Arturo Pérez-Reverte es, sin duda, uno de los autores más reconocidos y exitosos de la literatura contemporánea en lengua española. A lo largo de su carrera, ha logrado construir un imperio literario que no solo le ha otorgado reconocimiento, sino también una importante fuente de ingresos. Dicen que la literatura ya no da mucho dinero, pero eso no va con Pérez-Reverte, que ha construido una gran fortuna con sus relatos y también con sus inversiones, sobre todo inmobiliarias, un clásico patrimonial.
Fortuna más que suficiente para invertir
Aunque no se conocen cifras exactas sobre la fortuna de Arturo Pérez-Reverte, es posible hacer una estimación aproximada teniendo en cuenta sus ventas acumuladas, las regalías por derechos de autor y los ingresos derivados de las adaptaciones de sus obras. Los últimos datos estiman que Pérez-Reverte podría haber vendido unos 27 millones de libros a nivel mundial, lo que, aplicando un promedio de 2 euros por libro, equivaldría a unos 54 millones de euros en regalías solamente.
Ya en 2010 el diario Expansión publicaba una estimación de la fortuna de Pérez-Reverte, que por entonces se calculaba en unos 29 millones de euros.
A esta cifra habría que sumarle los ingresos por las adaptaciones de sus libros y los derechos de autor adicionales por las traducciones, lo cual podría elevar el total a una fortuna que supera los 50 millones de euros. Recuerda que son cifras estimadas, ya que los contratos de derechos de autor y las regalías exactas son datos confidenciales. Con una fortuna así, es normal adentrarse en inversiones, y un clásico es el inmobiliario, algo que casa perfectamente con la forma de ser de Pérez-Reverte. Seguro que no te le imaginas comprando criptomonedas o invirtiendo en una startup tecnológica, aunque nunca se sabe
Acumulación de patrimonio: de las hojas al ladrillo
Pérez-Reverte ha optado por invertir parte de su fortuna en el mercado inmobiliario español, al no ser persona de adentrarse en negocios, bolsa o cualquier otra especulación. Aunque no existen detalles públicos sobre propiedades específicas, es común que personalidades con altos ingresos destinen parte de su capital a bienes raíces, aprovechando la estabilidad y rentabilidad a largo plazo que ofrece este sector.
Lo único que se sabe es que gestiona propiedades inmobiliarias a través de dos sociedades: Alatriste y Pequod SL, con sede en Bilbao. Sabemos que su inversión está en el ladrillo porque el objeto social de estas compañías están enfocadas a la gestión de propiedades inmobiliarias.
También, como es bien conocido porque lo señala en muchas de sus declaraciones, es propietario de un velero donde navega habitualmente por su mar Mediterráneo, ya que sigue viviendo donde nació, en Cartagena (Murcia). Es un navegante empedernido y marinero de vocación, como él mismo dice. De hecho, el nombre de una de sus empresas, Pequod, no está al azar, ya que es el nombre del barco de la novela Moby Dick.