Cuando hablamos de infidelidad en una relación, casi siempre se asoma la palabra «ruptura«. Al fin y al cabo, esta es una de las causas más comunes por las que rompen las parejas. Pero también puede ser una consecuencia, puesto que si se ha llegado hasta ese punto es porque algo iba mal en la relación. Un nuevo estudio refrenda esta teoría, dando más importancia a lo que pasaba antes que después del engaño como el motivo principal que desencadena las rupturas por infidelidad.
Obviamente, «la infidelidad tiene consecuencias perjudiciales para el bienestar personal y de las relaciones de pareja», admitieron los autores del estudio, publicado en Psychology Science. «Sin embargo, no se ha descubierto si el engaño conyugal conduce a graves problemas en la relación o representa un mero síntoma de ese deterioro de la misma».
El nivel de satisfacción personal y conyugal disminuía de forma gradual a medida que se iba acercando el momento de la traición
Así pues, el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Tilburg, en Holanda, analizaron a parejas de alemanes durante una medida de ocho años para demostrar cuáles eran los motivos de conflicto que ponían en jaque su vida conyugal. En concreto, se incluyeron un total de 947 personas (609 de ellas eran infieles y 338 eran víctimas de infidelidad) que estaban en vínculos amorosos de larga duración. A cada una de ellas se le asignó otro grupo que no había pasado por este tipo de engaño.
A partir de encuestas e informes, se realizó un seguimiento del nivel de bienestar psicológico general de cada una de las personas y de su satisfacción con la relación que mantenían con sus parejas. En primer lugar, como recoge IFL Sicence, los resultados reflejaron las sensaciones típicas que atraviesa una persona a la que le han engañado: menos autoestima, menos satisfacción en la relación y menos intimidad con su pareja. Esto, como es obvio, les deparó grandes conflictos con sus respectivos vínculos amorosos.
De forma clara, el nivel de satisfacción personal y conyugal disminuía de forma gradual a medida que se iba acercando el momento de la traición. Y ambas partes, el traidor o traidora y el cornudo o cornuda, reportaron un mayor número de conflictos antes de que sucediera, lo que quiere decir que la infidelidad fue percibida más como una consecuencia de esa insatisfacción conyugal, y no como la causa.
¿Qué sucedió después? La gran mayoría de las relaciones no lograron mantenerse tras la infidelidad, aunque hubo algunas excepciones, sobre todo cuando ellas eran las infieles (en las parejas heterosexuales) o no estaban muy claros los acuerdos de la relación (nunca habían hablado de abrir o cerrar el vínculo a más personas). Lo peor de todo es que la huella de estos sucesos permaneció en la mayoría de los implicados a modo de trauma: casi todos reconocían no haberse recuperado emocionalmente del suceso al final del estudio.
¿Te han sido infiel? Cómo recuperar la confianza en tu pareja después de los cuernos
La infidelidad es uno de los motivos de ruptura más comunes para muchas parejas. Nada hay tan doloroso como el hecho de saberse engañado. Aunque hay distintos grados dependiendo del estado de la relación, la traición conyugal representa la línea roja de toda relación romántica monógama. Normalmente, suele evidenciar otros problemas que tal vez no se hayan tocado por ambas partes: insatisfacción sexual, falta de expectativas comunes o el mero aburrimiento de la rutina.
Eso sí, una infidelidad no tiene por qué significar el final. De hecho, muchas parejas salen fortalecidas después de este tipo de experiencias, como si fuera una especie de catarsis conyugal que al poner en el límite a los implicados les hace estar más seguros de querer seguir con su relación. ¿Qué es lo que hace que una pareja se enderece de nuevo el vínculo y ambos tengan del todo claro que quieren seguir estando juntos a pesar de esta traición? La revista Best Life ha indagado en algunas de las formas de poder continuar tras semejante disgusto.
Renovad el compromiso con rituales
Antes de pensar en el futuro, algo clave en este tipo de momentos críticos, es posible que queráis realizar algún tipo de ritual o evento especial para sellar vuestro compromiso renovado. «Esto podría ser desde el hecho de escribirse cartas, establecer una fecha especial o crear nuevas experiencias compartidas», asegura David Tzall, psicólogo neoyorkino. «Estos rituales ayudan a reavivar la conexión emocional, refuerzan el compromiso y crean recuerdos positivos para eliminar el dolor de la infidelidad».
Descubrid una nueva afición compartida
«Desde jugar a un deporte, cocinar un nuevo plato o desarrollar una disciplina artística», comenta Natalie Jambazian, terapeuta de salud mental y relaciones. «Pase lo que pase, esto hará que disfrutéis de un tiempo de calidad que ambos necesitáis, lo que os ayudará a desarrollar más intimidad e intereses compartidos«. La clave está en investigar qué os puede gustar a ambos y acordar una serie de momentos a la semana para ponerlo en marcha.
Tomaros vuestro tiempo para sanar
El dolor causado por una infidelidad no se va de la noche a la mañana y por ello deberéis conceder un tiempo al otro para que se recupere y llore todo lo que tenga que llorar. En este sentido, hay que curar las heridas que causó la traición, por lo que necesitaréis pasar tiempo juntos y comunicaros de una manera cariñosa y responsable.
Debéis construir un nuevo horizonte en el que todas las dudas y los malos recuerdos queden despejados
«La confianza, la intimidad y la seguridad emocional pueden perderse, pero lo más doloroso es la desaparición de las ideas que tenía uno del otro», asegura Lori Kret, hablando de la difícil tarea de asumir lo ocurrido. Lo mejor es tener paciencia para que expreséis en común todos esos sentimientos de dolor y pérdida causados por la infidelidad. «Una vez que salgan a la superficie, la pareja tendrá la oportunidad de crear y construir de manera consciente lo que en su momento se perdió».
Haced planes para el futuro
Debéis construir un nuevo tablero en el que todas las dudas y los malos recuerdos queden despejados. Al final, superar una infidelidad es una prueba muy costosa de asumir por parte de los dos (del engañado sobre todo, pero también del que engaña). Por tanto, debéis comprometeros en un objetivo en común. «Esto ayudará a que visualicéis un futuro para la relación y refuerza vuestro compromiso con una relación renovada y positiva», recalca Sanam Hafeez, neuropsicólogo de Nueva York y terapeuta de parejas. La clave está en construir un horizonte común para vuestro vínculo.
