¿Cómo se diagnostica una adicción?

El proceso diagnóstico de una adicción se basa en criterios clínicos. En todos los casos, debe realizarla un profesional facultado para ello.

Las adicciones son un grupo de alteraciones psicológicas que se caracterizan por la dependencia a una sustancia o una conducta. Uno de los ejemplos más conocidos es el alcoholismo, pero los trastornos por abuso de sustancias pueden tener como objeto elementos muy heterogéneos. En este sentido, entender cómo se diagnostica una adicción es clave para evitar que estas afecciones produzcan daños irreversibles.

Si se detectan a tiempo, es posible realizar una intervención temprana que minimice las consecuencias. Por esa razón, es importante estar al tanto de las señales que indican una posible adicción.

Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) engloba las adicciones dentro de los trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos. Hasta la fecha, se reconocen diez tipos de sustancias que causan adicción:

  • Alcohol.
  • Tabaco.
  • Ansiolíticos.
  • Opioides.
  • Hipnóticos.
  • Cannabis.
  • Alucinógenos.
  • Cafeína.
  • Inhalantes.
  • Sedantes.

Existe una clasificación llamada “otras sustancias” en la que se incluye cualquier droga desconocida hasta el momento y que puede causar adicción. Recordemos que las adicciones son un campo de investigación activo y con frecuencia tenemos que actualizar lo que sabemos a la luz de los nuevos estudios.

Ahora bien, cuando estudiamos el proceso de evaluación de una adicción, lo primero que debemos saber es que no todos los consumidores son adictos. Hay personas que consumen sustancias potencialmente adictivas de manera ocasional, como el alcohol, pero no tienen este problema.

Siguiendo esta línea, hay factores que identifican a las personas más predispuestas a desarrollar diferentes tipos de adicción. Del Castillo (2015) publicó un trabajo donde aborda el concepto de vulnerabilidad psicosocial en el campo de las adicciones. De esta manera, señala seis variables que influyen en esta predisposición:

  • Riesgo. Es la posibilidad de verse expuesto a situaciones que afecten la integridad física y mental.
  • Estilos de afrontamiento. Se refiere a la manera en que una persona enfrenta acontecimientos estresantes o adversos.
  • Resiliencia. Tiene que ver con la capacidad de recuperarse y adaptarse en momentos de dificultad.
  • Estrés psicosocial. Se presente cuando la relación de una persona con su entorno representa una amenaza para su salud física y mental.
  • Apego. Se asocia con el modo en que nos vinculamos con otros y cómo se desarrollan nuestras relaciones interpersonales.
  • Inteligencia emocional. La capacidad de comprender los sentimientos propios y ajenos y usar esa información de forma asertiva.


El diagnóstico de una adicción

Siguiendo el hilo anterior, otro aspecto de cómo se diagnostica una adicción es que existen criterios para evaluar al paciente. Estos criterios son manifestaciones típicas del cuadro que deben ser valoradas por un psiquiatra o psicólogo.

  • El consumo de la sustancia se hace en grandes cantidades o por un tiempo más largo de lo común.
  • El paciente expresa con frecuencia su deseo por abandonar el consumo y relata sus intentos fallidos.
  • La persona pasa la mayor parte del tiempo consumiendo la sustancia o intentando conseguirla de cualquier manera.
  • Existe un intenso deseo por consumir la sustancia que lleva al paciente a actuar con urgencia.
  • Los hábitos de consumo causan que la persona deje de cumplir con sus deberes en diferentes ámbitos: trabajo, estudios, pareja, etc.
  • A pesar de los problemas derivados del consumo, el paciente continua con el comportamiento.
  • Se dejan a un lado actividades sociales con el único fin de poder consumir la sustancia.
  • La persona no detiene el consumo incluso en situaciones de riesgo físico.
  • El consumo se mantiene incluso en casos donde hay complicaciones físicas que pudieran agravarse por ello. O enfermedades que podrían haber sido causadas por la adicción.
  • Se desarrolla tolerancia a la sustancia, por lo que se aumenta la dosis para poder sentir los efectos.
  • El paciente sufre de síndrome de abstinencia cuando no consigue consumir debido a la dependencia.

Continuando con el proceso de cómo se diagnostica una adicción, el psicólogo o psiquiatra entrevistará al paciente. De esta manera, determinará cuántos y cuáles criterios cumple para poder realizar el diagnóstico. La información que se obtenga puede corroborarse con entrevista a familiares, test psicológicos y exámenes físicos.

¿Qué ocurre si el diagnóstico es positivo?

En caso de que el profesional determine que el paciente sí presenta un trastorno por consumo de sustancias, se debería iniciar un tratamiento. No obstante, en las adicciones suele presentarse la negación de la enfermedad. Por ende, puede ser complicado que la persona reconozca su problema y acceda a recibir ayuda para recuperarse.

El pronóstico varía según el tipo de sustancia que se consuma y el tiempo que el paciente tenga haciéndolo. También influye el grado de apoyo que reciba del entorno y la disposición que posea para dejar el consumo.

Para finalizar, mencionar que los criterios presentados solo aplican para las sustancias mencionadas. Las adicciones comportamentales como la adicción al sexo o a internet todavía requieren de más estudios. En el futuro, es posible que tengamos más información sobre cómo se diagnostica una adicción comportamental.

Ebiezer López

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