Enfocarse en el crecimiento personal, desconectarse de las redes sociales y priorizar el bienestar son algunos de los consejos para no pensar en una persona en particular. Analizamos estos y otros trucos que te pueden ayudar.
¿Es posible dejar de pensar en alguien que amaste profundamente? Es una pregunta que muchos se hacen después de una ruptura o un intento fallido de relación. Los primeros días quizás se siente una constante lucha contra los recuerdos que aparecen cuando menos lo esperas. Tratar de liberarte de ellos puede parecer en vano, ya que esa persona aún ocupa un lugar significativo en tu mente y corazón.
Aunque el proceso de dejar ir tal vez afecte tu bienestar emocional y obstaculice tu capacidad para superarte en otras áreas de la vida, es importante saber que no transitas este camino en soledad y que hay maneras de superar tal situación. Enseguida, te presentaremos trucos que ayudan en el trance.
1. Evita hacer contacto
No solo se ve en los libros románticos, también pasa en la vida real. Podemos estar tranquilos, mirando una película o escuchando música cuando, de repente, asaltan las ganas de escribirle a esa persona. Casi ni pensamos en las consecuencias, solo abrimos WhatsApp, vamos a las conversaciones archivadas y le mandamos ese mensaje que dice: «Te extraño».
Si bien es comprensible el deseo de mantener una relación cordial, persistir en escribirle o verla puede angustiarte y hacer más profunda la herida de tu corazón. Incluso, si esa persona responde de manera positiva a tus intentos de comunicación, puede sembrar falsas esperanzas. Con todo, cuando quieres olvidar a alguien, es mejor darse espacio y evitar el contacto con la otra persona.
Aunque duela, mantener la distancia es conveniente para explorar tus propias emociones, pensamientos y redescubrir quién eres como individuo.
Evita los lugares donde sabes que esa persona estará. ¿Estudian en la misma universidad y frecuentan los mismos espacios? Busca otro lugar para hacer tareas. ¿Después del trabajo solían ir a un café a charlar? Ve directo a casa. Al mantener distancia, te das la oportunidad de sanar. Tu principal prioridad debe ser cuidar de ti y centrarte en tu propio bienestar y necesidades.
2. Practica el mindfulness
El mindfulness te invita a enfocarte en el momento presente, liberándote de las preocupaciones sobre el pasado o el futuro. Integrarlo en tu rutina para dejar de pensar en alguien es más sencillo de lo que piensas y puede proporcionarte beneficios significativos.
Comienza por cerrar los ojos y respirar hondo. Sintoniza tus sentidos con el entorno que te rodea: las sensaciones físicas en tu cuerpo, los sonidos que llegan a tus oídos y los pensamientos que fluyen en tu mente. Si notas que tu atención se desvía hacia esa persona, suavemente trae de vuelta tu enfoque al presente.
Los ejercicios de respiración son útiles para calmar la mente y aumentar la conciencia del momento actual. Aunque requiere práctica y paciencia, con el tiempo, encontrarás que esta capacidad de estar en el aquí y el ahora se fortalece, brindándote una sensación de calma y claridad en tu vida diaria.
3. Haz journaling
El journaling es una forma terapéutica de procesar tus emociones y liberarte de pensamientos intrusivos sobre alguien. Dedica tiempo cada día para escribir sobre tus sentimientos y experiencias.
Permítete expresar todo lo que necesitas sin censura ni juicio. Al plasmar tus emociones en el papel, encontrarás un espacio seguro para indagar tu mundo interior y hallar claridad sobre tu proceso de sanación.
4. Desconéctate de redes sociales
Para dejar de pensar en alguien, concede por un tiempo un respiro a tu vida digital, es decir, desconectarte de las redes y sumergirte en experiencias offline. Una estrategia es solicitar a un amigo o familiar que cambie tu contraseña y no te la revele hasta que te sientas mejor.
Mientras tanto, aprovecha para organizar ese ansiado viaje a la playa pospuesto desde hace rato, lee ese libro que acumula polvo en tu velador o ve al cine y disfruta de la última película en estreno.
5. Deja de seguir a esa persona
Partiendo del punto anterior, si alejarte un rato de Internet no es suficiente, aunque pueda parecer una medida drástica, dejar de seguir a tu ex o casi algo en redes sociales te ayudará a reducir el deseo de conocer los detalles de su vida.
Observar las publicaciones de esta persona tiende a reabrir heridas y generar dolor innecesario. Capaz te encuentres con imágenes de ellos felices con su nueva pareja, pero recuerda, cada uno tiene derecho a seguir adelante.
Nuestro consejo es claro y directo: toma el control de tu propia tranquilidad y ponle fin a la tentación. Es hora de pulsar el botón «dejar de seguir» y deshacerte de los constantes recordatorios de una vida sin él o ella. Al hacerlo, priorizas tu bienestar emocional y te permites avanzar hacia un futuro sin ataduras.
6. Borra las fotos que tengas con esa persona
Dicen que «recordar es volver a vivir», pero cuando no quieres pensar en alguien, conservar las fotos y videos que capturaron juntos es contraproducente. Si bien durante mucho tiempo tuviste imágenes abrazados o compartiendo un beso como fondo de pantalla, o tal vez guardabas contenido en tus destacados de Instagram donde las risas nunca faltaban, es hora de dar vuelta a la página.
Los buenos momentos permanecerán para siempre en la memoria de ambos, pero mientras tu corazón se recupera, es importante evitar atormentarte con pensamientos como: «¿Y si esto no hubiera llegado a su fin?». «¿Seguiríamos viviendo momentos de felicidad juntos?». Eliminar estos recuerdos libera, además, permite concentrarte en el ahora.
