Denunciar y detener la violencia en las relaciones de pareja es una responsabilidad de todos. En este artículo vamos a exponer algunos indicadores de alerta y también vamos a plantear algunas estrategias de actuación.
Estar enamorado es una sensación espectacular. Cuando amamos a alguien, nos emocionamos, nos volvemos detallistas e incluso más divertidos. Si el amor es correspondido, aumenta la sensación de invulnerabilidad.
Afortunadamente, casi siempre es así; sin embargo, hay algunos casos en los que el amor se convierte en una fuente de sufrimiento muy intensa: la persona que quiere también es víctima de agresiones por parte de su pareja.
Cuando el amor produce un dolor muy intenso, es necesario detenerse y analizar. Si la persona a la que amas, te humilla, te intimida, te lesiona o te amenaza, es necesario actuar, además de analizar, es necesario actuar. Porque esa persona tiene una idea muy poco saludable de lo que significa estar en una relación, y el daño que causa puede llegar a ser irreparable.
Violencia en las relaciones y almas rotas
Existen algunas claves para identificar la violencia en las relaciones de pareja. A este respecto, vamos a hablar sobre algunas de las que ha propuesto la American Psychological Association en su guía El amor no tiene que lastimar a los adolescentes, que puedes encontrar aquí (y que no son solo para adolescentes).
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Ser herido, empujado, abofeteado, avergonzado, humillado, gritado u obligado a tener sexo dista mucho de lo que significa el amor. Esto es violencia y la víctima podemos ser cualquiera. Tienes el derecho a ser tratado de una manera respetuosa y a ser protegido de las heridas físicas y emocionales que pueda infligirte otra persona. Es inaceptable que en una relación exista la violencia y el abuso.
“Cada relación tiene problemas y molestias. Eso es solo parte de la vida. Pero si ves señales de ira incontrolada, celos o posesividad, o si hay empujones, golpes, sexo forzado u otra violencia física -aunque solo sea una vez-, es el momento de pedir ayuda”.
-American Psychological Association–
Estoy siendo víctima de agresiones, ¿qué hago?
Agredir es un crimen tipificado en el código penal. Si te encuentras en una relación de pareja en la que te sientes agredido, es hora de actuar, de ponerte en primer lugar. Es fundamental que salgas de esa relación y te pongas a salvo.
Muchas veces la primera agresión es tan inesperada que nos paraliza; después, cuando vienen las demás, nuestro sistema cognitivo se pone en marcha para justificarlas o minimizar su relevancia, ya que lo último que queremos es contar la relación con la persona a la que queremos:
- El primer paso que puedes dar para cambiar la realidad que estás viviendo es escucharte.
- Pide ayuda.
- Los problemas de sueño originados por la ansiedad que produce la pareja también son signos frecuentes de que algo va mal.
- Habla con alguien de confianza de cómo te sientes.
- Asegúrate de estar a salvo. Incluso si aún sigues con tu pareja, puedes decidir estar seguro. Pensar en un plan de acción puede ayudarte a sentir más control de la situación. Por ejemplo, puedes quedar con tu pareja únicamente en lugares públicos.
- Busca apoyo. Una de las formas más comunes de respuesta por parte de las víctimas es el aislamiento, sobre todo en los casos en los que la otra persona controla nuestro tiempo libre. Es momento de actuar, es necesario salir del aislamiento y contactar con familiares y amigos.
- Exige respeto. Con frecuencia podemos pensar que “somos capaces de cambiar a la otra persona”. Esto es prácticamente imposible, y mucho menos debería implicar que el medio para conseguirlo sea el sufrimiento.
Por otro lado, si ves a un amigo o una amiga que está en una relación violenta, es probable que también sientas dolor. Con frecuencia habrás querido ayudar, pero te han asaltado dudas sobre cómo hacerlo o qué decir. También puede darte miedo el hecho de involucrarte en un problema ajeno. Aun así, si estás preocupado: di algo. Menciónalo.
Las personas que están siendo víctimas de sus parejas a menudo sienten que hablar con otros es infructuoso. Incluso pueden pensar que están siendo lastimadas por su culpa. Es por este motivo que te recomendamos que escuches, apoyes y valides lo que está ocurriendo.
Si te piden ayuda, tómala en serio, pues la información que te están transmitiendo es sumamente íntima y personal. Si ves un abuso, habla, no te calles.
“Hacerle daño a alguien nunca es un signo de amor. Cuando una relación es violenta, las personas involucradas necesitan hacer que la relación funcione sin violencia, o terminar. No tienes por qué confirmarte con una relación abusiva. Mereces algo mejor”.
-American Psychological Association-