Sexo de reconciliación: ¿es realmente beneficioso?

El sexo de reconciliación es un recurso muy empleado en la ficción. Tanto el cine como la literatura son asiduos a su guion. Ahora, ¿qué ocurre en la realidad? ¿Es bueno o es malo?

El sexo de reconciliación es un concepto muy popular, habitual en libros y películas. Una pareja discute, los ánimos se caldean y, sorprendentemente, todo acaba en la cama.

Algunas personas incluso afirman que este sexo es mejor que el “normal”. ¿Cómo es esto posible? A priori, el amor y la pasión no deberían ser compatibles con los gritos y los insultos.

En este artículo revisamos esta cuestión a fondo, pues no eres la primera persona que se hace la pregunta del título. Aquí encontrarás lo que hoy sabemos de verdad sobre esta cuestión.

¿Qué es el sexo de reconciliación?

Lo que comúnmente se conoce como sexo de reconciliación es aquel que se produce tras una discusión fuerte. Se trata de sexo muy pasional y las personas que lo han experimentado afirman que en él se mezclan la intensidad de los sentimientos de enfado con los propios de la relación amorosa.

La naturaleza intensa de esta práctica es la que hace que muchas parejas consideren que la experiencia del sexo es mejor después de un conflicto. Es más común observar sexo de reconciliación en aquellas relaciones más inestables.



Otra de las razones por las que las parejas ven con buenos ojos tener sexo en medio de una discusión es por el valor que tiene el propio encuentro sexual para cambiar los sentimientos que predominan, en especial si han sido generados por un conflicto sin trascendencia. Esto crea una sensación de cierre y de que se ha arreglado un problema que en el fondo no merecía la discusión.

¿Es beneficioso el sexo de reconciliación?

La verdadera pregunta es: ¿de verdad el sexo es una buena forma de terminar una discusión? Pues bien, vamos a tratar de responder.

Se suele usar para pedir perdón

El sexo sirve como una herramienta de acercamiento para algunas parejas, ya que después de una discusión se crea una brecha emocional entre ambos miembros. Muchas veces, el orgullo es una piedra en el camino hacia la reconciliación y el sexo puede ayudar con ello.

La connotación negativa de esta práctica es que, como afloran sentimientos de amor y reconciliación, muchas veces se obvia la disculpa oficial. Esto puede crear asperezas más adelante para algunas personas.

El sexo de reconciliación puede empeorar la situación

Las relaciones sexuales no siempre salen bien. Aunque no es culpa de nadie y basta con parar y seguir en otro momento, si se comienza un acto sexual después de una pelea y este no resulta satisfactorio, es probable que empeore todavía más la situación.

Podría llegar a ser un problema en sí mismo

Si tener sexo durante las discusiones se vuelve una costumbre, es posible que la intensidad de los sentimientos que se despiertan acaben por normalizarlo como forma de arreglar problemas. Algunas parejas acaban por discutir para mantener relaciones o a tener sexo solo cuando discuten.

En la mayoría de los casos, esto termina en problemas aparcados que no se solucionan y cronifican. Las parejas pueden caer también en dinámicas poco sanas, como usar el sexo para enmascarar sentimientos negativos.

No sirve para olvidar

Si bien es cierto que la pasión, en contraposición con el malestar anterior, puede hacer olvidar el conflicto momentáneamente, este no va a desaparecer por arte de magia.

Aunque los ánimos se hayan sosegado, volver al conflicto de nuevo es desagradable para muchas personas. Esto suele causar el enquistamiento de los problemas en las relaciones de pareja.

Las posibilidades del sexo de reconciliación

A pesar de los peligros que pueda encerrar el sexo de reconciliación, puede ser una herramienta válida en la resolución de conflictos interpersonales.

El problema viene cuando el acto sexual sustituye al diálogo y a la búsqueda de soluciones. No obstante, la descarga de tensión y la llamada a la intimidad asociadas al encuentro sexual pueden facilitar la resolución del conflicto.

El sexo de reconciliación ayuda a templar los ánimos y despeja la mente para tener una conversación calmada y que parta de sentimientos positivos.

Por otro lado, en muchas ocasiones, las parejas mantienen discusiones por temas sin trascendencia. Por ejemplo, algo que hizo uno de ellos en el pasado, que no tiene más recorrido y que ya ha reconocido como un error.

Al igual que en otros asuntos de pareja y sexo: una práctica será buena o no dependiendo de las variables del contexto. Además, lo que funciona para unos no lo hace para otros. Cada pareja debe encontrar la mejor manera de resolver sus problemas, con sexo o sin él.

Sara González Juárez

Deja una respuesta