5 trucos de ahorro alternativos al reto de las 52 semanas

El reto de ahorro de las 52 semanas es el más famoso y viral en redes sociales, sobre todo en enero, cuando se imponen los propósitos de año nuevo. Sin embargo, no es para todos los bolsillos.

Consiste en ahorrar un euro más cada semana y, al final, acumular un total de más de 1.300 euros con un único método. Pero es demasiado ambicioso, caótico y contra natura financieramente hablando —porque tienes que ahorrar una mayor cantidad de dinero cuando más gastos tienes que asumir—.

Para las personas que simplemente están buscando un nuevo reto de ahorro para ver si son capaces de hacer ese esfuerzo financiero a lo largo del año, es ideal. Pero si lo que estás buscando es un reto con el que empezar a ahorrar de cero, el reto de las 52 semanas podría ser ruina financiera.

Estos 5 trucos te ayudarán a ahorrar todos los meses (sin poner en riesgo tus finanzas):

1. Establece tres objetivos de ahorro a corto, medio y largo plazo

Los retos son un objetivo en sí mismo: completarlo. Eso no ayuda a crear un hábito de ahorro, que es imprescindible para tener unas finanzas sanas. Lo ideal, según varios asesores financieros, es establecer objetivos de ahorro con diferentes horizontes temporales.

A corto plazo, por ejemplo, puedes ahorrar para las vacaciones de verano o los regalos de Navidad. A medio plazo, puedes ir construyendo tu fondo de emergencia (de 6 a 9 meses de gastos fijos). Y, a largo plazo, ahorrar para la entrada de una casa, la educación de tus hijos o tu jubilación.

2. Haz un presupuesto (muy simple)

No tienes que repasar las matemáticas difíciles del instituto para hacerte un presupuesto personal muy sencillo y calcular cuánto ingresas, qué gastos fijos tienes mes a mes y cuánto necesitas ahorrar.

Sí que es importante que tengas clara cuál es la fórmula del ahorro: ingresos — ahorro = gasto.

Es decir, la cantidad de dinero que separarás para tus objetivos financieros la calculas tú, no es lo que te queda en la cuenta corriente a final de mes. Y si al principio no sabes cuánto podrás ahorrar cada mes, intenta separar una cantidad mensual, por muy pequeña que sea. Luego, vas aumentando esa cantidad a medida que ajustas tus gastos variables.

3. Empieza a ahorrar por la regla 50/30/20

Otra fórmula para calcular el ahorro mes a mes es la regla del 50%/30%/20%. Si no quieres hacer un registro de gastos y un presupuesto, puedes simplemente ir ajustando los porcentajes a tu bolsillo.

El 50% se supone que representa tus gastos fijos (el alquiler, los suministros o la gasolina, por ejemplo). El 30% son tus gastos variables, de los que podrías prescindir de la noche a la mañana. Y el 20% es el ahorro, que separarás a una cuenta de banco diferente.

Si no te sientes a gusto con estos porcentajes, puedes aumentar o disminuir cada una de las partidas a tu gusto hasta que encuentres la proporción ideal para tu situación financiera.

4. Automatiza el ahorro

Cualquiera de estos tres métodos se pueden automatizar: puedes programarlos para que se ahorre de forma automática mes a mes y no tener que tomar esa decisión cada vez.

Programa transferencias automáticas a tus cuentas de ahorro, ya sea para los objetivos de ocio, de colchón o de largo plazo. Probablemente te lleve unos meses acostumbrarte a ver el dinero «desaparecer» de tu cuenta corriente. Pero terminarás ahorrando sin darte cuenta —gracias a presupuestar, ahorrar de forma instantánea y acumular el ahorro en diferentes cuentas—.

5. Ahorra cantidades más pequeñas con apps o tu banco

Si tienes margen para ahorrar más dinero, pero no quieres enfrentarte a un reto tan ambicioso como el de las 52 semanas, también puedes recurrir a apps de ahorro o las nuevas funciones que tenga tu banco —ojo, siempre sin firmar productos de ahorro que no te permitan disponer del efectivo, etc.—.

El método del redondeo es uno de los trucos de ahorro que más popularidad han ganado en el último año. Por cada compra que haces con tu tarjeta, la app o tu banco redondea al alza lo que te haya costado y ahorra la diferencia. Por ejemplo, si un café te ha costado 1,60 euros, se van a la hucha 0,40 céntimos. Cuidado, si haces muchas compras con tu tarjeta, esto puede terminar siendo un problema.

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