La justicia estadounidense dictaminaba hace unas semanas que Google había infringido sistemáticamente las leyes antimonopolio vigentes en el país norteamericano para levantar los cimientos de un imperio de los servicios de búsqueda y publicidad en la red de redes. Y tras esta sentencia histórica el Departamento de Justicia de Estados Unidos estaría ya sopesando la posibilidad de obligar a Google a escindir su negocio en varias compañías para poner freno a sus prácticas monopolísticas. Si estos planes cristalizaran finalmente, Android, Chrome y Google Ads se erigirían en tres empresas independientes.
Pero, ¿es viable realmente una división de Google? Aunque una escisión de su emporio sería potencialmente calamitosa para la compañía de Mountain View, esta posibilidad, ya puesta sobre la mesa desde hace años, es ahora más posible que nunca.
El abogado Thomas Höppner, que ha representado a diferentes demandantes en múltiples procesos antimonopolio contra Google, cree que la división del negocio de la multinacional estadounidense es efectivamente viable. Aunque las escisiones de grandes empresas han fracasado mayoritariamente a la hora de materializarse al otro lado del charco, el caso de Google podría ser la excepción a la norma, asegura Höppner en una entrevista concedida a Horizont. El Gobierno de Estados Unidos tiene a Google en la mirilla desde hace años, y aun cuando se han contentado hasta la fecha con cambios mínimos por parte de la compañía, en vista de que esos cambios no han surtido el efecto deseado, podría tomar ahora medidas de mayor alcance contra la compañía liderada por Sundar Pichai. Y una de esas medidas pasaría obviamente por la fragmentación del negocio de Google, asegura.
Si el Departamento de Justicia de Estados planeara efectivamente un eventual desmembramiento de Google, no estaría además solo a la hora de poner en práctica esta medida, que ha sido ya propuesta por la Comisión Europea, subraya el experto legal.
Las posibilidades de que Google se divida podrían asimismo aumentar en función del resultado de otro juicio antimonopolio, en este caso relacionado con la tecnología publicitaria, al que se enfrentará la compañía en suelo estadounidense a partir del próximo mes de septiembre.
La división de Google obligaría a empresas como Amazon y Meta a hacer concesiones a los legisladores para eludir un destino similar
De acuerdo con Höppner, la fragmentación en el seno de Google que, a su juicio, tendría más sentido acometer sería escindir de la compañía el negocio con el foco puesto en la publicidad no basada en búsquedas, incluyendo la tecnología publicitaria. «Es inaceptable que Google tenga el monopolio de la publicidad en las búsquedas y controle simultáneamente la publicidad display en la web abierta tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda», recalca. Si se produjera esta escisión, «habría más competencia en los servicios intermediarios de publicidad y habría asimismo más oportunidades de desarrollar con mayores garantías y más fácilmente alternativas a la publicidad en las búsquedas», dice Höppner.
Se trata, dice Höppner, de que el mercado de la publicidad online sea totalmente transparente y que se apliquen las mismas condiciones a todos aquellos que allí concurren. «El fin último no es mermar la cuota de mercado de Google. Si el consumidor se sigue decantando por los servicios de Google y lo hace en un mercado regido por la transparencia total, ya habremos ganado», señala.
Además, si la escisión del negocio de Google saliera adelante, otros colosos digitales como Meta y Amazon se verían también obligados a cambiar sus prácticas monopolísticas para eludir la desmembración de su negocio, enfatiza Höppner.
Preguntado por la Ley de Servicios Digitales (DSA) y la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la Unión Europea, el experto está convencido de que estas dos normas van diez años por delante de las regulaciones estadounidenses. Y cree además que «Estados Unidos terminará adoptando muchos puntos de la DMA porque tiene todo el sentido del mundo exigir determinados requerimientos a las plataformas que ejercen de ‘gatekeepers’. Las plataformas afectadas se están tomando en general muy en serio tanto la DSA como la DMA, aun cuando hay infracciones por la falta de implementación de medidas para acatar la legislación vigente», apunta.