Soy una influencer estadounidense con el sueño de viajar por el mundo.
Voy por buen camino y ya he visitado más de 80 países. La mayor parte de mis viajes los hago sola, pero a menudo tengo amigos y familiares que me acompañan a ciertas partes del mundo.
Mis viajes, que documento en mi Instagram, han sido increíbles hasta ahora, y me encanta conocer gente nueva y experimentar nuevas culturas.
Sin embargo, ha habido algunos lugares en los que me he sentido insegura como mujer viajera. He aquí algunos de ellos.
Pattaya, Tailandia
Hay tantos lugares increíbles que visitar en Tailandia, pero Pattaya –conocida sobre todo como la capital del sexo del país– fue sin duda mi menos favorita.
Me dio la impresión de que muchos de los hombres extranjeros que van allí solo tienen una cosa en mente, y es muy específica. Estar allí como mujer me hacía sentir muy incómoda.
Sinceramente, siempre me he sentido muy segura en Asia, así que esto me sorprendió. Aunque el resto de Tailandia es precioso, yo evitaría Pattaya.
Belgrado, Serbia
Belgrado, en Serbia, fue probablemente la ciudad más insegura por la que he viajado, pero creo que tuvo mucho que ver el hecho de que soy estadounidense.
Cuando los locales se enteraban de que era estadounidense, se volvían muy hostiles. Me pasó tantas veces que dejé de decirlo porque me di cuenta de que era el factor desencadenante.
Una vez, iba en la parte de atrás de un taxi y el conductor me decía lo mucho que odiaba a Estados Unidos. No dejaba de hablar, y como mujer sola en la parte de atrás de un coche, eso daba un poco de miedo, sobre todo si alguien no mostraba ningún signo de alegría.
Me parece una locura haberme sentido tan insegura en Belgrado, teniendo en cuenta que acababa de viajar por los Balcanes y nunca había tenido ningún problema.
Creo que también tiene que ver con la guerra que hay ahora mismo en Ucrania, porque uno de los hombres afirmó que había tenido que defender a su familia rusa. Así que creo que hay mucha hostilidad política en este momento.
París
Cuando visité París, tuve una experiencia aterradora con un hombre de la zona que me presionó para que me tomara una copa con él. Cuando llegué al albergue esa noche, tenía sudores fríos y me sentía mal.
Hasta el día de hoy, me siento como si me hubieran drogado. Creo que tuve suerte de escapar de aquel hombre.
La razón por la que he incluido París en mi lista es porque creo que se romantiza demasiado en las películas, sobre todo para el público estadounidense.
Al igual que otras metrópolis del mundo, París conlleva sus peligros, e insto a las mujeres a que se mantengan alerta y vigilantes si alguna vez van solas.
Marrakech, Marruecos
Me encantó mi estancia en Marruecos y recomiendo encarecidamente a la gente que lo visite.
Aunque personalmente no me sentí insegura, una amiga que visitó Marrakech conmigo sí.
La configuración de la ciudad crea pequeños callejones por los que a veces da miedo caminar sola. Además, muchos hombres eran bastante agresivos.
Hay lugares donde las mujeres tienen menos derechos, pero en realidad me he sentido más segura en esos países porque hay zonas exclusivas para mujeres y no es costumbre ni está permitido que los hombres se acerquen a ellas y les llamen cariñosamente o cosas por el estilo.
Aunque en Marruecos no sentí necesariamente eso, sí lo experimenté mucho en Oriente Medio.
Kingston, Jamaica
Cuando estuve en Jamaica, en general me sentí cómoda. Pero todos los jamaicanos que conocía me advertían de las cosas que podía o no podía hacer como mujer.
Así que, al cabo de un tiempo, me dio la impresión de que las cosas no eran seguras.
Cuando iba a ciertos mercados, por ejemplo, los jamaicanos me decían que no debería haber ido porque era inseguro.
A mí me gustó mucho, pero me pareció que tenía que extremar la vigilancia en público.
Esto se basa únicamente en mi propia experiencia
Al fin y al cabo, las cosas malas pueden ocurrir en cualquier sitio.
Podría estar en el país más seguro del mundo y aún así sentirme incómoda por algo que haya ocurrido allí.
No quiero ofender a nadie; esta lista se basa en mi propia experiencia.
En cierto modo, también soy muy privilegiada por poder hacer algo así y sentirme increíblemente segura en general.