Los infartos tienen más mortalidad en la población femenina que en la masculina, sin embargo, no se conocen bien los síntomas del infarto en mujeres. El corazón, el gran olvidado de la salud femenina.
Sexismo en la medicina
En el Día Mundial del Corazón, que se celebra el 29 de septiembre todos los años, es buen momento para ver si la prevención y la salud sufre del sexismo. Ya se vio en un momento reciente, pero muy importante como fueron las vacunas, que el bienestar de las mujeres y de los hombres no está igual de presente en la medicina. Mientras que se analizaron los síntomas que sufrían los hombres y se tachaban como adversos, esos mismos riesgos en mujeres para otros medicamentos se tomaron como aceptables.
La investigadora danesa Sabine Oertelt-Prigione visibilizó que solo el 4% de las investigaciones sobre el covid analizaban explícitamente la variable sexo o género. El estudio danés determinó que un 21,2% de los estudios hacían mención al sexo solo como criterio de selección, y de los cien que se llevaron a cabo observando solo a las mujeres, la mayoría estaban centrados en los efectos sobre el embarazo.
El corazón y la salud femenina
La doctora Carmen Valls ya advierte en su libro ‘Mujeres invisibles para la medicina’ que el estudio de la salud ha “minimizado lo que le pasa a la mujer”. Es el caso de la vacuna, pero también de otras enfermedades como el cáncer de mama, la salud mental, la osteoporosis, problemas alimentarios como anorexia o bulimia o todo lo relacionado con la menopausia. Y, por supuesto, las afecciones del corazón. De hecho, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en mujeres, ya que una de cada tres mujeres muere cada año por este tipo de enfermedad.
¿Qué síntomas advierten de sufrir un ataque al corazón? Rápidamente, viene a la cabeza el dolor en el brazo izquierdo y la presión en el pecho. Pero, ¿qué dirías si supieras que eso solo pasa en el 50% de los casos? ¿O que realmente los ataques de corazón son mucho más mortales para las mujeres que los hombres? Se trata de una realidad muy alejada de la narrativa común en Occidente.
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Infarto: diferencias entre hombres y mujeres
Como decíamos, el infarto en hombres suele manifestarse con un fuerte dolor en el pecho que irradia hacia otras zonas del cuerpo, fundamentalmente el brazo izquierdo. Por el contrario, en las mujeres el patrón del dolor es mucho más difuso. Ni duele en una parte concreta o ni siquiera duele. De hecho, una gran parte de las mujeres que sobreviven a un ataque al corazón aseguran no haber tenido ningún dolor.
Entonces, ¿cómo se puede saber que una mujer está sufriendo un infarto? La opresión en el pecho, molestia en la espalda, dificultad para respirar, vómitos o náuseas, sudores fríos o cansancio repentino pueden ser algunas de las señales. Si existe dolor, explican las mujeres, este se refleja en la boca del estómago o, en ocasiones, sube al pecho. Otra de las grandes diferencias es que mientras en los hombres el ataque puede suceder mientras hacen esfuerzo intenso, como en el deporte, la mayoría de los infartos femeninos ocurren en reposo. Incluso mientras duermen.
No es ansiedad, es un ataque al corazón
Con estas diferencias ocurre que la mujer es más propensa a no recibir una atención sanitaria lo suficientemente temprana como para reducir el riesgo de mortalidad. De hecho, la tasa de mortalidad por infarto es del 18% en mujeres y del 9% en hombres, según un estudio del Hospital Vall d’Hebrón. La Dra. Antonia Sambola, responsable de la investigación, cree que “las mujeres tardan más tiempo en acudir al sistema sanitario cuando tienen un infarto. Aguantan más síntomas como el dolor, minimizan los síntomas, esperan a ver si se les pasa”.
La doctora explica que “las diferencias en el riesgo de mortalidad tras un infarto entre mujeres y hombres no se deben básicamente a causas biológicas, sino a factores sociales”. En parte, esta subestimación del peligro de una dolencia está asociada a la discriminación que sufre la mujer, también en su salud mental. Mientras que las dolencias en los hombres son tratadas como algo importante, los infartos en mujeres son confundidos con ansiedad. El resultado es que llegan más tarde al tratamiento -como las angioplastias que salvan muchas vidas- y fallecen más.