Al no sentirte valorado por los demás puede que pienses que eres insuficiente o que los otros son unos interesados. La realidad es que es solo un reflejo del valor que tú mismo te estimas.
¿Cuántas veces has pensado lo injusto que resulta que lo des todo por tus seres queridos y estos no lo agradezcan? Te desvives por tu pareja, por tus hijos y por tus amigos; estás pendiente de sus necesidades y siempre dispuesto a hacerles cualquier favor. Eres generoso y considerado con los demás y, sin embargo, no te sientes valorado por ellos. Ante esta situación que puede resultar tan dolorosa, es necesario volver la mirada hacia nosotros mismos.
Cuando damos todo y no recibimos nada, cuando sentimos la ingratitud de nuestro entorno, una oleada de emociones negativas se apoderan de nosotros. Por un lado, nos sentimos insuficientes, nos preguntamos qué más hemos de hacer para ser reconocidos y apreciados, qué hay mal en nosotros. Por otro lado, sentimos ira y rencor hacia aquellos que no parecen capaces o dispuestos a percibir y agradecer todo lo que hacemos por ellos.
Esto daña la autoestima y la confianza y también deteriora las relaciones. Pues cuando no te sientes valorado reaccionas, reprochas y te frustras por no comprender ese trato injusto que recibes. La realidad es que el único trabajo posible a realizar es con nosotros mismos, por ello hemos de comprender qué nos mueve y qué podemos hacer al respecto.
- 8 grandes predicciones para Google en 2021, según los expertos: nuevas compras para Google Cloud y una «sorpresa» en Maps
- De un duro 2020 a un incierto 2021: los retos del ecosistema emprendedor español para el nuevo año
- Microsoft está trabajando en un «rejuvenecimiento visual radical» de Windows 10 que llegaría a finales de año
- Segmentación: no es como ir al casino o jugar al tiro al blanco
- 13 series míticas de los 80, 90 y 2000 que vuelven en 2021 con nuevas temporadas, especiales o ‘reboots’
- Uber dice que en 2021 dejará por fin de perder dinero: estos son los pasos que su CEO está dando para conseguirlo
- Posicionamiento SEO de Webs en Google: ¿Cómo hacerlo en el 2021?
- Las empresas tendrán que recorrer el túnel más largo del mundo hasta llegar al verano
- Cómo ver la TV en el móvil gratis y de manera totalmente legal gracias a TDTChannels
- 11 startups de micromovilidad que están revolucionando el transporte urbano
- Guía para montar un negocio antes de dejar tu puesto de trabajo
- 7 consejos (no fórmula, ni libreto) para cambiar tus resultados en 2021
- Twitter ha comprado una aplicación de podcasts para añadir experiencias de audio a su plataforma
- Siete startups que están aprovechando la enorme oportunidad del teletrabajo
- 11 fechas que marcarán la economía española en 2021, desde el fin de los ERTE hasta el final del calendario de vacunación del coronavirus
¿Por qué no te sientes valorado?
Das para recibir
Queremos creer que nuestros actos son generosos y desinteresados y responden al amor que sentimos por quienes nos rodean. Sin embargo, en muchas ocasiones no son estos sentimientos los que nos mueven.
Cuando se ha recibido una crianza inadecuada y se ha establecido en la infancia un vínculo de apego inseguro, las consecuencias permanecen incluso en la edad adulta. Si crecimos inseguros respecto al afecto y cuidado que podíamos esperar de nuestros padres o principales figuras de referencia, posiblemente aprendimos a tratar por todos los medios de obtener y mantener ese aprecio.
Cuando estas personas crecen sienten un verdadero temor al abandono y al rechazo y son capaces de ignorar sus propios deseos y necesidades por complacer a otros. Sin embargo, no lo harán porque los amen, sino porque tienen miedo de no ser amados.
Cuando das para recibir, esto no procede de un lugar genuino sino del temor y la angustia. Por ello es muy probable que, si actúas desde esta herida infantil, no te sientas valorado por mucho que hagas por los demás.
Enseñas a los otros cómo tratarte
Cada instante, con cada una de nuestras acciones, estamos enseñando a los otros cómo tratarnos. Somos nosotros quienes decidimos nuestro valor y se lo mostramos al resto. Cuando caes en la trampa de ser excesivamente complaciente, le muestras a los demás que estás siempre disponible para ellos, aun cuando eso te daña o te disgusta.
Les enseñas que tu tiempo no es valioso, que tus opiniones no son importantes y que ellos están por encima de ti. Aunque suene duro, esto es realmente lo que nos hacemos a nosotros mismos y, por ende, lo que enseñamos a los demás a hacer. Eres tú quien no se valora cuando antepones los deseos y necesidades de otros a los tuyos.
Si no te sientes valorado, comienza a valorarte
En definitiva, el trato que te dan los demás es el reflejo del trato que tú te das a ti mismo. Si otros no valoran tu tiempo, es porque tú no les das valor, entregándoselo a ellos antes que a ti, estando siempre disponible. El reconocimiento, el respeto y el afecto que buscas fuera es el que te falta interiormente.
Es imprescindible comprender que el amor propio no es egoísmo, que es lícito y saludable tenernos en cuenta en primer lugar. Si quieres sentirte valorado, empieza a valorarte. Observa tu herida infantil, trabájala, sánala y en ese momento podrás empezar a dar por amor y no por miedo al abandono
Acostúmbrate a escucharte, a saber lo que quieres y necesitas en cada momento y dátelo. No temas decir no, no te sientas culpable por decidir y poner límites. Cuando tú te valores los demás comenzarán a apreciar y agradecer lo que puedes ofrecer. Y, si esto no ocurre, tendrás la fuerza para alejarte de quien no lo haga, en paz. Ya no te preguntarás que hay de malo en ti porque sabrás que no hay nada malo. Cuando tú te reconoces no necesitas el reconocimiento de los demás.
Este artículo ha sido escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz