¿Esperar a que te llame el médico o a que llegue el metro sin mirar el móvil? Imposible si ya te cuesta concentrarte en las conversaciones con amigos sin hacerlo. En el trabajo estabas centrado en tu tarea y sin saber cómo te has dispersado y has terminado viendo todas las historias de tus amigos en redes, y eso que solo sería un segundo.
¿Necesitas más capacidad de atención? Probablemente no. Lo que necesitas es decirle a tu cerebro que no puede esperar recibir un aluvión de estímulos constante. De vez en cuando hay que centrarse en una única cosa.
Es lo que desde hace una década se ha venido llamando brain popcorn que viene a ser algo como cerebro de palomitas. Esta metáfora fue acuñada en 2011 por David Levy, investigador de la iSchool de la UW. Su teoría es que al igual que los granos de maíz estallando por la sartén «demasiado tiempo frente a los dispositivos digitales puede provocar una mente tan enganchada a la multitarea electrónica que la vida offline, más pausada, carece de interés«.
¡Céntrate!
«No podemos simplemente sentarnos en silencio y esperar un autobús, y eso es una lástima, porque nuestros cerebros necesitan ese tiempo libre para descansar y procesar las cosas», sostiene en uno de los primeros artículos sobre este término Hilarie Cash, quien trata a personas con adicción a sus dispositivos. En el caso más extremo, según Clifford Nass, psicólogo social de Stanford, realizar múltiples tareas onlines puede hacerte olvidar cómo interpretar las emociones humanas.
En su foque Levy sugiere que el cerebro se ha acostumbrado tanto al incesante parloteo digital —piensa en notificaciones, nuevas pestañas, anuncios, y esa tendencia a hacer scroll— que imita ese ritmo frenético. ¿Cuándo fue la última vez que viste una película del tirón sin mirar el móvil?
Según la psicóloga Dannielle Haig, las redes sociales utilizan algoritmos para enviarte aquello que saben que te gusta y lograr que pases más tiempo en ellas. Con cada nuevo vídeo de TikTok o story en Instagram tu cerebro recibe una liberación de dopamina, lo que genera placer y anima a continuar ese ciclo de búsqueda de nuevos estímulos. «Con el tiempo, esta demanda constante de atención y la rápida alternancia entre tareas pueden provocar una sensación de inquietud mental o de que el cerebro ‘rebota de un lado a otro’, ya que se esfuerza por mantener la concentración en una sola tarea durante un periodo prolongado», explica en CNN.
Lo que a tenor de algunas investigaciones sí que podría haber contribuido a una peor atención. La Dra. Gloria Mark, catedrática de Informática de la Universidad de California en Irvine, estudia cómo los medios digitales afectan a nuestras vidas. Sus estudios apuntan a que si en 2004, la atención media en una pantalla era algo más de 2 minutos ahora es de 47 segundos.
La señal número uno de que lo estás sufriendo
Thomas Laudate, neuropsicólogo clínico del Tufts Medical Center en Boston (EEUU) define el «cerebro de palomitas de maíz» como la disminución de la capacidad de atención y el interés en la vida cotidiana cuando su cerebro se acostumbra a las actividades más rápidas, interesantes y gratificantes de internet.
Si bien, el especialista afirma que no existe una lista formal de signos o síntomas relacionados con el término hay una señal clave que puede hacer intuir que se experimenta. «Es posible que tengas mucho menos interés en participar en actividades de la vida real que en el pasado», apunta en Parade.
«En general, las personas deben estar atentas a indicios de estrés, como sentirse menos interesado en interactuar con otros y realizar tareas fuera del online, sentirse ansioso o deprimido, irritarse fácilmente, tener problemas para relajarse, dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido”, enumera Laudate.
Estas cosas pueden o no representar síntomas del cerebro palomitas de maíz, pero podrían ser indicadores de que es hora de reducir el tiempo que pasas conectado.