Salir de una relación tóxica comienza por reconocerla como tal. Con estas señales aprenderás a identificar esos comportamientos que se deben cortar de raíz.
Desde una mirada externa, es fácil reconocer las señales que indican que alguien está dentro de una relación tóxica. Sin embargo, dentro de la propia relación, esta percepción se ve distorsionada por dinámicas y procesos mentales ligados con el abuso o la dependencia emocional, entre otros.
Por eso, es importante entrenarse en apreciar los detalles y las red flags que indican que el trato con esa persona es perjudicial para tu salud mental. No importa si es una pareja, un familiar, un amigo o incluso un compañero de trabajo: la toxicidad tiene elementos comunes, con independencia del personaje. Veamos las alertas más relevantes que debes considerar.
¿Qué señales indican que estás en una relación tóxica?
Todas las relaciones pasan por malos momentos, desde grandes crisis, hasta pequeños malentendidos. No obstante, hablamos de toxicidad y abuso cuando estas dinámicas se convierten en la normaliddad y los roles de cada persona favorecen el malestar psicológico. A continuación, tienes algunos factores que lo indican.
1. Una persona es sumisa y la otra dominante
No nos referimos a alguien tenga más iniciativa o que haga de líder. Se trata de relaciones de poder que no implican comodidad para alguna de las partes. Mandatos, consecuencias negativas para quien no obedece o la imposibilidad de tomar decisiones propias, son algunas dinámicas particulares de este tipo de vínculos.
2. En las relaciones tóxicas existe el miedo
Miedo a la reacción del otro, miedo al abandono, miedo a cualquier tipo de castigo. Si sientes temor hacia tu pareja, familia, amigo o quien sea, esa relación con seguridad es tóxica, debido a que existe alguna clase de abuso dentro de ella.
3. Tus sentimientos se invalidan
Si tus reacciones se tildan de exageradas o se te pide que «pongas buena cara» (es decir, que cambies tu humor para no molestar), tus sentimientos son invalidados. Este es un comportamiento que, además, genera respuestas agresivas y dificulta la regulación emocional, como señala un estudio publicado en Personality Disorders: Theory, Research, and Treatment.
4. Te sientes inferior a la otra persona
Este sentimiento suele nacer de agresiones emocionales y verbales, como comparaciones, insultos o críticas constantes. En una relación sana, nadie se coloca por encima del otro ni se le resta valor como persona.
5. La soledad
La falta de apoyo dentro de una relación es uno de los factores que más dinámicas tóxicas generan. La emoción más habitual en estos casos es la soledad, es decir, sentir que esa persona no está a tu lado cuando la necesitas.
No todo el mundo está disponible para ayudar en todas las ocasiones, así que es importante distinguir cuándo se debe al desinterés y cuándo a causas de fuerza mayor.
6. Se hacen comparaciones constantes
Es natural hacer comparaciones entre personas, pues a lo largo de la vida se reconocen patrones en el comportamiento de los demás y se generalizan. Pero no se puede dejar que estas condicionen la relación o anulen la individualidad del otro. Si te comparan a menudo con los demás, se trata de una estrategia para modificar tu comportamiento y así hacerte sentir inferior.
7. La crítica es una píldora diaria
Las críticas constructivas y formuladas con asertividad ayudan a crecer. Cuando son destructivas y constantes, se trata de una forma de agresión. Esta es otra de las señales más frecuentes de una relación tóxica.
8. Hay chantaje emocional
Cuando alguien te hace chantaje emocional, tiene como objetivo lograr que cumplas sus peticiones, sin darte posibilidad de negarte. «Si vas a esa fiesta sin mí me voy a quedar en casa solo y triste», es un ejemplo de cómo la otra persona genera culpa en ti.
En este caso, en particular, si el sujeto fuese a la fiesta, lo haría a sabiendas de que la otra persona está sufriendo, por lo que sentiría la obligación de quedarse. Estas acciones generan malestar e invalidación en la víctima.
9. El aislamiento
Que un individuo trate de alejarte de las personas a las que quieres, no solo es un comportamiento tóxico, sino una forma de maltrato. A través de críticas, amenazas o chantajes emocionales, hacen sentir que los demás te hacen daño y debes alejarte de ellos.
Si esto ocurre, es una de las señales más claras para abandonar esa relación.
