si no logran hacerlo, lo más probable es que se muestren tensos, tiesos, rígidos e incómodos. Para ellos son experiencias muy desagradables.
3. Tensión y desapego en las relaciones son señales de inhibición emocional
Lo habitual es que una persona inhibida emocionalmente interponga fuertes obstáculos a intimar con los demás. Por lo general, tienen relaciones estereotipadas que suelen reducirse a intercambios protocolarios. No permiten que otros penetren en su mundo, ni abren su corazón a nadie.
Si inician una relación de pareja es porque lo consideran conveniente o adecuado. Sin embargo, son desapegados y lo más probable es que se muestren tensos cuando el vínculo comienza a pasar del plano de lo convencional a lo profundo. Es posible que libren una batalla dentro de sí mismos, en la que se confrontan el deseo de intimar con otro y el rechazo a hacerlo.
4. Necesidad de ocultar las emociones
Como resulta obvio, las personas con inhibiciones emocionales tienen grandes problemas para admitir que sienten, por el rechazo que esto les genera. Por eso, es común que, ante la imposibilidad de erradicar los sentimientos, opten entonces por ocultarlos. En su perspectiva, esto podría ser suficiente.
Muchas veces no solo le ocultan sus emociones a los demás, sino que también lo hacen consigo mismos. De hecho, pueden llegar a un punto en el que no logran identificar qué es lo que sienten. Para ellos, emoción es sinónimo de riesgo y por eso la evitan a cualquier costo.
5. Conmoverse solo ante historias de ficción
Un rasgo que delata a las personas con inhibición emocional es la enorme sensibilidad que muestran frente a situaciones o estímulos que para la mayoría no tienen tanta importancia. Son, por así decirlo, gente que llora ante un comercial con fuerte carga emocional.
Ese tipo de situaciones ficticias, que no involucran ningún riesgo para ellos por ser impersonales, muchas veces logran derribar la coraza. Entonces se echan a llorar como niños viendo una comedia romántica o tiemblan de éxtasis al ver manifestaciones de afecto entre desconocidos.
La inhibición emocional es una condición que puede superarse relativamente fácil, con buena voluntad, una dosis de conciencia y algo de entrenamiento. En algunos casos, puede estar asociada a problemas más serios y es entonces cuando se requiere una terapia especializada.