La inflación lleva una larga temporada cebándose con los bolsillos de los españoles: nuestro país se situó en junio como el segundo con la inflación más alta de Europa: alcanzó un 3,5% en junio, solo superada por el 5,5% de Bélgica. ¿La culpa? Del encarecimiento de la energía y la subida de precios en alimentos frescos y otros productos esenciales.
En este contexto adverso, los españoles llegamos muy justos a final de mes. Son los datos que se desprenden de la quinta edición del Barómetro sobre la evolución del ticket de compra elaborado por Aecoc Shopperview en colaboración con Gelt Solutions y del que se hace eco Europa Press.
La mitad de los hogares llega justo a final de mes
El 50% de los hogares reconoce que llega justo a fin de mes. Para ajustar al máximo el presupuesto, el 40% hace compras más pequeñas para aumentar el control sobre el ticket.
«El consumidor busca un consumo más racional, planificado y de cestas más pequeñas», señala la responsable de estudios de Shopperview de Aecoc, Marta MunnéDicho de otro modo, el comprador español va más veces a comprar y hace compras de menor importe y tamaño, con una cesta promedio por acto de compra de 17,1 artículos en 2023, una cifra un 26% menor que en 2021.
Por otra parte, más de un tercio de los consumidores (35%) gasta más en productos de gran consumo que el pasado año.
La marca blanca gana enteros
De un tiempo a esta parte, las marcas del distribuidor —más conocidas como marcas blancas— han ganado peso en los carritos del supermercado, fidelizando cada más al consumidor: un 63% se muestra muy satisfecho con respecto a esta clase de artículos.
Además, el 54% afirma que seguirá comprando mayoritariamente la marca blanca que ha probado y le gusta. El 37% de los consumidores tiene pensado combinar estos productos con aquellos de la marca del fabricante que compraba anteriormente.
Es tal el peso de la marca blanca, que la mitad de los españoles (51%) acude más a tiendas en las que predomina la misma. La satisfacción con esta clase de establecimientos ha crecido hasta el 74%.
Por tanto, puede concluirse que para llegar a final de mes, los consumidores abogan por dos medidas para la contención de su presupuesto: compras más pequeñas y marca blanca para pelear contra los monstruos de la inflación y el encarecimiento del coste de la vida, que acarrean una indudable pérdida de poder adquisitivo, especialmente para las clases medias y trabajadoras.