7 diferencias entre el cerebro y la mente

Cerebro y mente están vinculados, pero el primero es biológico y el segundo es fenomenológico; cada uno de ellos tiene unas funciones y maravillosas particularidades. Conoce aquí sus diferencias.

Al uno lo vemos, la otra es del todo intangible. El cerebro y la mente tienen diferencias, pero ambos parten de ese edificio asombroso conformado por más de 69.000 millones de neuronas. Si bien los científicos señalan que casi conocemos más datos sobre el universo que sobre este órgano fascinante, cada vez disponemos de nuevas respuestas sobre sus misterios.

Un punto importante que conocemos desde la psicología es que aquello que pensamos cambia el cerebro. Las terapias psicológicas pueden reducir la hiperactividad de la amígdala e, incluso, aumentar la conexión neuronal. Si bien durante mucho tiempo se asumía que el cerebro regía toda conducta y pensamiento, lo cierto es que lo mental tiene más poder de lo que creemos.

Conocer las diferencias entre una entidad y otra será tan revelador como interesante. Profundiza en ello, a continuación.

El cerebro es más ancho que el cielo; ponlos juntos y uno contendrá al otro con facilidad, y a ti, además. El cerebro es más profundo que el mar; al contenerlos, azul con azul, y el uno al otro absorberá, como una esponja (…)

~ Emily Dickinson, El cerebro (1862) ~

¿Cerebro y mente son lo mismo?

Aristóteles fue, quizás, la primera figura en iniciar ese intento por comprender los fenómenos de la mente, separándolos de lo biológico. En su obra Acerca del Alma, 350 a. C, escribió este destacable tratado que, si bien abordaba como tema central el alma, trazó las bases de la propia biopsicología. La mente, decía, es todo aquello que es pensable.

Ahora bien, lo que es obvio es que la mente requiere del cerebro para existir. Esto hace que la primera se vea como una epifanía del segundo, derivando en cierto reduccionismo.

Se asume que todo fenómeno psicológico se restringe a lo neurológico; cuando no siempre es así. Entender las diferencias entre el cerebro y la mente permite tener una visión más amplia sobre lo que somos y cómo actuamos.

De este modo, trabajos como los publicados en la revista Perspectives on Psychological Science, alegan algo interesante. Es cierto que la psicología y la neurociencia están obligadas a trabajar juntas. Pero no todo se explica por lo biológico o neurológico.

Las cogniciones, las emociones, los recuerdos, la autoestima o las creencias, son más complejas de lo que pensamos. Detallemos a continuación las distinciones.

1. Biológico vs. fenomenológico

La mente es un fenómeno del cerebro, una entidad abstracta que integra la conciencia e infinidad de procesos cognitivos. El cerebro, por su lado, forma parte del sistema nervioso central (SNC) y constituye la zona más voluminosa del encéfalo. Es un órgano complejo que se alza como el resultado de miles de años de evolución.

Así, mientras a este último lo conforman áreas tangibles y observables como los tejidos, las células o redes neuronales, lo que ocurre en la mente no se ve. Todos sus procesos, subjetividades y mecánicas de funcionamiento las aborda la psicología, mientras que la neurociencia se ocupa del cerebro.

A día de hoy nadie sabe qué es la mente y cómo la crea el cerebro.

2. Hardware vs. software

Podemos ver el cerebro como la estructura, los componentes (hardware) y la mente como el software que se ejecuta en él. De este modo, es importante comprender que, aunque están íntimamente vinculados, el cerebro y la mente tienen diferencias en sus funciones. Comprendamos, a continuación, esos procesos que lleva cabo cada uno.

Cerebro

  • Memoria.
  • Lenguaje.
  • Emociones.
  • Respiración.
  • Autocontrol.
  • Personalidad.
  • Ritmo cardíaco.
  • Ciclos del sueño.
  • Actividad motora.
  • Equilibrio y coordinación.
  • Procesa la información sensorial.
  • Se encarga de funciones homeostáticas.
  • Regula funciones de los distintos órganos.
  • Regula funciones endocrinas y hormonales.
  • Crea las bases para los procesos cognitivos y emocionales.

Mente

  • Regula las emociones.
  • Da forma a nuestra identidad.
  • Da sentido a lo que vemos y nos sucede.
  • Lleva a cabo todos los procesos cognitivos (pensamientos).
  • La mente trabaja en tres niveles: consciente, subconsciente e inconsciente.
  • Procesa y da forma a las creencias, la autoestima, las emociones, los juicios y la memoria.
  • La conciencia es parte de la mente, porque gracias a ella damos sentido a la persona que somos, lo que nos rodea y a cada experiencia.

