¿Acabas de notarlo? Ha sido el escalofrío que has sentido al ver el fantasma de un flequillo de lado en un selfi sacado frente al espejo con una Canon Powershot.
Instagram tiene una nueva función con la que puedes añadir una canción para que suene en la parte superior de tu perfil. Como ya sabes… Myspace.
La función se ha anunciado este jueves y Sabrina Carpenter la utilizará para promocionar su último sencillo, ‘Taste’, a partir del viernes.
Para los millennials, esto puede parecer un verdadero retorno a los días de MySpace, cuando elegir la canción adecuada para que sonara en tu perfil parecía increíblemente importante.
(También puede recordarles otra experiencia desagradable del viejo internet: la reproducción automática de música).
Los que estuvimos aquí en la primera ronda de selección de la canción emo adecuada para que sonara en nuestros perfiles puede que no estemos tan emocionados de volver a hacerlo.
Sin embargo, hay indicios de que los más jóvenes, los que eran demasiado jóvenes para estar en Myspace en la década de los 2000, sienten una extraña nostalgia por él.
La nueva aplicación Noplace ha sido un éxito inesperado entre los adolescentes y la generación Z este verano, encabezando las listas de éxitos de la App Store (‘Noplace’ como ‘My Space’, ¿lo pillas?).
La aplicación es como un Myspace basado en texto, donde puedes personalizar tu perfil con tus canciones y películas favoritas, publicar en el «muro» de un amigo y, lo más importante, elegir a tus 10 mejores amigos.
He estado probando Noplace, y tengo que admitir con tristeza que soy demasiado mayor para él. Normalmente, cuando surge una nueva aplicación, puedo contar con que algunos de mis amigos y contactos del sector de los mensajes de texto la utilicen para probarla. Pero con Noplace no encontré a nadie conocido (salvo al pionero de los blogs y ejecutivo tecnológico, Anil Dash, que siempre está en todas partes).
Hay una función que permite ver los mensajes públicos de otras personas, pero me dio la sensación de que muchos de ellos eran probablemente menores de 18 años, y me pareció que sería raro intentar interactuar con ellos.
Pero lo más importante es que no me parecía tan divertido crear un perfil con tanto esmero. Antes me encantaba rellenar un perfil así, mostrando mi impecable gusto y mis increíbles chistes. ¿Y ahora? Estoy cansada. Quizá haya que tener 17 años para poder disfrutarlo.
Si Instagram quiere atraer a la generación Z, que sin duda lo hace, entonces aprovechar los grandes éxitos de Myspace no es precisamente una mala idea.