Tras toda una vida en Nueva York, en 2021 cambié mi abono de metro por un billete de avión y ya no he dejado de viajar. He estado en 12 países desde entonces, y en 50 países en los últimos 15 años como periodista de viajes a tiempo completo.
Aunque mi carrera como redactora de viajes me permite disfrutar de algunas ventajas, como una estancia gratuita en un hotel o un billete de avión, en los últimos años he aceptado menos colaboraciones y he conseguido aumentar mis ahorros más que nunca.
No he recurrido a engaños, todo lo que he necesitado ha sido investigación y un poco de disciplina. Estos son los tres consejos para ahorrar dinero que me ayudan a permitirme un estilo de vida nómada.
1. Elijo destinos donde el dólar estadounidense tiene más valor
No suelo viajar a Escandinavia, Reino Unido ni a destinos nacionales caros como Hawái o Miami. Es demasiado difícil ajustarse a un presupuesto de alojamiento en estos destinos.
Por supuesto, esto no siempre es una ciencia exacta. Que un país tenga un tipo de cambio favorable no significa que siempre sea asequible.
Por ejemplo, una vez me quedé atrapada en Filipinas porque era el Año Nuevo Lunar, un detalle en el que no pensé hasta que llegué allí. Durante esta megafiesta, los precios son altísimos y los vuelos entre islas están prácticamente agotados.
Eso me dejó varada en Boracay durante 11 días hasta que pude permitirme un vuelo de salida. Es cierto que hay lugares peores en el mundo para estar «atrapado», pero no podía permitirme hacer mucho más que sentarme en la playa. ¿La lección? Comprueba siempre la temporada alta antes de viajar.
En la mayoría de los casos, quedarse en países con buenos tipos de cambio del dólar es una buena decisión. Mi marido y yo pasamos noviembre de 2023 en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. El tipo de cambio allí era de 1 USD = 18,96 ZAR, que es extremadamente bueno para las cuentas bancarias estadounidenses.
He aquí un desglose de algunos de nuestros gastos:
- Alquilamos un alojamiento de Airbnb de una habitación por 1.200 dólares (1.100 euros). Dividiéndolo con mi marido, me gasté 600 dólares (550 euros), ciñéndome así a mi presupuesto máximo de alojamiento de 1.000 dólares (916 euros).
- Mi marido y yo fuimos en Uber a todas partes en Ciudad del Cabo. Suena extravagante, lo sé, pero cuando el viaje medio en la ciudad cuesta 50 zares (2,60 dólares –2,38 euros–, o menos que un viaje en el metro de Nueva York), es muy asequible darse tantos lujos.
- Las actividades también eran asequibles: salir a cenar para dos con una botella de vino cuesta unos 40 dólares (36,70 euros) en total. Además, Ciudad del Cabo está repleta de rutas de senderismo y playas, por lo que es fácil entretenerse por poco dinero.
2. Estoy abierta a la idea de cuidar casas
He utilizado apps de ofertas de hoteles como Hotels.com y HotelTonight, e incluso he reservado habitaciones privadas en albergues cuando estoy realmente en un apuro, pero mi forma favorita de ahorrar en alojamiento es utilizar la red Trusted Housesitters.
Trusted Housesitters es una red online de dueños de casas y mascotas aprobados y cuidadores de mascotas viajeros que establecen intercambios: cuidado gratuito de mascotas por un alojamiento gratuito. Descubrirlo nos cambió la vida. La plataforma ofrece oportunidades en todo el mundo, así que siempre que me dirijo a un destino caro compruebo las posibilidades de cuidar mascotas. Me ha ahorrado dinero en California, Colorado e incluso en Hawái.
Si esto te suena un poco raro, no eres el único: todo el mundo al que se lo contamos piensa que estamos un poco locos por quedarnos en casa de otra persona y cuidar de sus mascotas.
La verdad es que yo misma era escéptica respecto al concepto, pero en los casi tres años que llevamos utilizando el programa, nunca he tenido una experiencia negativa. He oído algunas historias bastante malas de otras personas –casas sucias, cuidadores que fuman en el interior–, pero nuestras experiencias siempre han sido positivas.
Creo que se debe a que somos muy meticulosos en nuestro proceso de selección. Hemos aprendido a solicitar solo casas que tengan montones de fotos y reseñas de anteriores cuidadores.
También concertamos una cita por FaceTime con los propietarios con mucha antelación, y a veces llegamos un día antes para cenar y conocer a nuestros anfitriones en persona.
Mi mayor consejo es que mantengas la mente abierta y gestiones las expectativas; esto no es un alojamiento de Airbnb ni un hotel. Aunque puedes buscar y solicitar casas por ubicación, muy rara vez esa ubicación estará en la parte más popular de la ciudad. Tienes que ser flexible y estar dispuesto a ceder.
Si piensas utilizar Trusted Housesitters fuera de Estados Unidos, comprueba los requisitos legales de entrada del país.
Las normas y restricciones de viaje, incluidos los visados necesarios, etc. varían de un lugar a otro y deben confirmarse antes de aceptar una estancia en un país extranjero.
3. Tengo en cuenta qué, cuándo y dónde como
Si eres como yo, la comida es una de las mejores partes de los viajes. Me encanta probar restaurantes en nuevos destinos y degustar la cocina local, así que también puede ser donde más dinero gasto si no tengo cuidado. Por eso tengo que hacer algunas concesiones.
Cuando viajo, intento asegurarme de que tengo acceso a algún tipo de cocina, ya sea en una casa o en un alojamiento de Airbnb. Hago acopio de víveres para asegurarme de que puedo hacerme al menos dos comidas al día.
Normalmente, me preparo el desayuno y la comida y luego ceno fuera. Si estoy mucho tiempo en un destino, suelo hacer las tres comidas en casa. Y si estoy en un viaje por carretera, llevo una nevera llena de bocadillos y tentempiés.
Por supuesto, sería maravilloso hacerlo todo en cada viaje. Pero para alguien que pasa casi el 100% de su tiempo viajando, no es una opción sostenible ni factible.
No todo el mundo viaja tan a menudo como yo, pero a todo el mundo le gustan los consejos para ahorrar dinero. A mí me han servido mucho en mi transición a una vida a tiempo completo en la carretera.