Hay casos en España en los que es imposible comprar una vivienda: sin ahorro, sin un trabajo indefinido, sin una remuneración anual suficiente… entre otras. Sin embargo, muchos analistas y expertos inmobiliarios tienen claro que si puedes comprarla, sea como sea, adelante, porque como dice Natalia de Santiago, especialista en finanzas, «comprar una casa te va a hacer más rico el día de mañana» y da dos razones, durante una intervención en Aula Talks.
Todo ello en una situación donde el acceso a la vivienda en España se ha convertido en un desafío histórico. Los precios no dejan de subir y para muchos jóvenes resulta casi imposible comprar su primera casa. Sin embargo, esta especialista defiende que adquirir una vivienda sigue siendo una de las mejores estrategias para asegurar un patrimonio sólido y protegerse frente a la inflación.
Según explica, «comprar una casa te va a hacer más rico el día de mañana por dos razones: el valor creciente del inmueble y la reducción de la carga financiera a largo plazo». Dos factores que, bien gestionados, pueden marcar la diferencia en la estabilidad económica futura. Parece que la mayoría de los españoles, no obstante, tienen esto claro, porque es uno de los países mayor porcentaje de propietarios, superando con creces el 70%.
El valor de la propiedad sube con el paso del tiempo
Uno de los puntos clave es que la vivienda tiende a revalorizarse. España atraviesa un ciclo de precios al alza, impulsado por la falta de oferta y la alta demanda en zonas urbanas. En el segundo trimestre de 2025, el precio medio de la vivienda subió un 6,3% interanual, según el INE. Tener un inmueble significa poseer un activo tangible que incrementa la riqueza personal con el paso de los años.
De Santiago destaca que vender una vivienda para comprar otra más barata en la jubilación puede liberar una diferencia de capital muy útil: «Será un refuerzo positivo para afrontar esa etapa con mayor seguridad». Es decir, el hogar no solo es un lugar para vivir, también se convierte en una herramienta de ahorro e inversión.
Hipoteca anticipada: el camino hacia la libertad financiera
El segundo gran beneficio es pagar la hipoteca antes de la jubilación. Dejar de tener este gasto mensual supone liberar una parte importante de los ingresos familiares. Esa liquidez extra puede destinarse a nuevas inversiones, ahorro o consumo, mejorando la calidad de vida en la vejez, sobre todo si tu pensión es baja o medio-baja.
La clave está en planificar bien: elegir una hipoteca ajustada a la capacidad financiera y, si es posible, adelantar amortizaciones. Reducir años de deuda permite ganar tranquilidad y margen económico a medio plazo. Otra cosa serán tus cálculos cualitativos, es decir, qué sacrificar de no gastar ahora para tener cuando estés jubilado, dejando de disfrutar hoy para tener tranquilidad mañana.
Educación financiera: el pilar de las decisiones inteligentes
Durante su intervención en Aula Talks, Natalia de Santiago insistió en que la educación financiera es la base para tomar buenas decisiones. Saber cómo funciona una hipoteca, entender los riesgos del mercado inmobiliario y calcular escenarios futuros permite minimizar errores.
Esto cobra especial importancia entre los jóvenes y, en particular, entre las mujeres, quienes suelen enfrentar mayores dificultades para acceder a financiación. Con formación adecuada, la compra de vivienda deja de ser un salto al vacío para convertirse en una inversión meditada.
Estrategias prácticas antes de comprar
De Santiago resume tres pasos esenciales para quienes se plantean adquirir un inmueble:
- Capacidad financiera: analizar ingresos, ahorros y gastos fijos para saber hasta dónde se puede llegar sin comprometer el futuro.
- Perspectiva a largo plazo: valorar cómo evolucionará el barrio, las infraestructuras y la revalorización potencial del inmueble.
- Educación financiera complementaria: conocer los tipos de hipoteca, ayudas disponibles y ventajas fiscales antes de firmar.
Con estos puntos claros, la compra se convierte en una estrategia de construcción patrimonial y no en una carga.
Oportunidades a futuro pese a las dificultades actuales
Aunque el acceso a la vivienda es hoy más complejo que hace una década, la compra temprana sigue siendo una herramienta contra la inflación. Incluso con hipotecas más duras, el retorno de la inversión puede ser significativo si se gestiona con prudencia.
En el contexto español, donde el alquiler ha subido un 2,6% interanual en 2025, según el INE, tener vivienda propia también significa blindarse frente a la volatilidad del mercado del arrendamiento.
Más allá del sector inmobiliario, la economista propone aplicar la lógica financiera también a las decisiones cotidianas. Por ejemplo, al valorar si conviene reparar o sustituir un electrodoméstico o un coche. Su fórmula es sencilla: calcular el coste amortizado del bien, compararlo con su vida útil tras una reparación y medirlo frente al precio de uno nuevo. Si la reparación es más rentable, compensa mantenerlo; si no, es mejor sustituir.
Esta visión estratégica conecta con la filosofía de la compra de vivienda: pensar siempre en el largo plazo y maximizar el valor de cada euro invertido.










