Cómo olvidar a alguien con quien no tuviste nada

A menudo, el amor no correspondido puede afectar la manera en que te ves a ti y a tu autoestima. Te explicamos qué herramientas serán de utilidad en estas vivencias tan delicadas.

Hay un tipo de dolor emocional del que apenas se habla. Es una herida abierta tras una historia que quedó solo en un epílogo, en sueños truncados y en esperanzas perdidas. ¿Cómo sanar el vacío de un amor no correspondido? ¿Cómo olvidar a esa presencia que despertó en ti infinitas ilusiones? Son vivencias recurrentes y que construyen un tapiz de emociones que cuesta digerir e integrar.

Sientes tristeza, melancolía, desesperanza y hasta rabia. «¿Qué hice para no gustarle?», «¿qué hay en mí para que se alejara o no me quisiera?», te preguntas con frecuencia. Lo primero que vale la pena entender es que estas experiencias no se olvidan, pero se pueden integrar en la memoria sin el peso del sufrimiento.

Ten presente que los hilos del rechazo suelen dejar huella en tu identidad y tu autoestima. Es necesario reparar ese paisaje interno dañado que, a veces, deriva en trauma. Sí, volverás a tu normalidad e incluso a enamorarte de nuevo sin sentir la espina clavada de un afecto no correspondido. Pero tienes que cicatrizar esa lesión invisible que no sabes cómo aliviar. Te enseñamos algunas estrategias.

1. Realiza el duelo

Para olvidar a alguien con quien no tuviste nada, la clave no está en borrar a esa figura tan especial de tu mente. Lo logras al procesar dicha vivencia, aceptarla e integrarla de forma adecuada en tu memoria. Esto se consigue de una única manera: debes llevar a cabo un duelo emocional por esa persona a la que no podrás tener en tu vida.

Lo complejo de estas realidades es que solemos minimizar o reprimir lo que sentimos. Al no llegar a tener una relación real, no sabemos muy bien cómo procesar lo vivido. Al fin y al cabo, no es ni siquiera una ruptura. Es una decepción, una ilusión perdida, algo que nunca tendrá presencia. Es por ello que el primer paso siempre es entender que el dolor que sientes es legítimo. 

¿Qué puede ayudarte?

Dedica tiempo a reflexionar sobre cómo te sientes, sin restarle importancia. Deja paso a cada emoción, a la tristeza, la frustración, la añoranza, la desilusión… Puedes escribir en un diario todo lo que experimentas y compartir con alguien de confianza esa realidad por la que transitas. Esto ayuda a liberar sentimientos y permite que, poco a poco, los asimiles.

2. Lleva a cabo un cierre simbólico

Aunque no hubo un final claro porque no existió una relación o vinculación afectiva formal, crear un cierre simbólico es una técnica útil para tu cerebro. Piensa que este órgano necesita dar sentido y significado a todas las vivencias, y nada le resulta más estresante que quedarse atrapado en los «qué hubiera pasado si…». Debes convencerle de que esa historia ya finalizó.

¿Qué puede ayudarte?

Escribe una carta que nunca enviarás a esa persona. En ella, expresa todo lo que sientes, lo que esperabas de la relación y cómo te afectó no haberla tenido. Sincérate, abre tu corazón y facilita un buen desahogo emocional. Luego, destruye ese papel como un gesto de liberación. Esto puede contribuir a dar un cierre mental.

3. Redefine tu autoestima

Uno de los trabajos más clásicos sobre el amor no correspondido lo llevó a cabo el psicólogo social Roy Baumeister, de la Universidad de Harvard en 1993. En él señalaba que el 98 % de nosotros viviríamos alguna vez esta experiencia. Asimismo, explicaba en esta investigación que son vivencias angustiosas que por lo general impactan de forma significativa en la autoestima.

No solo te sientes roto/a y decepcionado/a, además, es frecuente experimentar vergüenza y creer que hay algo malo en ti. La psicología evolutiva interpreta ese sufrimiento, al que quedamos supeditados, como un miedo primario. Nos asusta sentir en piel propia la exclusión y el rechazo; más en el aspecto afectivo. Lo vivimos como una amenaza y una devaluación del yo.

¿Qué puede ayudarte?

Entiende que eres más que tus relaciones. Tu identidad no está determinada por el interés que otra persona tenga en ti, ni por las parejas que tengas o las historias sexoafectivas vividas. Recuerda cada día que las ilusiones truncadas no dicen nada de ti. Lo que te define es lo que haces, lo que te apasiona, lo que se te da bien y el valor de quererte a ti en los instantes más difíciles.

4. Reconoce posibles patrones

Phillip Shaver es un profesor de psicología en la Universidad de California, conocido por dirigir el Laboratorio de Apego para Adultos. Uno de sus trabajos más destacados es Attachment Theory Expanded (2023), escrito junto a Mario Mikulincer. Algo que señala en sus investigaciones es que enamorarse de alguien con quien al final no tienes nada, puede responder a un patrón.

