Aunque España es el segundo país europeo en la producción de vehículos, y el octavo del mundo, lo cierto es que las ventas de coches se nos están atragantando. De hecho, cerramos 2023 con casi 950.000 coches nuevos vendidos, sin lograr el ansiado millón de unidades que no se logra desde el 2019.
Y si los datos generales asustan, las ventas de coches eléctricos dan auténtico miedo. Aunque hemos crecido, la cuota de venta de estos vehículos en España es del 5,4%. La cifra es aún más alarmante si vemos a nuestro principal vecino, Portugal. En territorio luso, el porcentaje de ventas durante 2023 de vehículos eléctricos fue del 18,2%.
El mercado portugués triplicó en 2023 la cuota de mercado de turismos con enchufe (eléctricos puros e híbridos enchufables) frente al caso español, según afirma Anfac. En concreto, España cerró el último ejercicio con 113.776 turismos electrificados vendidos, un 12% de su cuota de mercado, mientras que en Portugal la cifra ascendía al 32%, con 6.650 unidades.
Además, mientras que en Portugal la cuota de mercado de los electrificados pasó del 26% en enero de 2023 al 40% en diciembre del año pasado, en España el crecimiento fue desde un 11% en enero hasta un 15% en diciembre.
Pero, ¿cómo puede ocurrir esto si la renta per cápita en Portugal es menor que en España y el precio de los coches eléctricos es elevado en todos los países?
Desde Anfac señalan que una de las justificaciones de la situación es que en Portugal las ventas de este tipo de vehículos se han realizado, en gran parte, a las empresas. Según datos hasta octubre de 2023 de la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Associaçao Automóvel de Portugal (ACAP), las compañías portuguesas compraron el 88% de los turismos electrificados, mientras que en España el porcentaje de este canal de venta se redujo al 62%.
Las ayudas directas portuguesas, superiores al Plan Moves
En Portugal, las empresas que adquieren turismos eléctricos o híbridos enchufables para sus flotas tienen bonificaciones fiscales, como la deducción de hasta el 100% del IVA, cosa que no ocurre en España, como indican desde Anfac.
Las ayudas llegan a coches de hasta 62.500 euros (frente a los 45.000 euros del plan Moves), lo que acentúa el punto anterior.
El Gobierno luso concede 4.000 euros de ayuda directa a toda persona que quiera adquirir un coche eléctrico y cuyo precio no supere los 62.500 euros. Además, los trámites son mucho más rápidos y sencillos que en nuestro país.
La ayuda se llega a duplicar para los coches de empresa, que cuentan con una bonificación de hasta 6.000 euros, comenzando así la renovación del parque por quienes tienen más posibilidad de desgravarse la inversión, lo cual facilita su retorno económico. Además, se pueden deducir el 100% del IVA de estas compras.
Por qué España todavía no es país para coches eléctricos
Asimismo, también pueden deducir la totalidad del IVA relacionado con la electricidad de las recargas, por lo que estas dos medidas ganan fuerza y son muy atractivas para incentivar a las personas que quieran adquirir estos tipos de automóviles. Por último, también hay que destacar que los coches eléctricos tampoco pagan impuesto de matriculación.
De hecho, el sector español ha pedido en innumerables ocasiones que nuestro Plan Moves III se transforme en el plan de ayudas de nuestros vecinos. «Un ejemplo es Portugal: sus ayudas son más bajas, pero al recibirlas al momento se incentiva la compra. Esta es la mayor clave en la que tenemos que trabajar. El problema no es que la gente piense que no hay infraestructuras de recarga, es que no hay incentivos», señala el director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), Arturo Pérez de Lucía.
Ese ha sido, desde el principio, la principal queja del sector sobre el plan Moves III. Desde que el comprador lo solicita hasta que llega a sus manos pasa, de media, más de un año. Esto ha provocado en la práctica que muchos usuarios se hayan resistido a cambiar su vehículo. Esta es una ventaja que tiene Portugal sobre España.
La red de infraestructura es su principal baza frente a España
Otro punto positivo que tiene Portugal frente a España es su gran red de puntos de recarga. Según los últimos datos recopilados por Electromaps, el país luso cuenta con 8.870 puntos de recarga, mientras que nuestro país cuenta con más de 20.000 enchufes.
Si analizásemos fríamente las cifras podríamos decir que España gana; sin embargo, debemos tener en cuenta la diferencia de extensión entre ambos países. Mientras que nuestro territorio cuenta con 506.030 km², el luso tiene 92.152 km².
A diferencia de España, el avance de Portugal se debe a que ellos siempre creyeron y apoyaron la descarbonización: entre 2008 y 2010 pusieron en marcha una red de carga nacional llamada MOBI.E, garantizando una operación coordinada y fácil para los usuarios.
Se trata de una empresa pública, dependiente del Ministerio del Medio Ambiente, encargada de gestionar en exclusiva toda la red de recarga. La red comprende más de 20 proveedores de energía y más de 90 operadores de estaciones de carga.