7. Escríbele una carta de despedida
Las palabras poseen un poder curativo extraordinario. Aunque esta carta no la leerá su destinatario, te ofrece la oportunidad de expresar gratitud por los momentos compartidos, inclusive por las lecciones aprendidas de las peleas.
Haz un recuento de la historia juntos: desde el primer beso hasta el día que decidieron decirse adiós. Evita reproches y acusaciones, más bien manifiesta que perdonas todo. Antes de concluir, deséale lo mejor en su vida y señala tu esperanza de que encuentre un amor bonito, mientras tú te comprometes a seguir adelante.
Después de escribirla, léela en voz alta como un acto de cierre. Y una vez que superes este capítulo, considera quemarla como símbolo de liberación.
8. Permítete sentir dolor
Al enfrentar duelos como este, algunas personas optan por reprimir el dolor y, en el proceso, fingen que están bien como mecanismo de defensa. Sin embargo, a veces es necesario derribar esa barrera y llorar o enojarse. Quizás sea incómodo, pero este acto es fundamental para procesar las emociones de manera saludable.
Durante esta experiencia, es útil reflexionar sobre lo que el dolor quiere enseñarte. En lugar de victimizarte, trata de comprender los acontecimientos y cómo te afectan. Reconocer y aceptar tus emociones es un avance hacia tu sanación.
9. Enfócate en tu crecimiento personal
Este es el momento perfecto para invertir tiempo en ti y trabajar en tu mejor versión. A lo mejor quieres dejar de procrastinar y organizar más tus actividades, o buscas desarrollar nuevas habilidades de comunicación.
Como en cualquier proceso de crecimiento, es importante establecer metas alcanzables y progresar de forma gradual. Recuerda ser paciente contigo, ya que los cambios significativos no ocurren de la noche a la mañana. Y celebra cada logro, por pequeño que sea.
10. Concéntrate en tus hobbies
Mantén tu mente ocupada con actividades que te apasionen y te hagan sentir bien. Ya sea hacer senderismo, leer o inscribirte a un curso de repostería, verás que ocupar tu tiempo de manera productiva contribuye a desviar tu atención de pensamientos no deseados.
Tus aficiones te proporcionan un descanso muy necesario de la rutina diaria, te permiten recargar baterías y volver a conectar contigo.
11. Haz una retrospectiva sobre por qué las cosas no funcionaron
A menudo, tendemos a idealizar a las personas y pasamos por alto comportamientos que en realidad no eran saludables. Por ejemplo, si esta era controladora, ¿cómo afectaba eso a la relación y a tu bienestar emocional? Reflexiona sobre lo que no te gustaba de ella y las posibles razones por las cuales no funcionó. No se trata de reprochar, sino de perdonar y, desde el fondo de tu corazón, desear que pueda mejorar en el futuro.
Por otro lado, identifica qué aspectos mejorar. Ten presente que las relaciones son un trabajo en equipo, y es importante reconocer nuestras falencias y comprometernos a crecer como individuos. Al enfocarte en estas cuestiones, estarás en un mejor camino para aprender de la experiencia y conocer lo que deseas en futuros vínculos amorosos.
12. Dale tiempo al tiempo
Siempre mereces que te amen con la misma intensidad con la que tú amas. No te apresures en buscar una nueva relación ni te sumerjas en el pensamiento de que no le gustas a nadie. Date cuenta de que, en algún lugar, alguien espera por ti y está dispuesto a aceptarte con todas tus virtudes y defectos.
Aprovecha este tiempo para dedicártelo. Utilízalo para fortalecerte, descubrir quién eres y qué quieres en la vida. Este período de autoexploración te preparará para recibir lo que el futuro te reserva. Confía en el proceso y permite que el tiempo haga su trabajo. Mientras, sana las heridas y abre las puertas hacia otras oportunidades.
13. Permítete conocer nuevas personas
Mira la posibilidad de ampliar tu círculo social al participar en diversas actividades. Únete a clubes, asiste a festivales, inscríbete en cursos o dedica tiempo al voluntariado. Estas alternativas brindan la posibilidad de descubrir aspectos emocionantes de ti y del mundo que te rodea.
14. Cuida y prioriza tu bienestar
En medio del proceso de dejar de pensar en alguien, es esencial priorizar el autocuidado para que se convierta en tu mejor aliado. Dedica tiempo a actividades que nutran tu cuerpo, mente y espíritu. Ya sea practicar yoga para encontrar paz interior, cocinar una rica comida o tomar un baño relajante, asegúrate de anteponer tu bienestar en todo momento.
Cuidarte es un acto de amor propio que ayuda a sanar y a alistarte para abrazar nuevas oportunidades.
15. Consulta a un profesional
Un psicólogo ofrece herramientas y estrategias para procesar tus emociones mientras intentas dejar de pensar en alguien, superar el dolor del pasado y encontrar claridad para lo que viene. No tengas miedo de buscar apoyo; tomar la decisión de consultar a un profesional es un acto valiente.
Deja que tu corazón sane
El proceso de dejar de pensar en alguien no es sencillo y puede requerir tiempo y esfuerzo. No obstante, con paciencia, autocompasión y la aplicación de las estrategias mencionadas, recuperarás tu paz mental.
Recuerda que tienes el poder de aprovechar este tiempo para cuidarte y cultivar relaciones saludables con base en el respeto y la reciprocidad. Confía en tu capacidad para sanar y sigue adelante con la certeza de que mereces lo mejor en la vida.