La enfermedad es un gran aliado

Casi siempre que aparece una enfermedad es porque el cuerpo necesita decirnos algo. Este sólo quiere ser feliz y, si vamos por un camino que no es el nuestro, se queja. Hoy queremos que entiendas que la enfermedad es un gran aliado.

Esas quejas suelen ir en progresión aritmética, poco a poco, cada vez te habla más alto. Si no te haces preguntas a tiempo, tu cuerpo llega al punto límite y al final te acaba por gritar.

Hoy queremos ofrecerte varios aprendizajes para que entiendas la importancia de escuchar a tu cuerpo antes de que la enfermedad sea más grave:

  • Somos responsables de la pérdida y de la recuperación de nuestra salud: la gran mayoría de las enfermedades surgen de las emociones, la manera en la que vives la vida te hace somatizar.
  • Hay que llegar a la causa emocional que produce la enfermedad: es fundamental comprender el origen de las enfermedades.
  • Si no te responsabilizas de tu enfermedad, no te curas: poner tu vida en la mano de los demás hará que jamás puedas ser parte de la solución. Nos convertimos en ovejas y eso nos hace depender siempre de los demás.
  • Empieza a cambiar hábitos donde tu cuerpo se queja.
  • Potenciar el sistema inmunológico: hay muchas herramientas, tienes que encontrar la tuya (Ejemplo: meditar, ser consciente de tus pensamientos, etc.)

Te invitamos a poner en práctica alguno de estos aprendizajes si sientes que tu cuerpo se queja.



En la primera parte has podido entender cómo la enfermedad es un gran aliado ya que hay mensajes de nuestro cuerpo que no hemos escuchado ni prestado atención antes.

A veces hacemos con la enfermedad lo mismo que con las emociones, matamos al mensajero, ya que escucharlas nos invita a tomar un cambio de actitud.

Tenemos que reconocer que el cuerpo y la mente están unidos, no podemos separarlos, y hay que prestar atención a los síntomas que nos avisan de que algo pasa.

Las emociones nos informan de lo que está pasando dentro de nosotros y a nuestro alrededor y nos protegen.

Vivir con salud es aprovechar la energía positiva de nuestras emociones y es lo que nos ayuda a equilibrarnos. Somos dueños de lo que sentimos.

Cada emoción afecta a la energía de un órgano. Cada emoción tiene una respuesta somática y esto nos ayuda a aprender haciéndonos preguntas, te ofrecemos algunos ejemplos:

  • Los miedos afectan al sistema nervioso y están relacionados con la energía del riñón.
  • La ira o la rabia están relacionadas con el hígado y la vesícula.
  • La preocupación, la actividad mental, para alimentarla necesitamos glucosa, por eso los que están afectados son el bazo o el páncreas.
  • La tristeza hace que se resientan mucho nuestro pulmones, por la postura corporal que conlleva la tristeza.
  • La alegría está relacionada con el corazón.

Para reconocer las emociones necesitas estar atento a lo que te pasa dentro, escucharte.

Te esperamos en el próximo post.

¡Gracias por leerlo y compartirlo!

El Equipo de Instituto Pensamiento Positivo.

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