Uno de los mayores clichés del cine es aquel en el que dos amigos de toda la vida (y generalmente del sexo opuesto) se dan cuenta, cuando queda muy poco para que lleguen los créditos, de que siempre han estado hechos el uno para el otro, pero nunca antes se habían percatado. En la vida real, parece un poco más complicado acabar saliendo con aquel colega del que sabes todas las intimidades y con el que sueles ahogar las penas con una fresca y espumosa cerveza.
Pues, en realidad, podría no ser tan complicado.
Un nuevo estudio, publicado en ‘Social Psychology and Personality Science’ sugiere que los romances, en los que las parejas comienzan como amigos en lugar de ser simples extraños (o conocidos), son mucho más frecuentes. En otras palabras, que podrían ser la regla y no la excepción a las relaciones románticas, aunque sorprendentemente se haya pasado por alto durante décadas.
El 68% de las relaciones románticas comienzan con la pareja siendo, antes, amiga
Para ser exactos y según informa ‘Psychology Today‘, los investigadores estimaron que el 68% de las relaciones románticas comienzan con la pareja siendo, antes, amiga. Se basa en datos de un informe de siete estudios separados, en los que se pidió a 1.897 personas que participaban en la muestra que respondieran a la siguiente pregunta: ¿Cuál era la relación con tu pareja antes de involucrarte sentimentalmente con ella? (a) amigos (b) un amigo de un amigo (c) conocidos (d) compañeros de trabajo (e) extraños (f) otros.
Los investigadores descubrieron así que el 80% de las investigaciones anteriores se habían centrado en ‘salir con un conocido’ o bien ‘salir con un extraño’, y que muy pocas habían explorado el camino de ‘amigos primero’. Para comprender mejor la dinámica del camino que dirige a los amigos hasta el romance, los científicos pidieron a los participantes que evaluaran las cualidades de las relaciones entre amigos primero. Descubrieron así que el camino de amigos a amantes se calificó como la mejor manera de iniciar un romance, por encima de otras opciones como amigos en común, la universidad o el trabajo. Curiosamente, también se dieron cuenta de que los romances que comenzaban por aplicaciones o sitios web, así como las citas a ciegas, eran dos de las peores formas para iniciar un romance.
Según el estudio, estas son las preferencias:
1. Amigos
2. A través de amigos
3. En la universidad/colegio
4. En una fiesta (o reunión social)
5. En un lugar de culto o comunidad religiosa
6. En el trabajo
7. Por conexiones familiares
8. En un bar o club social
9. En foros o redes sociales
10. En una aplicación de citas
11. En una cita a ciegas
Los científicos descubrieron que solo el 18% de las personas informaron que se hicieron amigos intencionalmente porque se sentían previamente atraídos entre ellos. Era mucho más común que trabaran amistad de forma natural y luego comenzaran a interesarse mutuamente, después de conocerse. En promedio, los que habían sido amigos antes que pareja lo fueron durante casi dos años, antes de empezar a salir.
En promedio, los que habían sido amigos antes que pareja lo fueron durante casi dos años, antes de empezar a salir
Otra investigación sugiere que el atractivo físico juega un papel importante o incluso fundamental en el camino hacia el romance de esos que antes eran amigos. Un estudio de 2015 descubrió que, cuanto más diferentes eran las parejas en las calificaciones de atractivo físico, más tiempo tardaban en conocerse antes de entablar una relación romántica. En otras palabras, las parejas que se conocían menos de un año antes de salir solían ser igualmente atractivas físicamente (hombres atractivos con mujeres atractivas, hombres no tan atractivos con mujeres no tan atractivas). Aun así, las parejas que se conocían desde hace más de un año antes de salir con alguien no mostraron evidencia de similitud en el atractivo físico.
En conclusión, según los investigadores, estudiar la iniciación de los amigos puede ser una empresa fructífera que no solo promete expandir las teorías existentes sobre la iniciación de relaciones, sino que también promete arrojar luz sobre nuevos aspectos de la iniciación de relaciones que podrían cambiar nuestra comprensión de cómo comienzan y progresan las relaciones románticas.