Claves para mejorar la relación con tu familia

Tanto si te llevas bien con tu familia como si no, este post te va a servir para encontrar la mejor manera de relacionarte con ellos. Compartimos contigo claves para mejorar la relación con tu familia.

En muchos casos permanecemos en una emoción de enfado hacia nuestros padres sin aceptar cómo son y nos peleamos con la idea de cómo nos gustaría que fueran.

Algunos dicen que elegimos a la familia en función de los aprendizajes que tenemos que hacer en la vida y ese pensamiento supone aceptar que la familia que te ha tocado es perfecta tal como es.



Si quieres mejorar la relación con tu familia y dejar de pelearte contra la realidad no dejes de leer estas claves que hoy compartimos contigo:

  • Saber vivir el dolor e integrar la contrariedad: consiste en saber perdonar a los padres, dejar de estar enfadados con ellos y curar las heridas. Lo que tienen ellos está dentro nuestro, tanto lo bueno como las heridas, y es importante ponerse en paz, mirar muy de cerca el dolor y desactivar las defensas que hemos edificado.
  • Aceptar la realidad con ojos de no juicio: observar al propio juicio, qué estás juzgando. Trabajar con el ego, no creerse lo que piensas. Tomar distancia del pensamiento para ser conscientes de cómo amoldamos a las personas a nuestro gusto. Ser libre de uno mismo, no creerse que tu realidad es la única.
  • Asumir culpa buena: es la que experimentamos cuando vamos más allá de nuestro código familiar (por ejemplo, venir de una familia humilde y luego sentirse culpable por experimentar riqueza).
  • Cumplir las órdenes del amor, tal y como lo definió Bert Hellinger:
    • Todo lo que somos tiene derecho a ser: todas las personas que pertenecen al sistema familiar tienen que tener un lugar de reconocimiento y pertenencia, con independencia de si son personas buenas o malas. Si no, las generaciones posteriores repetirán el destino de aquellos que fueron rechazados del sistema familiar con anterioridad. Hay que tratar de integrarlos, no rechazarlos.
    • Cada uno que esté en el lugar que le corresponde: que los padres sean padres,  los hijos sean hijos (cuando son pequeños) y que la pareja esté al lado, para generar un apego seguro entre padres e hijos.
    • Satisfacción equilibrada de necesidades: los padres dan y los hijos toman. Este equilibrio lo aprendemos cuando somos niños. Para conseguirlo debemos reconocer nuestras necesidades, saber pedir lo que necesitamos, saber dar lo que nos piden, cultivar la gratitud y evitar entrar en el juego de que nos hagan sentir en deuda con el dar.

Esperamos que lo pongas en práctica y te sirva para tener una mejor relación con tu familia.

Y si quieres escuchar las tres últimas claves que nos propone Joan Garriga, no te pierdas el final de esta conferencia entre él y Sergio Fernandez:

Te esperamos en el próximo post.

El Equipo de Instituto Pensamiento Positivo.

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