Microsoft podría comprar OpenAI en 2027, sostiene el analista Ben Wood de CCS Insight. De acuerdo con el experto, el furor por la inteligencia artificial generativa caerá considerablemente en los próximos años, lo que obligará a las startups del sector a buscar refugio en las grandes tecnológicas para mantenerse en pie.
En diálogo con Forbes, el susodicho remarcó que el sector de la IA sufrirá una importante corrección que forzará a empresas como OpenAI a replantearse cómo continuar, debido a que ya no les será tan sencillo conseguir financiación como ahora.
Wood cree que el interés de los inversores se trasladará a otros sectores y que esto llevará a que las startups de inteligencia artificial deban cambiar su estrategia para subsistir u obtener el dinero necesario para afrontar los altos costes de desarrollo de modelos de lenguaje cada vez más potentes y capaces.
En el caso específico de OpenAI, el analista considera que Microsoft podría absorberla por completo en no más de tres años. «Estamos hablando de que esto [podría suceder] en 2027, así que todavía queda bastante camino por recorrer. Tal vez Microsoft vea que existe una importancia estratégica en poseer OpenAI por completo y mantener un control absoluto sobre cómo se desarrollará el negocio en el futuro», explica.
Por supuesto que el tema debe tomarse con pinzas, aunque la predicción de Wood hace ruido debido a que ya existen vínculos bastante fuertes entre Microsoft y OpenAI. Los de Redmond han invertido varios miles de millones de dólares en la firma dirigida por Sam Altman, y su tecnología es la que impulsa varias de las funciones de IA de Copilot. Es por ello que una hipotética adquisición podría no sorprender a nadie en caso de concretarse.
Microsoft podría adquirir OpenAI en los próximos tres años, según un analista
La conexión entre Microsoft y OpenAI se inició bastante antes de que se desatara el furor global por ChatGPT. Sin embargo, fue a comienzos de 2023 que ambas compañías profundizaron su relación cuando los de Redmond invirtieron unos 10.000 millones de dólares en la startup.
Según se comentó por entonces, el acuerdo entre las partes estipulaba que Microsoft recibiría el 75 % de los ingresos de OpenAI hasta recuperar su inversión. Y que una vez que ello se concretara, los de Satya Nadella quedarían como dueños del 49 % de OpenAI LP, la entidad con fines de lucro del laboratorio de inteligencia artificial.
Sin embargo, todo apunta a que la estructura organizacional de OpenAI cambiará muy pronto. Días atrás, los de Sam Altman levantaron 6.600 millones de dólares en una nueva ronda de financiación de la que también participó Microsoft y que elevó la valoración de la compañía a los 157.000 millones de dólares. Con ese dinero fresco, la firma con sede en San Francisco, California, busca blindar su futuro ante el temor de una bancarrota debido a sus altos costes y pérdidas anuales multimillonarias.
De acuerdo con los términos establecidos, OpenAI tiene dos años para reestructurarse y convertirse en una corporación benéfica. Esto implicaría eliminar el límite de ganancias que actualmente se impone a los inversores y dejar de estar bajo el control de la junta directiva de su brazo sin fines de lucro. De no cumplirse dichos objetivos en el plazo especificado, los inversores podrán reclamar que se les devuelva el dinero o renegociar la valoración de la empresa.
Los reguladores podrían alzar la voz
Otro punto a considerar es que Sam Altman y Greg Brockman, las principales caras visibles de OpenAI, ya estuvieron a punto de sumarse a Microsoft. Cuando la junta directiva de la startup despidió a Altman como CEO en noviembre pasado, los de Redmond movieron rápidamente sus fichas para incorporarlos en una nueva división de IA avanzada. Finalmente, ambos directivos regresaron a sus puestos originales y los de Satya Nadella decidieron contratar a Mustafa Suleyman, cofundador de Google DeepMind, para que lidere dicho negocio.
La relación entre Microsoft y OpenAI ya ha disparado la inquietud de los reguladores de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea. Por lo que no sería raro que una hipotética compra sea objeto de una dura investigación por parte de la FTC, la CMA y la Comisión Europea, respectivamente. De todos modos, por ahora no queda más que esperar para saber si la predicción de Wood se cumple y en 2027 se produce algún anuncio oficial.