¿Estás enamorado? Descubre los síntomas emocionales y físicos que lo indican

Es cierto, a veces puede ser algo complicado saber si lo que sientes es amor o simple atracción. Si estás ahora mismo en esta encrucijada, te ayudamos a decodificar las señales.

Una de las «maquinarias» psicobiológicas y emocionales más fascinantes y misteriosas es el amor. La neurociencia aún no ha podido definir con exactitud qué sucede en nuestro cerebro cuando nos enamoramos. Sabemos, por ejemplo, que se desencadenan infinitos procesos, como el aumento de la dopamina, activando los centros de recompensa, como sucede con cualquier adicción.

Deseo, motivación, obsesión, idealización, necesidad de proteger al otro… La mente cambia cuando aparece en tu vida alguien especial que secuestra tu atención. De hecho, el enamoramiento cursa con notables síntomas o cambios psicofísicos capaces de volver tu realidad del revés. Dejas de comer, duermes menos, estás más nervioso/a, etc. Estamos seguros de que te encantará saber más sobre este tema.

¿Qué siente una persona cuando está enamorada?

El amor es una pulsión, una necesidad biológica que define al ser humano y que «florece», por así decirlo, en el cerebro. Ahora bien, a este órgano fascinante, en ocasiones, le cuesta discernir qué le está ocurriendo. «¿Lo que siento es amor o es solo atracción física?». Aunque parezca llamativo, son muchas las personas que no saben con certeza si están o no enamoradas. Clarificamos la sintomatología, a continuación.

Síntomas emocionales

A la hora de describir los síntomas del enamoramiento es esencial empezar por la piedra angular: las emociones. Si hay algo que notarás en aumento son los niveles de ansiedad, los cambios de humor, los nervios arremolinándose en el estómago cuando estás cerca de él o ella. Toda esa mezcla de sensaciones está dominada por un complejísimo cóctel de neuropéptidos y neurotransmisores.

A su vez, como destacan en Indian Journal of Endocrinology and Metabolismestos mecanismos emocionales que erigen el amor romántico tienen como objeto motivar la conducta para lograr una vinculación, es decir, conseguir una pareja. Te describimos las características más recurrentes asociadas a esta primera esfera:

  • Celos: el cerebro enamorado no puede evitar muchas veces sentir preocupación al pensar que quien te gusta esté con alguien que no eres tú.
  • Empatía intensa: otro de los síntomas comunes del enamoramiento es experimentar una sensibilidad especial hacia los sentimientos, problemas o necesidades de esa persona.
  • Ansiedad: ¿sientes mariposas en el estómago? Pues en realidad es ansiedad, inquietud o nerviosismo por los sentimientos que albergas hacia ese alguien especial y que empiezan a hacerse más notorios.
  • Miedo al rechazo: pocas cosas pueden ser más desoladoras que ser rechazados, que no sientan el mismo deseo, atracción y afecto que uno experimenta por la otra persona. Esta es una emoción que te visitará con frecuencia también.
  • Idealización: ¿quién no lo ha hecho alguna vez? Nada es tan común como aplicar este sesgo mental cuando alguien te gusta. Poco a poco solo te centrarás en ver las cualidades positivas de esa persona, hasta el punto de minimizar los defectos.
  • Esperanza y optimismo: cuando te enamoras, florece en ti una indefinible sensación de esperanza y positivismo. No es que lo veas todo de color rosa, es que el amor te hace ver la realidad de un modo más resiliente, confiado e ilusionante.
  • Euforia: al principio no sabes muy bien a qué se debe esa energía interna, esa mezcla de alegría, inquietud, motivación y ansia. Lo que sientes es euforia, es decir, una activación general de tu estado de ánimo al estar cerca o pensar en dicha persona.
  • Entusiasmo desbordante: casi sin saber cómo, en ocasiones, te domina un entusiasmo repentino capaz de hacer que te sientas más vivo/a que nunca y que tu realidad sea más luminosa. Aunque al cabo de las horas esa energía emocional decae.
  • Inseguridad: esta es otra de las emociones más recurrentes y difíciles de regular. En ciertos instantes estás radiante y feliz, pero al poco surgen las dudas sobre si eres suficiente para esa persona que te atrae, si valdrá la pena dar el paso o si vas a sufrir de nuevo como te sucedió en tu anterior relación.
  • Apego emocional: este término se nutre de la teoría de John Bowly y define la necesidad de vinculación afectiva que tenemos. En esta primera fase de enamoramiento notarás ese impulso por lograr una cercanía más íntima, por conocer aspectos más privados de esa persona, te preocuparás más por su bienestar, por saber cómo se siente, cuáles son sus sueños, aspiraciones, etc.

