¿Es España una potencia turística también para las personas con discapacidad, el turismo inclusivo? Charlamos con Francisco J. Sardón, presidente de la federación miembro Impulsa Igualdad Castilla y León y la confederación Impulsa Igualdad España, para salir de dudas. La conclusión es que España es top 3 también en este tipo de turismo, pero que «no lo sabemos vender».
Se da la curiosa circunstancia de que otros países menos preparados para este tipo de turismo, como Estados Unidos, venden muy bien su producto, aunque, a la hora de la verdad, ciudades emblemáticas como Nueva York no estén a la altura en servicios inclusivos. Nos falta reforzar esa estrategia vital porque «no lo hacemos del todo bien», como señaló.
Hay excepciones como Levante, que se ha convertido en un referente del sector en este turismo; y dentro de la zona destaca Benidorm, que Sardón define como un «icono», un ejemplo de accesibilidad que fue recompensado en la última Feria Internacional de Turismo en Madrid (Fitur) en este apartado dentro de los premios Fitur4All, gracias, en parte, a sus más de cien recursos certificados por TUR4all, creada por Impulsa Igualdad.
TUR4all es una agencia especializada en el turismo para personas con discapacidad, que ofrece de forma directa la información y servicio para unas vacaciones y visitas, con todo lo necesario para este colectivo. Era una petición expresa de los clientes que ya es una realidad.
Impulso y lucha continua
Sardón hace un repaso a los últimos años, a los avances de organismos públicos y empresas privadas al respecto y en qué situación estamos actualmente. Una voz más que autorizada, elegido recientemente presidente autonómico del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), que ha ido delegando poco a poco a Impulsa Igualdad estrategias y acciones, asesorando además a la Secretaría de Estado de Turismo. Hay planes estratégicos para Castilla y León, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana o Málaga.
Esperan que muchos sigan la estela de Levante en general o de Benidorm en particular, ya que asegura que ese premio en Fitur de la ciudad alicantina ha sido fruto en parte de las recomendaciones y previsiones que ellos aportaban, que «se convertían en datos».
El termómetro actual
Comenzamos la charla analizando la situación actual. Para Francisco J. Sardón se ha conseguido mucho en materia de igualdad, pero queda también mucho por hacer.
Hay que atender a un colectivo muy numeroso si se suman las más de 300.000 personas con gran discapacidad; los casi 4 millones con discapacidad y, sumando a familiares, el colectivo sumaría más de 7 millones de personas en España y casi 140 millones en la Unión Europea, sumando a los mayores de 65 años.
El camino en los últimos 30 años ha sido positivo, pero los problemas de accesibilidad no se han solucionado ni mucho menos. Tanto la iniciativa pública como privada tiene aún un largo camino, aunque la situación de hoy no tiene nada que ver con la falta de hoteles, billetes e información en general que se producían tres décadas atrás.
Desde el punto de vista público, hay acuerdos con comunidades, ayuntamientos o el IMSERSO, con 35 tours cada año para personas con discapacidad. Así, este colectivo puede disfrutar de destinos perfectamente adaptados e inclusivos.
Un camino sin final
Ahí empezó su trabajo la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física, PREDIF, con dos frentes claros: guías informativas y sensibilización del sector turístico. Así surgieron hace 25 años los alojamientos, zonas verdes o museos más accesibles, para la oportuna consulta y planificar viajes.
Sardón apunta que, el margen de los derechos y del asunto moral, el sector poco a poco se ha ido dando cuenta de las ventajas comerciales, contribuyendo a la vez a un turismo de mayor calidad genérica. Para Sardón, el mercado turístico español está derivando hacia el low cost, con todo lo que implica para la inestabilidad del sector, los menores ingresos y la abaja de calidad, que se va todo retroalimentando.
Un turismo muy fiel y que demanda calidad
Francisco Sardón puso de manifiesto que esa fidelidad y demanda de calidad supone además una ventaja para el sector turístico, ya que ambos factores siempre acaban reportando a medio y largo plazo un beneficio mucho mayor.
El turista con discapacidad viaja además mucho, fuera de temporada y no demanda los canales típicos, sino actividades más variadas y culturales. Si, ante la mayor exigencia por perfil y por sus específicas necesidades, se le da un buen servicio, es casi seguro que repita, que vuelva o que incluso convierta esas vacaciones o escapadas en habituales.
Aparte de esa fidelidad, Tur4all da otros datos muy significativos que demuestran que son unos clientes, además, de lo más rentables para el sector: el 96% van acompañados y gastan un 28% más que el resto.
El problema del sobrecoste
Francisco Sardón señaló también una circunstancia que, en parte, es consecuencia de la Ley de Accesibilidad Universal de 2017, que obliga al sector turístico a ciertas normas de accesibilidad pero no para todos, centrados solo en los hoteles de cuatro y cinco estrellas, y los edificios de Patrimonio Nacional.
Todo ello hace, aparte de otras consideraciones como tener que coger vehículos más caros adaptados, que el turista con discapacidad tenga que gastar de media un 25% más en sus vacaciones por no poder alojarse en hoteles de tres o menos estrellas. Por eso insisten mucho en la mayor implicación de las Administraciones Públicas en adecuar una oferta turística más inclusiva en todos los ámbitos, órdenes y territorios.