Madrugar es un auténtico drama para muchos, especialmente para quienes se ven obligados a levantarse realmente pronto cada día. De hecho, incluso aquellas personas que tienen una naturaleza menos nocturna suelen ser, por lo general, enemigas del despertador.
¿Estás harto de tener que sufrir cada mañana para salir de las sábanas? En realidad, no existen remedios milagrosos para evitarlo, pero sí una serie de consejos para hacer que resulte más llevadero, y que no cuesta demasiado poner en práctica.
Aquí van 5 sencillos trucos para que madrugar cada mañana no sea un drama (o lo sea menos).
Duermes las horas que debes
Vale, es más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo si tiendes a ser un poco nocturno, pero dormir las horas recomendadas acostumbra a ayudarte a poder afrontar mejor, no solo el momento de madrugar, sino también el resto de la jornada diaria. Incluso así puedes tener mejor humor.
¿Y cuántas horas son esas? En adultos, por lo general, dormir una media de 7 u 8 horas. Eso sí, ten presente que a medida que se cumplen años, es natural que esa exigencia se reduzca poco a poco. La gente mayor duerme menos.
Relájate antes de dormir
Uno de los principales problemas relacionados con el insomnio consiste en el estrés. A veces no es sencillo desconectar sin más a la hora de conciliar el sueño, sobre todo si se ha tenido un día duro que ha requerido de un gran esfuerzo mental.
Por eso, intenta empezar a relajarte un rato antes de irte a dormir, por ejemplo tomando un baño caliente, bebiendo una infusión y dejando que tu rutina (y tus pensamientos) pierdan intensidad de manera progresiva.
La importancia de la luz
Para la mayoría de la gente (aunque no para todos, depende de tu cronotipo), lo más natural es dejarse llevar por los llamados ritmos circadianos. Es decir, por el desarrollo natural de la luz y la oscuridad. Abrir las ventanas y dejar entrar la luz (si la hay) es una buena manera de que tu cuerpo y tu cabeza se activen.
Y lo contrario, precisamente, sucede por las noches. ¿Eres de los que navegan con el móvil antes de irte a dormir? Pues mala idea. Está demostrado que las pantallas de los dispositivos pueden confundirte e impedir un descanso reparador y continuado.
¿Salir rápido de la cama o no?
Existen estudios que parecen sugerir que la típica costumbre de dormir “cinco minutos más” no es tan mala, después de todo. Es decir, hacer que levantarte sea algo más bien escalonado, que lleve su tiempo. En cambio, tampoco faltan quienes aseguran que salir de la cama en cuanto suena el despertador es la mejor idea.
Ante esta división de opiniones, lo más razonable que puedes hacer es descubrir cuál de las dos opciones te va mejor a ti, y actuar por rutina en consecuencia.
Mantén la rutina
Acostumbrarte a tener un horario más o menos definido puede ayudarte igualmente a que madrugar cada mañana no sea un drama. Si en cuanto llega el fin de semana o cualquier día en el que descanses, cambias completamente la rutina, por ejemplo despertándote mucho más tarde, luego te costará más cogerla.
Intenta, por el contrario, que tu cuerpo se acostumbre a dormir siempre franjas similares, y cada vez el esfuerzo que tendrás que llevar a cabo resultará menor.