Todos conocemos a la típica familia formada solo por hijos o con suficientes hijas para montar un equipo de fútbol sala femenino. Se trata de parejas que desafían al azar, de modo que, cada vez que procrean, la moneda cae siempre del mismo lado. El sexo del bebé debería variar con una probabilidad del 50 %, pero en estos casos todo se decanta hacia hijos del mismo sexo. ¿Por qué?
Esta es una pregunta que muchos nos hemos hecho alguna vez al conocer a una de estas familias. Podría ser un simple sesgo de confirmación. Es decir, no nos fijamos en las familias compuestas por 4 niñas y 3 niños, sino en las que quienes tienen 7 hijos del mismo sexo. Los demás pasan desapercibidos ante nuestros sesgos. Esto sería lo más probable. Sin embargo, según un nuevo estudio publicado por científicos de la Escuela de Salud pública Chan de Harvard, sí que podría haber algo que influya en que ciertas mujeres solo traigan al mundo hijos del mismo sexo.
Para su investigación utilizaron registros de una base de datos de 58.007 mujeres. Vieron que, efectivamente, la cantidad de mujeres que habían tenido hijos del mismo sexo no se correspondía con lo lógico si el sexo del bebé tuviese un 50 % de probabilidad de ser niño o niña. Había muchos casos de hijos con el mismo sexo. Una vez observado este dato, buscaron posibles explicaciones que decantaran la balanza hacia un lado u otro y encontraron tanto cuestiones ambientales como genéticas. Hay científicos que siguen encontrando lagunas en este estudio y sostienen que el sexo de un bebé es solamente una cuestión de azar. El debate está abierto, pero veamos qué es lo que han observado estos investigadores.
¿Por qué es tan raro que alguien tengo solo hijos del mismo sexo?
El sexo del bebé lo determina el espermatozoide que logra fecundar el óvulo. Un óvulo solo puede aportar un cromosoma X, mientras que los espermatozoides pueden llevar una X o una Y.
Tanto los óvulos como los espermatozoides son células, pero tienen una diferencia con el resto de células humanas (también los tienen otros animales, pero nos estamos centrando en los humanos). Mientras que el resto de células tienen 46 cromosomas distribuidos en 23 pares, los óvulos y espermatozoides, conocidos como gametos, solo tienen 23 cromosomas. Así, cuando se unan en la fecundación, podrán dar lugar a un zigoto del que surgirán células de 46 cromosomas: 23+23.
El proceso en el que se produce esa separación de cromosomas que deja a los gametos solo con la mitad se conoce como meiosis. Dado que las células masculinas tienen cromosomas XY, el 50 % de espermatozoides se quedará con la X y el 50 % con la Y. Eso indica que hay un 50 % de posibilidades de que uno y otro llegue hasta el óvulo, de modo que la selección del sexo del bebé debería ser como tirar una moneda al aire. Pero, según lo que muchos hemos creído intuir alguna vez y, sobre todo, según el nuevo estudio de Harvard, no es algo tan aleatorio.
En el pasado se pensaba que la capacidad de nado de los espermatozoides podría variar según si llevan un cromosoma X o Y y que eso podría influenciar el sexo del bebé, pero esas investigaciones están prácticamente descartadas por completo.
¿Qué decanta la balanza hacia solo un sexo?
El primer dato que llamó la atención de estos científicos fue que las mujeres que comenzaban a tener hijos a una mayor edad eran más propensas a que el sexo del bebé fuese siempre el mismo. Ocurría lo mismo con las que tenían muchos hijos. Posiblemente, esto último no sea más que una casualidad, ya que, cuando alguien tiene un primer hijo, no hay nada que determine cuántos tendrá después. Por lo tanto, no sería lógico que esto influyese en el sexo del bebé.
Sí que podría haber algo relacionado con la edad, pero sobre todo con la genética. Y es que, según vieron estos científicos, hay un gen llamado CYP2U1 que parece influenciar que una mujer tenga solo hijos del mismo sexo. Por otro lado, vieron que las que poseen una variante concreta del gen NSUN6 solían tener solo hijas, mientras que las que portaban una variante del gen TSHZ1 tendían a tener únicamente niños.
Entonces, ¿se puede asegurar que el sexo del bebé no es aleatorio?
La respuesta es que no. Estos científicos han realizado su estudio con datos de 58.000 mujeres, lo cual supone una muestra muy grande. Sin embargo, otras investigaciones en las que se incluyen datos de millones de mujeres no indican lo mismo. En esos casos sí que se ve una clara aleatoriedad.
Según los científicos de Harvard, los datos podrían alterarse por los casos de parejas que siguen teniendo hijos hasta tener el sexo deseado. Por ejemplo, si quieren una niña y solo tienen hijos, pueden tener 4 o 5 varones hasta que el sexo del bebé sea el que deseaban. En ese caso figuraría como una pareja con hijos de distintos sexos, pero si se elimina ese dato anómalo los resultados vuelven a cuadrar con su hipótesis.
Aun así, otros científicos sostienen que su estudio no es suficientemente variado. El 95 % de las participantes son mujeres blancas de los Estados Unidos. Se necesita una muestra con más variabilidad para poder dar los resultados como algo más concluyente. Eso es cierto. Sin embargo, es un hilo interesante del que tirar. Y es que puede que sí que haya mucho sesgo de confirmación en todo esto, ¿pero quién sabe?, quizás también haya algo de ciencia que explique el desequilibrio. Al fin y al cabo, ni siquiera tirar una moneda es totalmente aleatorio.