Si bien todavía no conocemos con exactitud las funciones de la mente, trabajos como los publicados en la revista Frontiers in Human Neuroscience señalan que entramos en una era de grandes avances, en la cual la ciencia de la neurofenomenología permitirá saber más datos.

3. Localización vs. distribución

En la actualidad, la ciencia aún no puede dar respuesta a cómo el cerebro crea la mente o la conciencia. Ese es uno de los mayores misterios por resolver. Comprendemos, eso sí, cada región, función y proceso del cerebro. Sabemos que está alojado en la cavidad craneal, que se distribuye en dos hemisferios cerebrales interconectados por el cuerpo calloso y que contiene también al cerebelo.

Ahora bien, la mente no está en un lugar físico y concreto, sino que se manifiesta gracias a las redes neurológicas, el mundo de la experiencia y se vincula a nuestro cuerpo.

4. El cerebro y la mente, lo biológico y lo psicológico

El cerebro es un órgano biológico, resultado de nuestra evolución, que sigue los principios de la neurobiología, la fisiología, la anatomía y la neurobiología. Se rige por procesos biológicos, mientras que la mente lo hace por procesos psicológicos.

Mientras la neurociencia aborda la comprensión del cerebro y sus procesos, la psicología lleva décadas procurando comprender el funcionamiento de la mente. Por otro lado, cabe acotar que la psicología cognitiva es el enfoque más completo para dar respuesta a todos esos fenómenos que acontecen en el universo mental.

Investigaciones como las publicadas en el Journal of Rational-emotive & Cognitive-behavior Therapy reseñan toda esa labor y su perspectiva histórica en este fin.

Alteraciones cerebrales como una menor producción de serotonina o una amígdala más hiperactiva, afectan al funcionamiento de la mente.

5. Enfermedades del cerebro vs. trastornos de la mente

El cerebro puede desarrollar enfermedades, alteraciones y sufrir traumatismos, todas fácilmente diagnosticables. No sucede lo mismo con la mente. Cualquier alteración en ella no puede etiquetarse como «enfermedad», porque no es observable con una radiografía, resonancia o una anamnesis médica ordinaria. En estos casos hablamos de trastornos psicológicos.

Hay elementos en común a destacar. Cualquier enfermedad, problema cerebral o alteración en los neurotransmisores afecta a la salud mental. Ejemplo de ello es tener un déficit de serotonina, lo cual incidiría en nuestro estado de ánimo. Sin embargo, esto puede revertirse si cuidamos nuestro enfoque mental y acudimos a terapia; porque la mente también modifica el cerebro.

6. El cerebro controla la fisiología; la mente, aquello que piensas y sientes

El cerebro y la mente son dos dimensiones maravillosamente interconectadas. El primero configura un edificio y nosotros seríamos la mente, esa entidad que le da vida, lo decora y lo habita. Así, mientras el cerebro estructura todo proceso fisiológico, la mente es la expresión intangible de cada pensamiento, emoción, experiencia procesada, creencia construida o miedo superado.

Es muy probable que las mejores decisiones no sean fruto de una reflexión del cerebro, sino del resultado de una emoción.

~ Eduard Punset ~

7. Reduccionista vs. holístico

Es interesante saber que el estudio del cerebro suele adoptar un enfoque reduccionista. La neurociencia se concentra en estudiar los procesos más pequeños, para comprender los mecanismos que orquestan cada función. Es una tarea analítica, experimental y muy objetiva.

La mente, por su parte, es holística, fenomenológica e integra procesos de todos los tipos para procurar comprenderla. Podemos verla desde una perspectiva cognitiva, emocional, filosófica y hasta espiritual. Porque mientras el cerebro es un conjunto de tejidos y células nerviosas, la mente es como el cosmos: algo inabarcable e infinito, lleno de posibilidades.

Aunque tienen diferencias, el cerebro y la mente son dimensiones interconectadas

Para concluir, solo nos resta señalar un pequeño aspecto. Si bien enumeramos esas diferencias más destacables entre el cerebro y la mente, ambas dimensiones están interconectadas y, para su comprensión, es imposible separar la una de la otra.

Debido a ello, es importante que la neurociencia y la psicología trabajen juntas. Evitemos reduccionismos y ampliemos nuestra mirada.

Valeria Sabater.

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