Puedes morir de placer, literalmente: practicar sexo puede provocarte un paro cardiaco

La ciencia ha establecido un amplio consenso en la sociedad sobre los múltiples beneficios que implica practicar el sexo. Reduce el estrés, refuerza el sistema inmunitario, te hace dormir mejor, ejercita el suelo pélvico, crea intimidad… Pero también puede provocarte la muerte.

El 0,6% de los casos de muerte súbita están relacionados con el sexo. Algunas personas mueren durante el acto o poco después de hacerlo, y esto ocurre por el esfuerzo físico que implica la actividad sexual, aunque también se relaciona con la influencia que pueden tener algunos medicamentos recetados para tratar, por ejemplo, la disfunción eréctil.

El riesgo de una muerte súbita cardiaca es mayor a medida que una persona envejece. Un estudio forense publicado en Forens Sci Med Pathol realizado sobre 32.000 muertes súbitas en Alemania determinó que el 0,2% de los fallecimientos se produjeron durante la actividad sexual. 

Pero además, la mayor parte de estas muertes súbitas se produjo en hombres, la mayoría de ellos con una edad media de entorno a los 60 años. Otros estudios publicados en otros países como Corea del  Sur, Francia o Estados Unidos también demuestran resultados muy parecidos.



Por desgracia, estas muertes no solo se dan en personas de avanzada edad. También ocurren a personas jóvenes.

Un estudio publicado por la Universidad St George de Londres en la revista JAMA Cardiology investigó 6.847 casos de muerte súbita ocurridas entre 1994 y 2020. De ellas, el 0,2% se produjeron durante la actividad sexual o una hora después del acto, y la edad promedio fue de 38 años.

Otro dato interesante, y que muestra un porcentaje más alto que estudios anteriores, se encuentra en la incidencia de estas muertes en mujeres. El estudio británico comprobó que el 35% de estos casos se dieron en mujeres.

¿Pero estas muertes tienen que ver con el estado de salud de la persona? Pues en el 53% de los casos el corazón era estructuralmente normal y la causa de la muerte no fue provocada por una salud deteriorada, sino por un ritmo cardíaco anormal llamado síndrome de muerte súbita arrítmica.

Los investigadores han explicado que un ritmo del corazón alterado puede provocar la falta de oxígeno, y ello puede conducir a un paro cardíaco repentino.

Para no dejar de practicar sexo por miedo a padecer un paro cardiaco repentino, los expertos recomiendan visitar un cardiólogo para hacer revisiones sobre el estado de salud del corazón.

Iván Zambrano

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