Detrás de la figura de este filósofo se encuentra el precursor de una importante ciencia humana: la sociología. Descubre en este artículo su vida y aportes a la disciplina.
Durante el siglo XIX, la preocupación por el estudio de la sociedad ganó mayor presencia. Diversos pensadores se enfrentaron al reto de investigar la complejidad de la vida en común. En este aspecto, Auguste Comte fue un gran visionario, pues gracias a su gran capacidad intelectual emprendió el camino que nos llevaría hacia una comprensión más profunda de nuestra realidad.
En este artículo, exploraremos la vida y obra de tal pensador. Además, nos adentraremos en su teoría positivista y la formulación de la ley de los tres estadios. Esta última noción fue muy importante para comprender la visión de la humanidad que tenía el intelectual. ¡Iniciemos!
Vida de Auguste Comte
Auguste Comte fue un filósofo francés conocido por ser el fundador del positivismo y la sociología. Nació en Montpellier en el año 1798; sus padres fueron el funcionario Louis-Auguste-Xavier Comte y el ama de casa Félicité-Rosalie Comte.
Comenzó sus estudios escolares a los 9 años y pronto demostró sus grandes capacidades intelectuales. Las mismas le permitieron, en el futuro, edificar un nuevo sistema de pensamiento. Por siete años, fue secretario del filósofo Claude Henri Saint-Simon, pero la relación laboral acabó porque Comte consideraba que sus ideas no recibían el crédito merecido.
La gran afición de este francés por las matemáticas y la física lo llevaron en 1814 hacia París, para comenzar sus estudios en la Escuela Politécnica. Sin embargo, unos años después, sus inclinaciones políticas hicieron que fuera expulsado y sometido a control policial. A pesar de ello, volvió a transitar tal escuela y trabajó como profesor de matemáticas.
Su vida personal estuvo marcada por un matrimonio fallido con Caroline Massin, en 1825. Se cuenta que la poca compatibilidad entre él y su esposa representó una dificultad seria para el desarrollo intelectual del filósofo.
Muerte
Sus últimos años los transitó en un hospital de rehabilitación, lugar en el que fue internado por sufrir delirios mentales. De acuerdo con las recopilaciones biográficas sobre el pensador, su nivel de exigencia consigo mismo era extremo, lo que derivó en una crisis nerviosa. Esto se sumó a los conflictos matrimoniales que acabaron con la relación sentimental.
La salud mental del filósofo resultó perjudicada, de manera que los médicos sugirieron su reclusión en Saint-Denis. En 1826 salió de los cuidados médicos, pero cayó en un estado de depresión. Producto de esta enfermedad, estuvo a punto de morir ahogado en el río Sena: se lanzó desde el Puente de las Artes y un guardia lo rescató.
En 1844 tuvo una segunda relación amorosa con Clotilde de Vaux, quien falleció un par de años más tarde. Por su parte, la muerte de Comte se registró el 5 de septiembre de 1857 en París, producto de un cáncer de estómago. Sus restos los sepultaron en el cementerio del Père Lachaise.
¿Cuáles fueron las obras más importantes de Auguste Comte?
Los cimientos del positivismo y la sociología de este filósofo estuvieron marcados por el caos social que, según él, dejó la Revolución Francesa. En este sentido, consideraba que hacía falta un sistema de principios universales. Estos serían capaces de devolver a las personas la armonía necesaria para desarrollar sus vidas bajo el orden social y no el caos.
Dichas ideas estuvieron expuestas en Curso de filosofía positiva, una de sus obras más influyentes, publicada en seis volúmenes entre 1830 y 1842. En ella expone los principios de su filosofía positivista.
Otros títulos de renombre fueron Discurso sobre el espíritu positivo (1844) y Sistema de política positiva (1851), en las cuales aplica sus principios positivistas a la política y la sociedad. De igual manera, hacia el final de su vida, desarrolló nociones sobre la religión en Catecismo positivista (1852).
¿Qué decía Auguste Comte sobre el positivismo?
La ideología fundada por este escritor se centraba en aquellos hechos experimentables y verificables en la realidad. Su objetivo era despojarse de las especulaciones metafísicas inútiles para el progreso humano. En este sentido, la observación y la experimentación jugaron un papel fundamental en el modo de comprender y hacer ciencia.
En la obra Cursos de filosofía positiva, el escritor establece una división de las ciencias según su simplicidad y universalidad. Desde su visión, las matemáticas ocupaban el primer lugar entre todas, debido a su pureza y aplicabilidad a la experiencia. Luego se centró en las ciencias naturales, en las que incluyó la astronomía, la física y la química.
La sociología como ciencia nueva
Este intelectual francés fundó la sociología, centrada en el estudio invariable de las instituciones humanas. La invariabilidad de esta ciencia se correspondía con el objetivo del positivismo, el cual era establecer leyes fijas y universales capaces de ser aplicadas con uniformidad a la realidad empírica.
En este aspecto, la sociología era considerada una ciencia que podía proporcionar leyes a la conducta de los seres humanos. Así, se centró en el estudio y análisis de las instituciones sociales, es decir, la familia, el Estado y la Iglesia. En esta reflexión, aparece la teoría de los tres estados.
Ley de los tres estados
La ley de los tres estados consideraba que la evolución humana y su conocimiento se realizaba a través de tres etapas estables, progresivas y sucesivas. De esta manera, en su obra Curso de filosofía positivista, establece tales estadios y, como señala un artículo publicado por la revista Con-Ciencia, cada uno presenta sus propias características:
- Estado teológico o ficticio: pensamiento mágico y religioso. Debe ser superado si se quiere perseguir el progreso.
- Estado metafísico: se trata de hipótesis que han quedado del resto de las ciencias. Ejemplos de estos supuestos son el éter, el alma y los principios vitales.
- Estado positivo: en él reinan la experiencia, la racionalidad y las ciencias. Así, considera al estado positivo como la cúspide del desarrollo humano. Por lo tanto, esta etapa representa la fase final de la ciencia.
Críticas y defensa a la filosofía positivista
Muchas fueron las críticas que se efectuaron sobre el trabajo del pensador. Una de ellas lo acusaba de no ser el verdadero fundador de la sociología, sino solo aquel que le dio un nombre a esta disciplina.
Otros manifestaban que, en realidad, no hizo sociología, sino filosofía o historia. Pero el extremo de estas críticas considera que la obra del escritor francés fue producto de una mente desequilibrada.
A pesar de ello, no es para nada desdeñable el valor que tuvo la palabra sociología para el estudio de la sociedad y sus fenómenos. Antes de eso, la filosofía y la historia se encargaban de reflexionar sobre dichos temas.
El problema era que sus afirmaciones carecían de una estructura y métodos propios para establecer un sistema sociológico. Gracias a Comte, la sistematización se hizo posible y abrió un nuevo campo de estudio y reflexión.
Un iltelecto que abrió camino a entender la sociedad
A pesar de las críticas que ha despertado la obra de Auguste Comte, no se puede negar que sus aportes al campo de la sociología fueron muy importantes. En este aspecto, no solo le dio un nombre a la disciplina, sino también estableció el camino a seguir para entender y estudiar la sociedad.
Las ciencias sociales en general se vieron beneficiadas con el enfoque metódico y científico comtiano. Por eso, debemos apreciar su esfuerzo intelectual en una época marcada por el caos y el desorden. En última instancia, sus obras reflejan la preocupación por el progreso de la sociedad hacia una vida mejor.