Muchos problemas de seguridad o privacidad surgen por desconocimiento y por comodidad. El caso de Rubiales con su correo de Gmail es el de muchos de nosotros. Para qué queremos usar varias direcciones si con una nos bastamos. Como mucho, separamos nuestra vida personal de la laboral con dos emails, pero a veces ni eso. Y el resultado es que dejamos migas de pan en forma de perfiles y registros que utilizan la misma dirección. E incluso las mismas contraseñas.
Para empezar, Rubiales debería tener una dirección de correo electrónico de trabajo, o profesional, y otra personal. Por separado. En especial, si vas a compartir un documento con todo el mundo que permite saber cual es tu dirección de email. Lo mejor que te puede pasar es que recibas spam en grandes cantidades. Lo peor es que alguien pueda averiguar en qué sitios te has registrado con ese mismo email.