Imagina estar en el salón de casa descansando en el sofá y viendo las noticias en la tele. En ese momento no hay ninguna persona más en el domicilio, pero ves algo. Es una figura extraña, puede que de multitud de colores o incluso en blanco y negro. Sabes que es una alucinación, pero no te explicas por qué estás viendo algo que no existe.
Muchas personas sufren en algún momento de su vida este tipo de alucinaciones, sobre todo aquellas que tienen la vista deteriorada —como por ejemplo, algún problema en la retina o en el nervio óptico–. Y no, no es un trastorno psiquiátrico ni tampoco demencia senil. Esas alucinaciones tienen nombre: síndrome de Charles Bonnet.
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“Las personas que padecen este síndrome tienen alucinaciones muy reales. En ellas, pueden ver su entorno bajo proporciones distorsionadas, pintado de colores explosivos y ‘habitado’ por objetos inanimados que cobran vida, personas, animales, formas y sombras inexistentes”, explican desde Opticalia, que añaden que dichos episodios pueden durar desde unos segundos a una hora.
Estas alucinaciones solo afectan a la vista –ya que no inciden en otros sentidos— y suelen estar caracterizadas por visualizarse como patrones regulares, distorsiones faciales o por la visión de múltiples formas de una misma imagen. Pero las personas que sufren este síndrome también pueden tener distorsiones, como por ejemplo, ver todo más pequeño o más grande de lo que realmente es.
La explicación a este síndrome que sufren un 15% de personas con problemas de visión graves —la cifra de afectados va en aumento, según Opticalia—, está en el propio cerebro, que activa los mismos procesos que cuando se sueña o se tienen pesadillas.
El doctor Francisco Penadés, especialista de la Unidad de Retina de la Clínica Baviera de Valencia, ha declarado en El Mundo que se trata de un “mecanismo de compensación” que produce el cerebro como respuesta a dejar de recibir estímulos visuales. “Es el equivalente al miembro fantasma que sienten las personas amputadas», explica.
La fatiga, el estrés, pero también el aislamiento social y la baja calidad de los contactos sociales pueden ser determinantes en la aparición de estas alucinaciones. Un estudio publicado por el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) durante la pandemia determina que las personas con este síndrome que se sintieron solas experimentaron una exacerbación de las alucinaciones visuales.
Para tratar este síndrome, las evidencias científicas señalan como fundamental un tratamiento para el déficit visual. Asimismo, los resultados del estudio del HSN sugieren que el aumento de las interacciones sociales, la práctica de ejercicio físico y la reducción de la exposición a las noticias pueden ayudar a aliviar los síntomas en CBS.