En los últimos cien años, pocas sociedades se han transformado tan violentamente como la japonesa. De convertirse en una superpotencia industrial. A ser convertida en una ruina por los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Luego de eso, los americanos ocuparon el país, escribiendo una nueva constitución que transformaría a Japón en una sociedad democrática moderna. En ella quedaba prohibido que el país tuviera un ejército, las mujeres pasaban a ser legalmente iguales a los hombres y se describían las bases sobre las que Japón se convertiría otra vez en una potencia mundial. Hoy en día ostentan la tercera economía a nivel mundial. Pero a la vez son el país que dio origen a los hikikomori, al anime y a los servicios de alquiler de personas.
Los hikikomori son jóvenes que simplemente se niegan a salir de sus casas. No buscan trabajo, por lo que son mantenidos por sus padres. Optan por aislarse por completo de la sociedad, dependiendo del Internet como único consuelo. Por lo general el bullying u otro trauma similar los llevó a adoptar ese estilo de vida tan nocivo. En Japón existen cientos de miles de estos individuos, aunque no se conoce el número exacto, ya que representan una vergüenza para sus padres.
Para resolver este problema, muchos padres recurren a rentarles una “hermana”, por lo general una muchacha agradable que se encarga de devolverle las ganas de vivir a sus hijos. Estas señoritas son más actrices que terapistas, porque su principal objetivo es proveer algún tipo de interacción social positiva en las vidas de estos muchachos. A veces sus servicios son requeridos por unas cuantas semanas, otras por hasta dos años, pero estas interacciones simuladas tienden a dar frutos, reintegrando al hikikomori de vuelta a la sociedad. En Japón, los servicios de alquiler de personas cumplen infinitas funciones, esta es solo una de ellas.
El arte de simular relaciones
Yuichi Ishii creó su propia compañía de alquiler de personas, Family Romance, en el 2009. Se sintió inspirado cuando una amiga le pidió que pretendiera ser su esposo. Pronto se reuniría con los administradores de un preescolar prestigioso y pensaba que, al pretender ser una pareja casada, las probabilidades de que su hija fuera aceptada serían mayores. La reunión no resultó muy bien. Ishii apenas conocía a la pequeña, por lo que sus interacciones se vieron forzadas e incómodas. Pero esto fue la chispa que encendió la mente del japonés. Se puso a investigar y descubrió que ya existían empresas de alquiler de personas en aquel entonces, pensó que contaba con buenas habilidades actorales y que por eso podía hacer mucho bien, ayudando a personas como su amiga. En ese entonces tenía 26 años, era muy joven para la mayoría de papeles, por eso comenzó a ser contratado como invitado de boda falso.
Las bodas son los eventos más rentables para las compañías de alquiler de personas, representan el 70% de los ingresos de Family Romance. Esto se debe a que, en la sociedad japonesa, mantener las apariencias es la prioridad número uno. Por eso, al casarte, el número de invitados determina tu estatus social. Si estás desempleado debes rentar compañeros de trabajo y supervisores. ¿Nunca tuviste muchos amigos? Debes conseguir unos cuantos. Si tus padres te dan vergüenza o están muertos, debes rentar sustitutos. Hoy en día, la empresa de Ishii cuenta con una base de datos de 1200 actores freelance, a quienes puedes contratar por el equivalente a 65 $ americanos para que asistan a tu boda como invitados.
El fundador de Family Romance, Yuichi Ishii, también resulta ser el actor más solicitado. Entre 2009 y 2018, afirma haber pretendido ser el esposo de 100 mujeres, de las cuales 60 seguían siendo clientes habituales, solicitando sus servicios cuando los consideran necesarios. Agrega que entre 30 y 40% de estas mujeres eventualmente le proponen matrimonio a su esposo falso, a pesar de que los actores no tienen permitido tener ningún contacto físico con los clientes, más allá de tomarse de la mano.
Cuando la actuación se convierte en realidad
La presión social en Japón es tan extrema que algunos clientes llegan a simular bodas enteras. Muchos padres japoneses sostienen como requisito principal que sus hijos se casen, ser desheredado en un castigo común si este deseo es ignorado. Por eso es que una de las labores principales de Ishii ha sido pretender casarse con decenas de mujeres distintas para así satisfacer los deseos de los padres.
El excelente documental del legendario Werner Herzog, Family Romance LLC, explora las crisis existenciales que surgen luego de haber pretendido formar parte de cientos de familias distintas. Ishii ha llegado a ver las costuras de la sociedad. Ya que sus relaciones, que comienzan como simples transacciones, se vuelven reales cuando su presencia se vuelve necesaria. En el documental pretende ser un padre ausente, regresando por fin para formar parte de la vida de su “hija”. La madre de esa niña lo contrató para llenar un vacío. El actor interpretó tan bien su papel que la mujer no quería dejarlo ir, luego de ver que su hija había vuelto a sonreír.
¿Entonces en qué sentido es que estas relaciones son falsas? Si satisfacen una necesidad y evocan todas las emociones propias de las relaciones más convencionales. El propio Ishii ha llegado a cuestionar su realidad. Cuando interpreta a un novio falso en una boda falsa, siente que se está casando de verdad. Porque planear una boda falsa requiere el mismo esfuerzo y tiempo que planear una boda real, durante el proceso se suele enamorar de la novia. Constantemente es forzado a tomar la difícil decisión de desaparecer de la vida de un cliente. Siempre llega el momento en el que reconoce que la actuación ha ido muy lejos. Pero mientras estos casos se acumulan, cada vez se cuestiona más quién es en realidad.
Muchas razones para alquilar a una persona
Los servicios que ofrece la empresa de alquiler de personas Family Romance no parecen tener fin. Muchas personas solitarias optan alquilar una familia entera, solo para saber cómo se siente disfrutar de una dinámica familiar cálida. Hay ancianos que alquilan niños pequeños, agobiados por la nostalgia que les provoca que sus nietos ya hayan crecido. Si te hacen falta amigos puedes ordenar unos cuantos, especificando su aspecto, género e intereses. También puedes explorar qué se siente ser famoso, contratando actores que asistan a tu evento de standup comedy, por ejemplo, y te hagan sentir como una celebridad.
Lo que yace en el núcleo de todo este asunto es la soledad. Las sociedades abiertas y urbanizadas tienden a generar una sensación de aislamiento en la población. Sustraes la religión y ya quedan muy pocas razones para que un grupo de personas que no se conoce se reúna para socializar en el mundo real.
El internet ha hecho muy cómodo quedarse en casa. También ofrece simular socializar. Si has tenido algún amigo virtual, has realizado el ejercicio de pretender que tienes un amigo que nunca has visto en tu vida. Pero el internet también es responsable por conectar al planeta entero entre sí, por lo que los servicios de alquiler de personas ya están disponibles en muchas partes del mundo. Japón ha sido el origen, pero las necesidades que satisfacen estas compañías son universales. Solo hace falta que pasen los años para que veamos esto en todos lados.