9 señales de que una persona en duelo necesita intervención

El duelo es una de las experiencias más difíciles por las que pasan las personas. ¿Cómo saber si este proceso deriva en un estado patológico que necesita atención profesional? Este texto lo revela, toma nota.

¿Has sentido que el mundo se para después de una pérdida? ¿O que tras ese instante la vida seguía su dinamismo, mientras te quedabas sin ninguna fuerza? Se trata de momentos en los que la inercia no es suficiente y tienes que detenerte, porque lo sucedido produjo un gran impacto emocional. Estás en duelo y necesitas una intervención profesional.

Las personas luego de una pérdida significativa se recomponen poco a poco. Sin embargo, hay momentos en los que esta vuelta no se da de manera autónoma. Es entonces cuando aparece la necesidad de una ayuda especializada. En este contexto, eso es llamado terapia y entendido como una rehabilitación emocional.

Quieres volver a lo que antes hacías, soportar esas pequeñas frustraciones o hacer mínimos esfuerzos. También disfrutar logros, la alegría, la sorpresa, la curiosidad o la imaginación; buscar las cosquillas a la vida por ese lado que no pincha. Se trata de fe, esperanza y reencontrarse con esa parte del yo que quedó anclada a la baldosa en la que estabas de pie cuando alguien dio la mala noticia.

«La pérdida nos muestra lo que es precioso, mientras que el amor nos enseña quién».

-Elisabeth Kübler-Ross-

¿Cómo saber si una persona en duelo necesita intervención psicológica?

El afrontamiento de la pérdida es un proceso individual, en última instancia. Poco beneficia la tendencia a compararse con los demás, ni dar por sentado que transitarás con exactitud por cada una de las etapas del duelo, en su trayecto más normativo: negación, ira, negociación, tristeza y aceptación. A menudo, hay retrocesos, ampliando la duración de este viaje emocional más de lo que te gustaría.

Ahora bien, en la última revisión del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5-TR) se incorporó el trastorno de duelo prolongado. La Universidad de Nueva York destacó la importancia de esta característica para saber en qué momento intervenir, al valorar una serie de constructos que lo diferenciarían del duelo normal.

Por lo general, para saber si una persona en duelo necesita intervención hay que ver si existe un claro deterioro y disfunción en sus áreas vitales más importantes.

Es momento de consultar con un psicólogo si estás ante alguien que después de un año sigue sin poder trabajar, asumir responsabilidades básicas y, además, continúa sin creer que esa figura ha fallecido. Desde luego, puedes hacerlo antes, pero la referencia clínica más aceptada se corresponde con los síntomas mencionados.

Claves para saber si una persona en duelo necesita intervención

Hay dinámicas y señales particulares que llevan a cabo esas personas que lidian con una pérdida de manera más traumática. Puede que incluso tú requieras saber si lo que ahora experimentas es normal o no.

El sufrimiento por la pérdida de alguien significativo, es complejo. No hay una forma correcta de transitar el proceso, lo que sí es posible es un viaje personal que finalice con la aceptación y con la asunción de que hay que continuar con la vida; manteniendo, eso sí, algún tipo de conexión con esa figura a través del recuerdo.

¿De qué manera saber cuándo hace falta la intervención ante un duelo prolongado? Revisa las siguientes señales.

1. Culpabilizarse por la pérdida del ser querido

La diferencia entre el duelo normal y el duelo congelado o prolongado es que las emociones y pensamientos negativos son una constante. La persona no encuentra alivio, es común que persista la sensación de culpa y la idea de que uno mismo es responsable de lo sucedido.

La mente se enrosca y cae cautiva de imágenes muy dolorosas sobre lo que hubiera podido hacer para evitar esa pérdida. Son cuadros clínicos desgastantes que intensifican el sufrimiento.

2. Negar lo sucedido después de 12 meses

Si bien no hay un tiempo estipulado que nos diga cuánto dura un duelo, lo común es esperar que después de un año la persona haya, al menos, aceptado la pérdida del ser querido. No obstante, en los casos más patológicos algunos pacientes demuestran aún una notable incredulidad ante lo ocurrido. No lo asumen.