Además, Portugal también ha conseguido la universalización del método de pago en cualquiera de sus puntos de recarga. De esta manera, los usuarios solo necesitan de un contrato con un comercializador de energía de movilidad eléctrica y una tarjeta o una app para llenar la batería de su auto eléctrico.
«Desde el principio pensamos en idear el modelo para proporcionar el mejor sistema al usuario», destaca Luís Barroso, presidente de MOBI.E, según recoge El País. Además, Portugal ha apostado por la carga rápida.
De hecho, a día de hoy, el 37% de los 4.500 puestos son de carga rápida (entre 60 y 90 minutos) o ultrarrápida (menos de una hora). El veloz despegue del sistema fue dopado al principio con dinero público: la recarga eléctrica fue gratuita durante cinco años.
Sin embargo, en 2020, MOBI.E privatizó la red con concesiones a operadores. La recarga dejó de ser gratuita. «Lo que nosotros hicimos fue crear un mercado de movilidad eléctrica y luego pasarlo al sector privado«, explica Luís Barroso.
Lo cierto es que además de los cuatro años de gratuidad, Portugal diseñó un sistema común que evita la fragmentación, basándose en la red Multibanco, un cajero universal donde se puede sacar dinero o pagar facturas con independencia de la entidad financiera de cada usuario.
Una simplificación de la vida que se ha trasladado a la movilidad eléctrica. «Hay múltiples apps pero todas están interconectadas y permiten su uso en toda la red«, señala Pedro Faria, presidente de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos.
Algo muy diferente de lo que sucede en España, donde la red la conforman 80 empresas. «Lo que sucede en Portugal es que se obliga a los operadores a que tengan que integrar sus puntos de carga pública en MOBI.E y cuando accedes a una de las apps de cualquier CPO, tienes disponibles todos los puntos de carga públicos, con independencia del operador», afirma Arturo Pérez de Lucia.
«En España no existe esa figura que a nivel estatal obligue a dicha interoperabilidad, porque, aunque la generación de electricidad está regulada por el Estado, es una actividad liberalizada en la que cualquier persona o empresa puede generar electricidad, verterla a la red y venderla», añade el directivo a El País.
Según Pérez de Lucia, «en España y en el resto de Europa, lo que existen son plataformas de interoperabilidad que, mediante acuerdos con operadores de recarga, ofrecen una red muy amplia de puntos de carga gestionables desde una misma app y, por otro lado, los operadores de puntos de carga cierran acuerdos directos entre ellos con el mismo fin».
¿Cómo son los precios del combustible en Portugal?
Otro factor clave es el precio de la gasolina. En España hemos podido comprobar cómo afecta, a la hora de utilizar nuestro vehículo, que el coste del gasóleo llegase a cifras récord en la historia del país. Este es otro buen motivo para que los portugueses se pasen al eléctrico.
Según el boletín de precios de los carburantes de la UE, publicado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Energéticos (ERSE), en lo que respecta a la gasolina 95 simple, entre enero y marzo, los precios medios de venta (PMV) en Portugal fueron superiores a la media de los 27 países de la Unión Europea, situándose en el 9º puesto entre los países con los precios más elevados.
Así, incluyendo impuestos, el PMV en Portugal para la gasolina 95 se fijó en 1,702 euros por litro, superior a los 1,618 de la UE y a los 1,572 registrados en España. Sin tener en cuenta los impuestos, Portugal tenía un PMV de 2,1 céntimos por litro inferior al de España.
Según ERSE, «Portugal tuvo una mayor carga fiscal (52%) en el contexto de la Península Ibérica, por lo que el PMV portugués, con impuestos, fue alrededor de 13,0 céntimos/litro superior al de España». El peso de los impuestos representó el 47% del PMV en España y el 52% del PMV en Portugal y en la UE.
En cuanto al gasóleo simple, «el PMV nacional se situó por debajo de los valores medios de la UE, dando a Portugal el 14º puesto por los precios más bajos», señaló el regulador energético. En el primer trimestre, el PMV del gasóleo en Portugal fue de 1,610 euros por litro, inferior a los 1,611 de la UE, pero superior a los 1,520 registrados en España.
«La presión fiscal en Portugal (46%) fue superior a la de España (42%), lo que llevó a que el PMV practicado en Portugal fuera 9,0 céntimos/litro superior al de España», señaló ERSE, añadiendo que, «sin impuestos, el precio medio nacional es 1,1 céntimos/litro inferior al del país vecino».
Para ponerle un broche a todo lo contado, hay que tener en cuenta que Portugal no cuenta con la tradición automovilística de España, lo que supone aún más mérito al alcanzar estas cifras de ventas de coches eléctricos.
Mientras que en España, en 2023, se ensamblaron más de 2 millones de vehículos, en Portugal solo se fabricaron 318.231 coches. Es decir, la producción lusa es casi la mitad de los vehículos que se hicieron en la planta de Vigo de Stellantis (851.661).