Un fármaco de moda provoca decenas de embarazos por sorpresa

La semaglutida (Ozempic) se ha convertido en uno de los fármacos más polémicos de los últimos años. Si bien se concibió como un medicamento para tratar la diabetes, la publicidad mediante redes sociales de uno de sus efectos secundarios ha llevado a que muchas personas lo busquen para perder peso. Es cierto que puede causar falta de apetito y reducción de la masa corporal, pero a su vez otros posibles efectos adversos a los que no debería arriesgarse nadie si no es por una causa justificada. En países como España, donde se suministra con receta, su venta está controlada, mientras que en otros lugares ha llegado a haber un serio desabastecimiento en las farmacias. Ahora, por si todo eso no fuese suficiente motivo de preocupación, se ha hecho público un nuevo capítulo de esta historia que no ha dejado indiferente a nadie: los embarazos por Ozempic. 

Cada vez son más las mujeres que anuncian embarazos por Ozempic en raras circunstancias. Algunas tomaban anticonceptivos, pero estos aparentemente dejaron de hacer efecto al ingerirse junto a la semaglutida. Otras tenían problemas previos de fertilidad, que aparentemente se solucionaron con este fármaco.

Esto puede verse como una buena noticia para las del segundo grupo, en caso de que quisieran ser madres. Pero a su vez es un gran problema para las del primero. Además, en el prospecto de Ozempic se recomienda que se deje su consumo en caso de estar buscando un embarazo. Esto se debe a que no se sabe si puede ser peligroso para el feto. Por todo esto, de nuevo, es importante advertir que el consumo de semaglutida no es un juego y que solo se debería recurrir a él en caso de que sea realmente necesario.

El doble combo de la semaglutida

La semaglutida es un agonista de los receptores del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1). Esto significa que imita a la hormona GLP-1, que normalmente se libera en el tracto gastrointestinal como respuesta al consumo de alimentos. Esto provoca que el organismo produzca más insulina para procesar la glucosa liberada de la digestión de los mismos. Por lo tanto, ayuda a las personas diabéticas que no generan suficiente insulina naturalmente.

Además, dado que la GLP-1 se segrega con el consumo de alimentos, es capaz de actuar sobre las zonas del cerebro responsables de la sensación de saciedad. Por eso nos sentimos llenos cuando comemos. Si no fuese así, ingeriríamos mucha más comida de la que necesitamos.

Dado que Ozempic imita a esa hormona, también produce sensación de saciedad y ayuda a perder peso. Es el motivo por el que se ha hecho tan viral, pero tiene una doble cara, pues también puede producir náuseas, vómitos, acidez estomacal y otros muchos efectos que, en casos extremos, resultarían más que molestos.

El origen de los embarazos por Ozempic

Ahora sabemos que entre esos efectos secundarios se encuentran los embarazos por Ozempic. En un artículo para The Conversation, los investigadores  Karin Hammarberg y Robert Norman han explicado que en el caso de las mujeres con problemas de fertilidad este efecto inesperado puede deberse precisamente a la disminución de peso. Hay muchos estudios que demuestran que la infertilidad y la obesidad pueden estar relacionadas. Por eso, si se revierte una de las dos situaciones, también pueden esperarse cambios en la otra. Ahora bien, siempre será mucho mejor tratar esa obesidad de otra forma, sin recurrir a medicamentos.

En cuanto a las mujeres que toman anticonceptivos, los embarazos por Ozempic pueden deberse a la interacción entre los dos fármacos. De hecho, es bastante común que los anticonceptivos orales pierdan efecto si se toman junto a otros medicamentos, como los antibióticos. Todo esto puede advertirse si el fármaco lo pauta un sanitario, pero cuando se toma libremente para perder peso llegan estas situaciones.

¿Y ahora qué?

Los embarazos por Ozempic son una muestra más de que este fármaco no es un caramelo. Debe tomarse sujeto a prescripción médica y teniendo en cuenta una serie de pautas. Por eso, la situación actual debería servir para reducir esa fiebre por perder peso con semaglutida a la que nos llevamos exponiendo durante años.

Ante todo, deberíamos entender que perder peso no debe ser el objetivo vital de una persona, sobre todo si ese peso no está causando problemas de salud. Debemos aprender a tener una vida saludable, comer adecuadamente y practicar ejercicio físico, por nuestra salud física y mental. No nos olvidemos de la segunda, pues es tan importante como la primera. Si nos obsesionamos con perder peso de cualquier manera, nos estamos olvidando claramente de ella.

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