3. Llenar por completo el presente mental con el deseo de estar junto a la persona fallecida

Un signo evidente de que una persona en duelo necesita intervención es cuando indica con frecuencia que «desea estar con ese familiar o ser amado». Bien es cierto que esta idea puede aparecer durante las primeras semanas. Son instantes en que el mundo se derrumba y la mente todavía integra lo sucedido.

Pero si pasa el tiempo y ves una actitud claramente apática, desmotivada, que busca la soledad y ansía estar con esa figura, hace falta la ayuda.

4. Angustia persistente

El duelo desorganizado o patológico evidencia dificultades para regular las emociones de valencia negativa. La angustia, el no saber qué sucederá ahora, la quemazón de la ausencia y el dolor invasivo se convierten en obstáculos insalvables.

5. No disfrutar de ninguna experiencia

Otro factor para saber si una persona en duelo necesita intervención especializada es la anhedonia. En estos casos es frecuente la incapacidad de sentir placer o de disfrutar de experiencias que antes le eran gratificantes. No se interesarán por la conexión social o aficiones que tanto le agradaban.

6. Imposibilidad de retomar las propias obligaciones

Quizás, en algún momento, la persona que lidia con un duelo complicado vuelva al trabajo. Sin embargo, su rendimiento laboral no será el mismo, derivará en numerosas bajas y en un progresivo desgaste psicosocial. Las relaciones sociales también se afectarían y tareas básicas como cuidar del hogar y la familia resultarán dificultosas.

7. Comportamientos de evitación

Las conductas evitativas son otra variable a atender cuando una persona en duelo necesita intervención. Es frecuente que ver cómo es incapaz de asumir responsabilidades, cancela planes o rehúye de numerosas actividades. No pueden comprometerse en nada porque su mente está en otro lado, debido a que el dolor emocional por la pérdida lo colapsa todo.

Los duelos complicados o desorganizados cursan con frecuencia con ideas suicidas.

8. Deterioro de la salud

Es importante estar pendiente de esa persona que lleva sobre sus espaldas el peso de una pérdida más o menos reciente. No hay que dejarla sola, porque es posible que surja un progresivo deterioro de su salud, sobre todo si lidia con un duelo congelado o disfuncional. En estos casos, hay alteraciones en la alimentación, en el sueño y, quizás, trastornos somáticos.

9. Ideación suicida

Trabajos como los realizados por el Instituto Americano de Terapia Cognitiva destacan cómo los pensamientos suicidas podrían aparecer en experiencias de duelo. Es un aspecto que no se debe descuidar. Es necesario estar pendientes. Tanto si tienes estas ideas o crees que le rondan a alguien de tu entorno que atraviesa un duelo, no dudes en solicitar ayuda.

¿Cómo intervenir si ves estas señales en alguien cercano?

Por mucho que quieras ayudar a quien sufre, por mucha energía que dispongas a prestarle o medios a poner en sus manos, el paso adelante lo tiene que dar el doliente. A continuación, conoce una serie de estrategias útiles en estos casos.

  • Plantea a esa persona la opción de pedir ayuda especializada.
  • Sugiérele acudir primero a su médico de cabecera, para que le explique cómo se encuentra.
  • Si lo considera necesario, el médico le dará un tratamiento y derivaría después a un psiquiatra o psicólogo.
  • Para lograr una atención más rápida, aconséjale a esta persona pedir cita a una consulta psicológica privada.
  • Insiste en que no le dejarás solo, que puede confiar en ti para lo que necesite durante todas las fases del duelo.
  • Coméntale que también existen terapias de grupo donde puede compartir sus sentimientos con otras personas que pasan por lo mismo.

Para concluir, es cierto que los duelos son vivencias normales por las que toda persona pasa en algún momento. Sin embargo, quedar congelados en un duelo no resuelto es una experiencia con prevalencia en un 10 % de los casos, acota un estudio de la Revista Española de Anestesiología y Reanimación. No dudes en apoyarte en tu entorno cercano y solicitar terapia psicológica.

Valeria Sabater.

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