Esta es la realidad de ser una sugar baby

Me mudé desde Florida hasta Nueva York cuando quería ser actriz allá por 2015. En esos momentos aún tenía 19 años. Sabía que la mudanza era necesaria para construir mi carrera pero era difícil llegar a fin de mes.

Intenté trabajar en los típicos puestos convencionales, pero me quitaban todo el tiempo y no podía imaginarme pasando el resto de mi vida haciendo lo mismo todos los días, así que mis amigas y yo decidimos convertirnos en sugar babies.

Al año siguiente, me inscribí en un sitio web y empecé a hablar con sugar daddies. Uno de los que conocí nos llevó de viaje tanto a mí como a otras de sus sugar babies. Todos nos llevamos muy bien así que decidimos empezar a publicar en internet lo que hacíamos.

Ahora vivo en Los Ángeles. Estoy escribiendo un programa de televisión que habla sobre cómo ser una sugar baby. Espero que publicar vídeos en TikTok me ayude a venderlo para aclarar las ideas erróneas que tiene la sociedad sobre mi estilo de vida.

La gente suele tener una imagen negativa de las sugar babies, pero a mí me da libertad económica y contactos sociales

Al principio solo quería encontrar a un chico que cuidara de mí. Me di cuenta de que no quería preocuparme de que dejaran de pagarme el alquiler o dejar de tener dinero si hacía algo mal.

Quería poder decir «no» a la gente si no quería hacer algo, así que decidí que prefería no comprometerme con una sola persona.

La gente suele menospreciar el hecho de ser una sugar baby. Creo que lo ven como algo oscuro, patético y de lo más bajo. A veces la percepción que los demás tienen de mi trabajo me hace pensar que debería sentirme mal por ello y que tal vez hay algo malo en mí.

Si le dijera a la gente que me he ido de viaje a un castillo del sexo con mi sugar daddy, probablemente dirían: «Dios mío, qué asco. Seguro que odian su vida. Probablemente les obligan a estar allí».

Pero fue el viaje más divertido de toda mi vida. Las chicas que conocí me hicieron darme cuenta de lo divertida que podía ser mi vida. Decidimos que nuestra misión era asegurarnos de que otras personas no se sintieran mal por tener este trabajo.

Empecé a publicar vídeos en TikTok para desestigmatizar el trabajo sexual y hacer frente a ideas erróneas que existen

En 2021, me mudé a Los Ángeles y empecé a publicar contenido sobre lo que era ser una sugar baby en TikTok.

Esperaba que publicar contenido online me ayudara a entrar en la televisión. Hay mucha desinformación en los medios de comunicación sobre lo que significa ser trabajadora sexual, y quiero demostrar que no funciona así, pero no ha sido fácil.

Tengo 157.000 seguidores y más de 2,5 millones de me gusta en mi última cuenta de TikTok, @palmarkelly, pero en septiembre me bloquearon la cuenta y no he podido volver a acceder a ella.

Ahora subo el contenido en mi cuenta de reserva, pero a menudo me la bloquean porque TikTok considera que algunos de mis contenidos infringen sus directrices, que no permiten a los usuarios promover actividades sexuales.

Es frustrante tener que empezar de nuevo. Como trabajadora sexual, siento que ya es muy difícil tener voz en el mundo, y me esforcé por ser la voz de la razón para muchas trabajadoras sexuales en la plataforma. Quería disipar las ideas erróneas sobre mi trabajo, como las extravagantes cantidades de dinero que a veces se dice que ganamos.

A pesar de los contratiempos, mucha gente ha vuelto a encontrar mi cuenta y me ha enviado mensajes de apoyo, lo que me ha tranquilizado.

Los chicos con los que salgo saben que estoy en redes sociales. Siempre les pregunto si puedo grabar mis citas con ellos. A muchos de los hombres que se ponen en contacto conmigo les gusta que comparta la experiencia, les parece divertido y quieren participar.

Creo que es fácil glorificar el ser una sugar baby, pero yo intento mostrar todas las facetas del trabajo en mis vídeos. A menudo, nos grabo haciendo cosas muy divertidas, pero luego, en mi voz en off, comparto cómo me sentía en realidad, que no siempre es positivo. No quiero que la gente se lleve la impresión equivocada de que me lo paso bien todo el tiempo.

Lo más duro del trabajo es lidiar con los comentarios de la gente en Internet

La parte menos glamurosa es la vergüenza que te hacen sentir los demás. Es lo único que me afecta ahora mismo. Nadie en mi vida personal me ha avergonzado nunca por mi trabajo, pero los comentarios en línea se me meten en la cabeza.

Sin embargo, publicar sobre esto es lo único que me ha acercado a mi carrera y a mis sueños. Tener amigos en la industria es muy importante, y espero construir más esa comunidad gracias a mis vídeos.

Lo único que me asusta es que otras personas lo vean como algo malo. Estoy orgullosa de mi trabajo, y gran parte de la razón por la que hablo tanto de él en Internet es porque nunca quiero que nadie se sienta avergonzado.

Aimee Pearcy,

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