Los datos nos dicen que nuestra evolución en los últimos 100 años es la consecuencia natural de la mejora en las condiciones de vida, especialmente en los países más desarrollados. Así, con la técnica, los seres humanos hemos conjurado el mandato de la selección natural.
Nuestra especie está en constante evolución, aunque los cambios no se hagan tan evidentes en el corto plazo. Para no ir tan lejos, durante los últimos 100 años han tenido lugar varios cambios evolutivos que a día de hoy ya son visibles.
El Homo sapiens fue resultado de un largo proceso en el que podemos localizar un punto de inflexión que terminaría dando lugar a la especie humana. Podríamos decir que desde entonces el hombre ha evolucionado de una forma asintótica respecto al ecosistema.
Se estima que el Homo sapiens tomó forma hace unos 300 000 años. Durante los primeros 200 000 no hubo grandes saltos en ese proceso. En cambio, en los últimos 100 000 años el hombre ha evolucionado a un ritmo más acelerado. Y en los últimos 10 000, ese desarrollo ha sido mucho más rápido y visible. Ese proceso no se ha detenido, sino que sigue avanzando.
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… “que nuestra evolución continúa, que los fenómenos biológicos van a cambiar como producto de la cultura y simplemente no lo vemos porque estamos en medio de ese proceso en la actualidad”.
-Stephen Stearns-
Las formas como el hombre ha evolucionado
Los restos encontrados y las investigaciones al respecto indican que hace unos 40 000 años los seres humanos medían en promedio 1,83 metros. Eran bastante altos porque se dedicaban a la caza y la recolección. El ambiente les exigía que fuesen mucho más fuertes que ahora.
En cambio, hace 10 000 años el promedio de estatura era de 1,62 metros en Europa. Había nacido la agricultura y ya no se necesitaba de una gran estatura para producir el alimento. Las cabezas y las mandíbulas también se hicieron paulatinamente más pequeñas, ya que la alimentación era distinta: ya no se requería destrozar las presas con los dientes.
Los restos que datan de hace apenas 600 años indican que la estatura promedio en ese entonces era de 1,65 metros. También muestran que tanto hombres como mujeres tenían un rostro que hoy podríamos llamar “masculino”, al menos de forma predominante. Los huesos del rostro eran más grandes y el contorno facial más rectangular.
Así ha evolucionado el hombre en los últimos 100 años
En los últimos 100 años el hombre ha evolucionado, como es obvio. De hecho, hay cambios importantes respecto a quienes estaban en el mundo apenas hace un siglo. En solo una centuria, el ser humano volvió a aumentar de talla y también incrementó su peso promedio.
Una investigación publicada por el Institute for the Study of Labor, en Bonn, Alemania, indica que los hombres del Reino Unido en 1890 medían en promedio 1,68 metros. Un siglo después, la estatura promedio era de 1,78 metros. Así pues, hubo un crecimiento global promedio de 10 centímetros en tan solo 100 años.
Los científicos explican que este cambio se debe a una mejor nutrición, mejores sistemas de higiene y buenos sistemas de salud. A la par, se ha comprobado que en los países en los que no están presentes esos factores la estatura sigue siendo la misma de hace un siglo o que incluso ha menguado.
El mismo estudio indica que en los países de mayores ingresos también hay un aumento de peso general. Los casos de obesidad, especialmente en niños, son un fenómeno del último siglo. Nunca antes en la historia se había presentado una epidemia de este estilo.
Otros cambios significativos
Otro estudio publicado en American Journal of Human Biology señala que hoy por hoy los niños y las niñas llegan más rápidamente a la pubertad que hace 100 años. Las niñas, por ejemplo, tienen su primera menstruación, en promedio, a los 12 años. Hace un siglo, la edad promedio era de 14 a 17 años.
Otro cambio evidente inducido por la civilización es la naturaleza de la enfermedad. Hace apenas un siglo, solo 1 de cada 3 niños llegaba vivo a la edad de 21 años. Hoy en día, el 99 % de los niños alcanzan esa edad. La medicina ha permitido una tasa más elevada de supervivencia, pero esto a la vez supone una alteración de la selección natural. En otras palabras, actualmente no solo sobreviven los más aptos, sino casi todos.
A la vez, un siglo atrás la gente moría principalmente por infecciones y accidentes frente a los cuales había poco que hacer. En la actualidad, la esperanza de vida se ha ampliado de forma notable. Al mismo tiempo, han crecido visiblemente las enfermedades inmunológicas y neurodegenerativas. Así, la hipótesis de que el hombre ha evolucionado como consecuencia de la mejora en las condiciones de vida parece bastante sólida.