María Cristina Clemente, notaria: «Si compras un piso estando soltero, te casas en gananciales y pasa a ser vivienda habitual, la casa pertenece a los dos»

Uno de los errores más habituales a la hora de comprar una vivienda antes del matrimonio es pensar que, al haberla adquirido antes de cambiar de estado civil, el bien seguirá siendo exclusivo del comprador, sin importar lo que suceda posteriormente. Sin embargo, no siempre se cumple esta premisa, ya que en función de las circunstancias todo puede cambiar, tal y como se ha encargado de asegurar la notaria María Cristina Clemente a través de un video publicado en su cuenta de TikTok (@notariabuendia).

La experta explica claramente lo que sucede cuando se compra un piso estando soltero y luego “te casas en gananciales y se convierte en la vivienda habitual”, haciendo que “el piso pasa a ser de los dos desde el día de la boda”, en lo que se trata de un punto que hay que tener muy en cuenta a la hora de decidir el régimen económico matrimonial.

De acuerdo con lo estipulado en el artículo 1.354 del Código Civil, se confirma que cuando una vivienda es comprada por un solo de los cónyuges antes del matrimonio, será un bien privativo. Sin embargo, si tras la celebración de la boda en régimen de gananciales esa vivienda pasa a ser el domicilio habitual de la pareja, se entiende que es parte de la sociedad de gananciales en proporción a las aportaciones hechas por ambas partes desde ese momento.

Este asunto es habitual objeto de discusión, y es que está extendido el pensamiento de que todo aquello que se ha adquirido antes de la boda es del comprador al 100%, pero esto no ocurrirá si la vivienda pasa a ser el hogar familiar y se paga con dinero común. De esta forma, a pesar de que el inmueble siga figurando a nombre de un solo cónyuge, en la práctica podrá dejar de ser totalmente suyo.

Esto se da, por ejemplo, cuando el préstamo hipotecario sigue pagándose tras celebrar la boda con los ingresos de ambas partes, lo que lleva inmediatamente a que la otra parte empiece a tener derechos sobre el inmueble. De esta forma, no solo hay que tener en cuenta la titularidad, sino también la forma en la que se usa el inmueble y su financiación.

Cómo evitar conflictos futuros

Este asunto suele generar importantes dudas entre los implicados, ya que el desconocimiento lleva a pensar en que cada uno será propietario de la vivienda si la ha comprado antes del matrimonio a pesar de casarse en gananciales. Además, hay quienes se plantean preguntas relacionadas con lo que sucedería en caso de divorcio o fallecimiento.

María Cristina Clemente recomienda otorgar una escritura de determinación de carácter ganancial, un documento que tiene coste fiscal cero, en el que no hay que pagar ni por donaciones, ni por transmisiones patrimoniales, y que tampoco supone ningún importe en IRPF o plusvalía municipal.

De esta manera, la parte del inmueble que ha sido adquirida con dinero ganancial pasará a quedar registrada y protegida de una manera formal. Es un paso que puede ser clave para evitar conflictos futuros, sobre todo cuando se produce una ruptura y uno de los miembros plantea la venta de la vivienda.

Si no se determina ese carácter ganancial de manera oficial, el propietario tendrá que obtener el consentimiento del otro cónyuge para así poder disponer de la totalidad del inmueble en cuestión.

Ana Huergo

Deja una respuesta