Netflix fía su futuro a la IA y a la publicidad, cuyos ingresos prevé duplicar en 2025

Netflix no retira el pie del acelerador y durante el segundo trimestre del año siguió contando con la lealtad de sus millones de suscriptores en todo el globo. Entre abril y junio de 2025 la facturación de la empresa de Los Gatos pegó un brinco del 16% hasta los 11.080 millones de dólares (alrededor de 9.550 millones de euros). Con tan abultadas cifras la plataforma de vídeo en streaminng se las ingenió para rebasar ligeramente las expectativas de los analistas.

En el capítulo referido a los beneficios, Netflix sacó igualmente músculo. En el segundo trimestre del años sus ganancias escalaron más del 45% hasta los 3.125 millones de dólares.

Durante los últimos tres meses Netflix continúo ampliando su base de suscriptores, aunque no proporcionó cifras específicas a este respecto. La compañía no hace pública este dato desde el año pasado.

Al incremento sostenido de la facturación de la compañía habrían contribuido los precios al alza de las suscripciones y el aumento de los ingresos emanados de la publicidad. Netflix espera duplicar, no en vano, sus ingresos publicitarios en 2025.

La compañía ha revisado, por otra parte, al alza sus previsiones de facturación para el año 2025 aduciendo como razones la solidez de su negocio y la creciente debilidad del dólar (que aumentará a la postre el valor de sus ingresos procedentes del extranjero). Netflix espera finiquitar el año con una facturación de entre 44.800 y 45.200 millones de dólares. Antes de ajustar al alza sus previsiones de facturación, la compañía estimaba que su facturación anual se movería en una horquilla de entre 43.500 y 44.500 millones de dólares.

Netflix, que el año pasado bajó el telón con 301,6 millones de suscriptores a su vera, concitó el interés de la audiencia durante el último trimestre con la tercera temporada de la exitosa serie surcoreana El juego del calamar, entre otras producciones.

La IA estará cada vez más presente en las producciones de Netflix

En el último trimestre Netflix estrenó además una interfaz de usuario mejorada cuyo diseño pretende ayudar a los usuarios a encontrar el contenido en el que están interesados con mayor celeridad y les provee también de mejores recomendaciones. «Ahora el Netflix que ve el martes por la noche es diferente del que ves el sábado por la tarde», explicó Greg Peters, coCEO de Netflix, sobre la nueva interfaz de usuario altamente personalizada de la plataforma de vídeo en streaming.

Durante la presentación de sus últimos resultados trimestrales Netflix anunció, por otro lado, su intención de apostar en mayor medida por la IA en sus producciones. De acuerdo con Ted Sarandos, coCEO de Netflix, la IA brinda a la compañía la oportunidad de filmar series y películas no solo más económicas sino también mejores.

Sarandos puso como ejemplo la serie argentina El Eternauta, donde la escena del colapso de un edificio en la ciudad de Buenos Aires se generó con el soporte de la IA. Gracias a la IA esa escena, que fue la primera generada con esta tecnología en una producción de Netflix, se filmó con menos dinero y también diez veces más rápido que si la compañía hubiera recurrido a los efectos especiales convencionales, aseveró Sarandos.

Con la entrada en escena de la IA, capaz de generar vídeos a partir de «prompts» y sin utilizar una sola cámara, la producción audiovisual parece abocada a un importante revolución. Sin embargo, el uso de la IA plantea también problemas directamente emparentados con el «copyright», que esta tecnología no siempre respeta adecuadamente.

Se da la circunstancia de que la IA fue uno de los detonantes de la huelga de actores y guionistas que se produjo hace aproximadamente dos años en Hollywood. Y con su apuesta por esta tecnología, Netflix no hará sino aumentar la presión sobre sus rivales, que podrían verse forzados también más pronto que tarde a arrojarse en los brazos de la IA.

Hace unos meses James Cameron, el aclamado director de Titanic y Avatarconfesó que el uso de la IA en Hollywood podría convertirse en absolutamente imperativo. Con esta tecnología los costes de producción podrían verse rebajados, al fin y al cabo, a la mitad.

Esther Lastra

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