Síntomas conductuales

Una de las figuras más relevantes en el estudio del amor y enamoramiento es la antropóloga norteamericana Helen Fisher. En su libro Por qué amamos (2007), señala qué respuestas desencadena el cerebro en esos momentos. Un ejemplo de ello es la dopamina y la epinefrina, dos combustibles biológicos capaces de alterar tu conducta de muchas maneras. Veamos a detalle:

  • Gestos de afecto y cuidado: un efecto recurrente es la aparición del deseo de proteger, cuidar y buscar el contacto físico a través de gestos sencillos, como caricias.
  • Imitación y sincronía: puede resultarte curioso, pero las personas enamoradas imitan sin darse cuenta los gestos del otro, así como sus posturas y patrones de habla.
  • Comportamientos altruistas: cuando estás enamorado/a, no dudas en hacer lo que sea por ese alguien. Tanto es así que, a veces, realizas sacrificios personales solo por ver feliz a dicha persona.
  • Cambio de apariencia: es muy común que intentes mejorar un poco más tu apariencia física con tal de resultarle más atractivo/a, por lo que habrá una tendencia a comprar ropa nueva, probar peinados diferentes, etc.
  • Necesidad de estar cerca: buscas cualquier oportunidad para estar cerca de la persona que te interesa. Inventas excusas para verle, inicias conversaciones de cualquier tema, le envías mensajes haciéndole propuestas…

Síntomas fisiológicos

Cuando te enamoras, el circuito de recompensa de tu cerebro se hiperactiva. Esto hace que experimentes una amplia variedad de respuestas físicas y emocionales, como el corazón acelerado, los nervios en tu estómago, el insomnio, la sudoración al estar cerca de quien te gusta, por mencionar algunos. Revisémoslos más:

  • Palmas de las manos sudorosas: tu sistema nervioso simpático está más activo que otras veces, lo que produce sudoración en tus manos o incluso en otras partes del cuerpo.
  • Sequedad en la boca: molesta y te hace sentir incomodidad. La razón de que esto suceda está en que la excitación y el nerviosismo pueden inhibir temporalmente la producción de saliva.
  • Temblor en las manos o voz temblorosa: la ansiedad o la intensidad emocional suelen causar temblores leves, en concreto en manos o en la voz, debido a los efectos de la adrenalina.
  • Rubor facial: ¿te sueles ruborizar cuando estás cerca de quien te atrae o te gusta? Esta señal está relacionada con la dilatación de los vasos sanguíneos y el aumento del flujo de sangre en la piel.
  • Pérdida de apetito: el enamoramiento te puede llevar a una disminución temporal del apetito, debido a los altos niveles de dopamina que actúan como un estimulante y reducen la sensación de hambre.
  • Dificultad para dormir: el aumento en la producción de dopamina y norepinefrina también puede causar insomnio. El motivo está en que estos neurotransmisores están asociados con la excitación y la hiperactividad mental.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca: cuando estás cerca de esa persona, tu corazón tiende a latir más rápido. Ocurre, sobre todo, por la liberación de adrenalina y noradrenalina que preparan al cuerpo para una respuesta emocional intensa.
  • Sensación de «mariposas en el estómago»: este síntoma es una respuesta orgánica de la ansiedad de la que te hablamos más arriba. Lo que sucede desde un punto de vista fisiológico, es que aparece una disminución del flujo sanguíneo en el sistema digestivo debido a la excitación del sistema nervioso simpático, lo cual provoca una sensación de vacío o movimiento en el estómago.

