Puede parecer impensable que en pleno 2024 existan países o pequeñas regiones que no aparezcan en los mapas. El motivo es fácil de adivinar: la región no pertenece a ningún Estado o territorio reconocido por la comunidad internacional. Otros territorios alrededor del mundo están siendo disputados durante las últimas décadas y ningún país tiene la soberanía.
En el caso de Europa no se trata de pequeños territorios como Mónaco, Gibraltar, El Vaticano, o incluso las Islas Feroe. El territorio europeo que no aparece en los mapas se conoce como terra nullius, traducido como tierra de nadie, recoge HuffPost, y actualmente ningún país tiene la soberanía.
La región se llama Gornja Siga y es una parcela de 7 km2 ubicada en pleno valle del Danubio, concretamente entre Croacia y Serbia. ¿Cómo es posible que ninguno de los países haya reclamado el territorio? Esto se debe a la Guerra de Yugoslavia, momento en el que Croacia y Serbia ignoraron la existencia de esta región.
Vit Jedlička quería crear un nuevo modelo de sociedad más libre en su país natal, República Checa. «Me di cuenta de que era más fácil crear un país nuevo que cambiar uno existente», ha explicado el actual presidente a Euronews Next. Jedlička buscó territorios sin reclamar en Google y encontró Gornja Siga, región que pasó a llamar República Libre de Liberland.
Hungría entra en la disputa internacional
Otro país que entra en la ecuación es Hungría, muy próxima a la región de Gornja Siga. El país tampoco reclamó el territorio después de la Guerra de Yugoslavia a pesar de las disputas internacionales por anexionar la región a uno de los países vecinos en el año 1947.
La década de los noventa no cambió demasiado la situación de este territorio, que fue considerado por Serbia y Croacia como una frontera natural del río Danubio entre ambos países, ha informado HuffPost.
¿Por qué nadie quiere reclamar Gornja Siga?
Serbia y Croacia justifican su posición respecto a la región de Gornja Siga alegando que no cumple con los criterios necesarios para que pueda anexionarse a sus respectivos países.
Los motivos son geopolíticos: Belgrado ha asegurado que Gornja Siga es un «barrizal» en la ribera del Danubio y que no tiene interés para ninguno de los dos países. La previsión es que el territorio siga con su actual estatus político y ni siquiera Hungría quiera reclamar la región.