Por ejemplo, si tus cuidadores se vincularon contigo a través de un apego inseguro, es muy posible que sigas sintiendo cierta necesidad de acercamiento hacia figuras que no terminan de estar disponibles emocionalmente para ti. Son dinámicas inconscientes que, en muchos casos, nos hacen repetir una y otra vez decepciones y fracasos relacionales.

¿Qué puede ayudarte?

Toma conciencia de qué tipo de personas te han atraído hasta el momento y valora la posible existencia de un patrón. Trabaja en desarrollar la seguridad en ti y en una adecuada independencia emocional. Ten en cuenta que las figuras que no saben apreciarte, cuidarte, darte presencia y cercanía, lo único que harán es abrir más tus heridas.

5. Deconstruye la idealización

Una razón por la cual es difícil olvidarte de alguien con quien no tuviste una relación, es la tendencia a la idealización, las expectativas que tienes. La mente rellena los vacíos con cualidades que uno desearía ver en la otra persona, creando así una imagen irreal. Es más, la angustia emocional que provoca el rechazo, puede hacer que, en ocasiones, te obsesiones mucho más con ese hombre o mujer.

¿Qué puede ayudarte?

Haz una lista de las cualidades reales de la persona, incluyendo aquellas que te generan dudas, que no llegaste a conocer o que no son perfectas. Asimismo, es saludable también que tomes distancia física y digital de él o ella. Esto incluye dejar de revisar sus redes sociales, limitar conversaciones y evitar lugares donde puedan encontrarse.

6. Reorienta tu energía hacia ti

Si alguien a quien deseabas, te atraía o amabas, se alejó o te rechazó, el dolor puede ser muy abrumador. Tal y como describen en un artículo de Social Neuroscience, estas experiencias tienden a provocar tristeza, ansiedad, aislamiento social… Si percibes que te estás acercando a este precipicio emocional, te favorecerá cambiar el foco de tus pensamientos a otra parcela psicológica.

Hablamos del autocuidado. Aunque no te des cuenta, llevas tiempo dejándote de lado y es necesario redirigir toda esa energía psicoemocional hacia ti. Mírate con compasión y trátate del mismo modo que tratas a tu mejor amigo. Tu mente te quiere de vuelta, necesitas encontrar nuevos alicientes para ti e ilusionarte otra vez.

¿Qué puede ayudarte?

Invierte tiempo en actividades que te hagan sentir bien contigo. Comienza nuevas rutinas, como salir a pasear por la naturaleza, aprender algo nuevo, reconectar con amigos o incluso conocer a otros. Céntrate en mejorar tu vida diaria, intereses que te ilusionen y metas que te emocionen.

7. Cambia narrativas

En lugar de ver esta experiencia como un fracaso o una pérdida, trata de redefinirla de manera más positiva y saludable. Cambia tu narrativa interna para procesar esa vivencia desde un prisma de aprendizaje y autoconocimiento. Aunque esa historia no llegara a nada, vale la pena avanzar para crear nuevos capítulos que, sin duda, serán mejores.

¿Qué puede ayudarte?

Reflexiona sobre lo aprendido de esta vivencia. Escríbete una carta y hazlo en un tono afectuoso, constructivo y resiliente. Dale un significado a todo lo sentido y cambia esas narrativas internas apegadas a la tristeza o la sensación de fracaso, para insistirte en que ese hecho solo ha sido un pequeño capítulo de tantos otros que te faltan por redactar.

¿Cuánto tiempo tardarás en olvidar a esa persona?

En caso de que navegue en ti la duda sobre cuánto tiempo te costará no recordar lo que sientes, lo cierto es que no hay una respuesta clara. Ten en cuenta que el tiempo, por sí mismo, ni sana ni te hace olvidar. Lo que de verdad repara y ayuda son las estrategias que apliques a lo largo de ese duelo emocional. 

Cada persona es un universo y en cada mente y corazón habitan unas necesidades y características propias. Si este tipo de experiencias son un patrón en ti o notas una gran desregulación y sufrimiento emocional, solicita ayuda especializada. Hay decepciones que trazan heridas traumáticas y traumas pasados que te hacen vivir ciertas cosas de manera más estresante. No dudes en buscar apoyo.

Sanarás la historia que no pudiste escribir

Las personas estamos «hechas» de las historias que vivimos y de las que no llegaron a ser nada. Ambas cuentan y edifican aprendizajes que terminas integrando en ti. Por ello, para dar paso a nuevas etapas vitales, es necesario soltar no solo a esa persona que habita en tu mente, sino también a la idea de lo que podría haber sido.

Al dejar ir esa sombra, las tristezas se higienizan, las ilusiones frustradas se sanean con el fin de dejar espacios a otras esperanzas más válidas. Así que hazlo, realiza tu duelo y lleva a cabo un cierre emocional que te aporte paz. Tienes por delante muchas páginas que llenar de nuevas vivencias, esas que reforzarán tu amor propio para cerrar heridas que, poco a poco, dejarán de doler.

Valeria Sabater.

Deja una respuesta