Por qué ir acompañado y entender tus emociones es clave a la hora de invertir, según Juan Massana y Luca Lazzarini (Banco Mediolanum)

Invertir en tiempos de incertidumbre cambia la perspectiva de los actores del mercado y pone (para bien y para mal) las emociones en el primer plano de la toma de decisiones, según los expertos que participaron en el Smart Business Meeting de Business Insider España sobre las finanzas personales y la inversión, que puedes ver aquí al completo.

La inflación, que sigue a niveles no vistos en España desde hace más de 30 años, y la subida de los tipos de interés, que ha venido para quedarse, ejercen cada vez más presión sobre la ficha de dominó que podría acabar derrumbando la economía mundial.

«La inflación es el peor enemigo para el ahorrador», reconoció Juan Massana de Castro, responsable de la zona Madrid-Centro de Banco Mediolanum, durante su intervención en el panel titulado Las finanzas personales en España: evolución, tendencias y distintos perfiles.

«Tenemos más de un billón de euros en depósitos remunerados prácticamente al 0% y eso supone que, si no invertimos ese dinero, si no intentamos sacar una rentabilidad, probablemente perdamos poder adquisitivo con total seguridad. Vamos a tener al menos un 10% de empobrecimiento de nuestra liquidez», añadió.

En este escenario, la visión de expertos como Juan Massana de Castro y Luca Lazzarini, responsable de Comunicación Comercial de la misma entidad, es clave para comprender cómo actúan los inversores y las emociones que dominan muchas de sus decisiones.



«No hay café para todos en los productos financieros»

Massana cree que estamos en los inicios de la edad de oro del asesoramiento financiero.

«Cada vez se ve más claro que ir acompañado es un buen negocio, porque la inflación ha existido siempre y siempre existirá. Y hay que buscar la manera de que esa inflación nos impacte mucho menos», sugiere.

En el evento, organizado porBusiness Insider España y patrocinado por Havas Media Group y el agregador de noticias Upday, con la colaboración especial de EVO Banco y Banco Mediolanum, el directivo insistió en la necesidad de personalizar estos servicios porque, según sus palabras, un producto puede ser muy bueno para una persona y, al mismo tiempo, muy malo para otra.

«No hay café para todos en los productos financieros. Tenemos que escuchar mucho al cliente, hablar poco y entender qué necesita. Y, a partir de aquí, después de que yo como asesor financiero analice las necesidades y objetivos vitales de ese cliente, darle la solución, darle el producto».

Aun así, en estos momentos, el experto de Banco Mediolanum cree que los fondos son una muy buena manera de gestionar un patrimonio.

«Sobre todo, por la diversificación, que es lo que te permite un fondo de inversión. Son muy flexibles y puedes hacer traspasos entre fondos sin tributar, ya que no tributan hasta que no vendes», explica.

Las emociones como motor de nuestras decisiones financieras

Por su parte, Luca Lazzarini, responsable Comunicación Comercial de Banco Mediolanum, que participó en el panel Economía conductual: emociones y psicología aplicada a las finanzas, defendió el papel de las emociones como el único factor decisivo de la toma de decisiones.

«Las emociones tienen un peso determinante en el resultado de una inversión. Muchas de las cosas que hemos comentado anteriormente también tienen su lectura emocional», señaló Lazzarini.

Esta realidad nos lleva a necesitar un asesor financiero a la hora de invertir, según el experto.

«Yo cuento a menudo la historia de un cliente cirujano que me decía que, si tuviera que operar a su hija, podría temblarle la mano. Ahí tenemos un vínculo emocional. Y, cuando lo tenemos con nuestro dinero, ese vínculo es muy fuerte», asegura.

Aun así, Lazzarini recordó que Richard Thaler, premio Nobel en ciencias económicas, psicólogo y economista del comportamiento, asegura que poner nombre al ahorro es un multiplicador de resultados. 

«Si nombramos un fondo de inversión con el nombre de nuestro hijo y ponemos ‘Máster Universidad’, el resultado es muy interesante. Antes de usar ese dinero para una chorrada, la emoción ligada a ese objetivo te permite actuar de manera correcta», ejemplifica.

De esta forma, si todos invertimos para lograr algo, el dinero puede contribuir a la felicidad.

«Es un medio, lo importante es el objetivo. Ojalá nuestra industria, los bancos, empecemos a hablar de objetivos en lugar de productos», reconoció Lazzarini. 

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