Las 5 etapas del contacto cero: sanando tras una ruptura

El contacto cero es una técnica cada vez más popular por su eficacia para superar rupturas. Te contamos cómo se lleva a cabo.

Seguro que has oído hablar de las etapas del contacto cero tras una ruptura amorosa, pues es una estrategia muy bien integrada en el conocimiento popular. Gracias a psicólogos especializados en pareja e inteligencia emocional, se estandarizó eso que se trataba de poner en práctica de manera informal: cortar todo contacto con un ex para sanar de manera individual.

Y es que, aunque parezca lo contrario, muchas dinámicas emocionales y cognitivas siguen presentes tras la ruptura y perviven hasta varios meses después. Contar cómo fue el día, buscar consuelo, compartir un meme, ir de excursión a la montaña… Todo ello desaparece de la rutina, pero no así de la cabeza.

Por tal motivo resulta fácil volver a establecer contacto con esa persona, poniendo así en peligro la decisión tomada y recayendo en esos hábitos que condujeron a terminar. Además, por muy tóxico que fuera el vínculo, el duelo relacional siempre invita a retomarla. ¿Te convencieron estos argumentos? Pues vamos a conocer esas etapas del contacto cero más en detalle.

La ruptura y el duelo relacional

Alguien que acaba de dejar una relación entra en una etapa de sanación. Viene del sufrimiento, de abandonar lo bueno que aportaba esa persona y a enfrentarse a su ausencia. Es posible que tenga heridas emocionales y deba aprender a desenvolverse sola en algún ámbito de la vida diaria.

Este estado de vulnerabilidad psicológica lleva, como es esperable, a buscar aliento y ayuda en los demás, por lo que es probable que se dirija hacia la expareja. No obstante, esto no haría más que reavivar aquello de lo que se quiere tomar distancia.

¿Por qué se recomienda el contacto cero?

Por todo lo anterior, como refiere un trabajo de grado publicado por la Universidad de Salamanca, el contacto cero propone cortar la comunicación con la otra persona de manera radical, es decir, tanto de manera presencial como por redes y chats. Así se obtienen beneficios como los siguientes:

  • Superar el autoengaño de volver con un ex.
  • Lograr el desapego emocional con la otra persona.
  • Tiempo para sanar y reanudar dinámicas individuales.
  • Abandonar prácticas tóxicas y dañinas, junto con su impacto emocional.
  • Retomar actividades y costumbres propias, logrando un aumento de la autoestima y sensación de reencuentro con uno mismo.

¿Cuáles son las etapas del contacto cero?

Para llevar a cabo el contacto cero existen determinados pasos. Aunque se pueden hacer de manera simultánea, lo mejor es ir dándolos de uno en uno para gestionar mejor esa abstinencia. Indaguemos en cada fase.

1. Corta la comunicación física y digital

Bloquea y, si es necesario, borra su contacto de tu teléfono y redes sociales. Si logra contactarte por alguna vía, no respondas. Dependiendo del tipo de relación que tuvieron, puedes notificárselo o no. Está en tu criterio.

2. Pide apoyo a tus seres queridos

Si tienen familiares o amigos en común, es conveniente pedirles que no te hablen de esa persona. Deja claro que llevas a cabo la estrategia de contacto cero y que es tu decisión si quieres volver a saber algo de tu ex en algún momento. Asimismo, si alguno de tus allegados tiene opiniones acerca de tu ruptura, es tu derecho pedirles que se las ahorren. Resístete también a preguntar por él/ella.

3. Restringe actividades y lugares comunes

Si bien después de un tiempo puedes volver a frecuentarle, de momento, es mejor evitar lugares donde se encuentren y que no realices actividades que hacían en pareja. De esta manera, aceleras el proceso de reencuentro con tu identidad individual y que las dinámicas antiguas se diluyan con rapidez.

4. Conoce personas, retoma hobbies

Ojo, no se trata de rellenar huecos. El objetivo es establecer nuevas relaciones y dinámicas sociales, al tiempo que vuelves a disfrutar de todas aquellas actividades y costumbres que habías abandonado. Esto ayudará a crear una rutina nueva, reparar viejos errores y tomar consciencia de las cosas que te hacían infeliz.

Evita comenzar una nueva relación de pareja si no has superado la anterior. Aunque algunas personas logran «sacar un clavo con otro clavo», esto debe hacerse bajo mucha responsabilidad emocional para no trasladar la toxicidad a la siguiente relación.

5. Resiste

Resistir es la última, pero no menos importante, de las etapas del contacto cero. No será fácil arrancar de raíz la presencia de una persona de tu vida. Tendrás momentos de bajón emocional y una gran tentación de romper tus propias normas, pero se trata de un periodo transitorio, un duelo. Si logras mantenerte firme, verás cómo el tiempo hace su labor y recuperas la estabilidad emocional.

Estas etapas del contacto cero, ¿son para mí?

Es importante recalcar que cada persona vive su duelo de una manera. No todo el mundo obtiene los mismos beneficios del contacto cero, al igual que otros no tienen la posibilidad de realizarlo (colegas de trabajo, familiares, compañeros de piso, etc.).

Por lo general, esta técnica se recomienda a personas con relaciones muy tóxicas, desgastantes, donde el daño y el dolor nunca cesan. También para aquellos casos en los que se retoma la relación una y otra vez sin solventar los problemas que la rompieron en primer lugar.

Es posible que la relación o la ruptura afecten a tu salud mental, provocando síntomas depresivos o ansiosos e incluso el abuso de sustancias, señala un artículo de Enseñanza e Investigación en Psicología. En estos casos, además de recomendar el no contacto, te animamos a acudir a un psicólogo. Nada ni nadie debe hacerte tanto daño y tampoco tienes que recorrer un duelo a solas.

Sara González Juárez

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