10. Existe dependencia
Física o emocional, la dependencia desequilibra relaciones. Si tu ánimo obedece a su humor, por ejemplo, vives en un estado de dependencia emocional. Por otro lado, si se generan dinámicas en las que cuidas de esa persona (hacerle la comida, acompañarla a sitios, etcétera) sin que haya una necesidad real de ello, se trata de dependencia física.
11. La empatía brilla por su ausencia
Cuando la otra persona no conecta con tus emociones, los comportamientos tóxicos se multiplican. Desaparece el apoyo social, no se eligen los momentos adecuados para hacer críticas, no se toman en cuenta las opiniones y un largo etcétera. Es importante que la empatía en una relación sea uno de los pilares fundamentales en la convivencia diaria.
12. Se ejerce control sobre ti
Si te miran el móvil sin tu consentimiento, controlan el dinero que gastas o te dicen qué puedes vestir o qué no, estás ante actitudes de control. Suelen ser imperativas y traer consigo consecuencias negativas si te resistes o pones límites, así que es muy relevante diferenciarlas de los consejos y las críticas constructivas.
13. No respeta los límites que estableces
En ocasiones, estas actitudes tóxicas que aparecen en la relación llevan a establecer límites. Sin embargo, es muy probable que, si estás en una unión basada en el abuso, estos contornos se transgredan de forma sistemática. Esto suele ser un motivo de mucho peso para abandonar la relación.
14. Falta de responsabilidad emocional
Todos tenemos derecho a mostrar nuestras emociones y que estas se validen, pero la forma de expresarlas debe ser siempre respetuosa y considerada. No elegir el momento para hacer una crítica, permitirse explosiones de rabia, al igual que agresiones, o pedirte que compartas su alegría para no arruinarle el momento, son ejemplos de actitudes que denotan falta de responsabilidad emocional.
15. Te hace responsable de sus emociones
Otro modo de abuso que suele verse en relaciones tóxicas es cuando una persona acusa a la otra de hacerla sentir de formas concretas. Estos reclamos, por lo general, van acompañados de un descargo de responsabilidad, es decir, chantajes. En otras palabras, te obliga a modificar tu comportamiento para generar reacciones positivas en la otra persona.
16. Sin consultarte, toma decisiones que afectan a ambos
Esta falta de respeto tiene una intención clara detrás: evitar que te niegues a hacer algo. Por ejemplo, si decide un destino de vacaciones y reserva el hotel, supondrá mucho trabajo y una discusión cambiarlo, por lo que resignarse a su decisión parecerá más sencillo.
17. No acepta la responsabilidad de sus actos
Esta actitud es bastante tóxica y una señal de inmadurez emocional. Cuando una persona se niega a aceptar su responsabilidad en una situación, otros cargan con el peso que no les corresponde. Por ejemplo, cuando se trata de buscar un problema a un malentendido y la otra persona se niega a reconocer su error, no se alcanzará un entendimiento.
18. Te castiga con silencio
Una de las formas de abuso más habituales en las relaciones tóxicas es el uso de la ley del hielo: cortar la comunicación a raíz de un enfado con la intención de castigar. Es muy diferente a tomarse un tiempo, pues la persona lo necesita, e incluso señala un plazo aproximado, aunque precisa que estará disponible para emergencias.
19. Aplicación de la luz de gas o «gaslighting»
«No es verdad que estuviera enfadado/a, ves cosas donde no las hay», dijo después de fruncir el ceño, negarse a contestar y dar un portazo. La luz de gas o «gaslighting» es una estrategia que busca crear inseguridad y dudas en la otra persona, a través de negar la evidencia y poner la causa de la contradicción en ella.
De esta manera, el individuo nunca estará seguro a la hora de comprender al otro y deberá someterse a sus afirmaciones. Sin duda, es una de las señales que ayudan a identificar una relación tóxica.
20. Te agrede
Muchas veces, decir que una relación es tóxica no es más que un eufemismo para hablar de maltrato. Las agresiones no siempre llegan en formato físico, pero sí que causan dolor en la otra persona. Amenazas, insultos, golpes, gritos, nada de esto cabe en una relación. No lo toleres.
La importancia del apoyo social y profesional
En ocasiones, las señales de que estás en una relación tóxica son tan claras que no las puedes ignorar. No obstante, trabajar para que desaparezcan o abandonar dicha relación son pasos difíciles de dar.
Para ello, evita siempre el aislamiento y pide ayuda. Consultar con un profesional de la psicología también favorecerá replantear tu comportamiento hacia la recuperación emocional.