Síntomas cognitivos

El amor también modifica tu mente, te hace un poco más obsesivo/a y te invita a fantasear, a crear imágenes de lo más tórridas y apasionantes. Todo ello son pequeños matices que componen el lienzo del enamoramiento humano. También sucede lo siguiente:

  • Distorsión del tiempo: cuando estás con el chico o chica en cuestión, el tiempo se percibe diferente. Los momentos a su lado parecen un suspiro; pero si estás lejos, las horas y los días son más difíciles de sobrellevar.
  • Pensamientos obsesivos: una característica clave del enamoramiento es la dificultad para dejar de pensar en esa persona. Esto se debe a un aumento en la actividad de la dopamina, la cual crea un bucle para ti donde tus pensamientos están fijados 24/7 en quien te gusta.
  • Fantasías y planificación futura: las personas enamoradas generan más pensamientos relacionados con el futuro, como planes de vida en común o escenarios imaginados con quien aman. Estas fantasías y proyecciones son una forma de autorrefuerzo emocional y de motivación.
  • Déficit de atención hacia otras personas o actividades: toda tu atención está orientada en una sola dirección: ese alguien especial. Apenas puedes evitarlo, pero te cuesta ser productivo/a y mantener el foco en lo que no sea él o ella, por lo que quienes más te conocen notarán que te pasa algo.
  • Pérdida de objetividad: el amor puede hacer que tengas algunas dificultades para percibir y evaluar de manera objetiva a ese chico o chica que ocupa cada vez más tu corazón. No puedes evitar verle a través de las lentes doradas de la idealización, en las que todo lo que hace, dice, expresa o decide es perfecto.

¿Qué diferencia hay entre enamoramiento y atracción?

En este punto, es muy probable que te preguntes si lo que sientes es amor o solo atracción. Bien, lo cierto es que ambas esferas aparecen juntas en muchos casos. Como indican en Human Brain Mapping, la atracción suele ser el primer paso o la motivación inicial para desarrollar después una relación.

Ahora bien, en ocasiones no se traspasa esa línea y nos quedamos en el terreno del deseo, del impulso sexual y la simple atracción. Para diferenciar esos dos escenarios, te desarrollamos las claves básicas:

  • Cuando hay amor: es una realidad psicobiológica y emocional más profunda y compleja. El amor implica un compromiso afectivo intenso que no se limita a una simple respuesta física y sexual (que también está presente), sino que incluye una fuerte conexión emocional, un compromiso y el deseo de construir un proyecto o un futuro en común.
  • Cuando solo es atracción: este estado suele ser de corta duración y se caracteriza por una respuesta biológica e instintiva, alejada de la conexión emocional. De este modo, uno pone la mirada en las cualidades atractivas del otro, como su apariencia física, tono de voz, comportamiento o incluso en sus intereses, actitudes o inteligencia. La atracción es una respuesta superficial que puede surgir de manera rápida y apagarse en poco tiempo.

Enamorarse: entre la felicidad y los miedos

Es posible que, tras leer estas señales, llegaras a la inevitable conclusión de que estás perdidamente enamorado/a. Tal experiencia emocional se acompaña con frecuencia de una lista infinita de dudas: «¿Me corresponderá la otra persona?». «¿Qué pasará si no le gusto?». «¿Y si esta historia fracasa al igual que mis otras relaciones?»…

Sentir miedos e inquietudes cuando te enamoras es normal y comprensible. Pero no te quedes tras ese muro de inseguridades. El amor es algo que siempre valdrá la pena y, por ello, requiere de tu valentía y autoconfianza. Recuerda, además, que el amor que merece la pena es aquel que entiende el lenguaje de la reciprocidad, la confianza, la ternura y la complicidad.

Valeria Sabater.

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