Hace 15 años salió al mercado el primer smartphone.
Se trataba del iPhone, el móvil que cambió el modo en el que la sociedad se relacionaba con la tecnología, haciendo la vida de muchas personas algo más fácil gracias a las posibilidades que brindaban estos dispositivos, así como todo el desarrollo tecnológico que trajo consigo posteriormente.
Pero, aunque tener siempre a mano un pequeño ordenador, poder realizar videollamadas a cada momento, o incluso tener la posibilidad de elegir una película sin necesidad de ir hasta el videoclub más cercano han supuesto cambios positivos, esta tecnología también roba mucho tiempo.
Una gran cantidad de personas procastinan frente al móvil viendo vídeos en TikTok, pasan horas arreglándose para salir perfectos en su feed de Instagram, o llegan tarde a sus citas porque estaban cargando la batería del móvil.
Business Insider España ha recapitulado 8 de estas cosas que no hacías hace 15 años y que te hacen perder mucho tiempo:
1. Hacer ‘scroll’ infinitamente en todas las redes sociales
Las redes sociales están diseñadas para que sean adictivas. La necesidad, creada por la dopamina, de recibir me gusta, hace que se pasen horas y horas en busca de una recompensa para su cerebro.
Según el Informe Ditrendia Mobile en España y en el Mundo 2021, los españoles dedican de media 3 horas y 27 minutos al día a consultar el teléfono. Un dato que se extrapola a 52 días completos al año. Es mucho tiempo mirando la pantalla del smartphone, que bien podría invertirse en otra cosa.
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2. Pasar más tiempo eligiendo una película que viéndola
Cuando no existían las plataformas de contenido en streaming como Netflix, HBO o Movistar +, lo más normal cuando alguien quería ver una película en casa era o bien conformarse con las que se emitían en los canales de televisión, o ir hasta el videoclub para alquilar alguna de las que tuvieran en su catálogo.
Y aunque ahora hay más películas a disposición y más posibilidades que hace 15 años, muchas personas pierden más tiempo eligiendo qué ver en lugar de, justamente, ver algo. Esta eterna indecisión lleva a muchas personas a perder considerables cantidades de tiempo.
3. Arreglarse para salir genial en todas las fotos
Si conociste Tuenti sabes que puede ser bastante vergonzoso que llegue al grupo de Whatsapp de los amigos la foto frente al espejo que te hiciste en 2007. «Pero, ¿cómo me podía vestir y peinar así?», se preguntan muchos.
Con el auge de redes sociales como Instagram, donde todo se comparte y se maquilla para que luzca más bonito de lo que aparentemente es, muchas personas dedican parte de su tiempo en alcanzar unos cánones de belleza para salir «bien» en sus fotos.
Aunque es verdad que hace tan solo 15 años, por lo general, vestíamos peor; puede que fuéramos más felices.
4. Hacer videollamadas constantes en el trabajo
El coronavirus ha extendido el teletrabajo a la gran mayoría de oficinas. Desde ese momento, con las videoconferencias se ha querido sustituir a las tradicionales reuniones presenciales, que además sirven de alguna manera para mantener cierta sensación de cercanía.
Aunque quizás, eso haya servido de excusa para que se abuse de este tipo de videollamadas, que además de una pérdida de tiempo evitable, puede provocar cierta fatiga en los trabajadores, que deben afrontar contacto visual más a menudo y deben poner más atención para concentrarse.
5. Usar el móvil cuando quedas con amigos
No hace falta leer un artículo en Internet para que sepas que muchas personas miran demasiado el móvil cuando están con sus amigos, ya sea en la calle, en el bar o en cualquier evento social.
Aunque últimamente haya una especie de rebelión contra este tipo de hábitos, muchos lo siguen haciendo y bastante a menudo. Estar pendiente de una pantalla en lugar de con tus amigos o familiares te hace perder un tiempo de calidad muy valioso para estar con los tuyos.
6. Tardamos más en comprar
Al igual que con las pelis, una mayor accesibilidad a la hora de hacer compras no implica que sea más fácil y rápido hacerlo que hace 15 años. Ahora puedes pasar horas y horas mirando reviews de productos, ya sea en vídeos, artículos, o en las mismas reseñas de tiendas como Amazon.
Además, ahora hay más productos donde elegir. Si quieres un nuevo móvil, la diversidad de modelos existentes es mayor hoy en día que hace 15 años. Por ese motivo, es más difícil tomar la mejor decisión, mientras que en 2007 simplemente te podías conformar con algo de lo que había.
También se pierde mucho tiempo en el acto de comprar porque se compra más. Tener a disposición de tu mano cualquier tienda del mundo, nos incita a adquirir cosas más compulsivamente.
7. Hacer fotos de la comida
Todos tienen a un amigo que hace fotos de toda la comida que se dispone a probar —si es que no eres tú–. Aunque no se pierdan muchos minutos con este hábito moderno, es algo en lo que no invertíamos nada de tiempo hace 15 años.
¿Alguien recuerda ver fotos antiguas de sus padres o abuelos en las que apareciera comida? Esa tendencia se dio la vuelta con la aparición de los smartphones, con los que hacemos fotos de todo.
8. Cargar cada uno de tus dispositivos
¿Has pensado alguna vez cuánto tiempo pasas en tu vida esperando a que tus dispositivos estén cargados? Si además tienes un móvil algo antiguo o un dispositivo tiene una batería menos duradera, seguro que no te será difícil mentalizarte de todo el tiempo que pasas preocupado por este asunto.
Y aunque es verdad que se pueden cargar los dispositivos mientras se hacen otras cosas o mientras se duerme, muchas personas invierten —sobre todo las más despistadas—mucho tiempo esperando a que su smartphone se cargue un poco para poder salir y quedar con amigos.