Por muy decidido que estés a evitar el divorcio, no puedes controlar lo que quiere tu cónyuge ni cómo se comportará durante el proceso. A veces, las características de tu pareja que le empujan a solicitarlo son las mismas que pueden hacer que el proceso sea desagradable, largo y costoso, según Lois M. Brenner, abogada de divorcios de Nueva York.
«Muy a menudo, vienen a verme personas casadas con un sociópata o un narcisista y me dicen que fueron víctimas de un bombardeo amoroso y que no tenían ni idea de quién era esa persona», explica Brenner a Business Insider.
Brenner, que interrumpió por un tiempo su carrera de abogada para convertirse en asistente médica, ahora utiliza sus conocimientos sobre los trastornos de la personalidad para ayudar a sus clientes a protegerse durante la separación.
Brenner compartió algunos de los mayores errores que la gente comete a lo largo del proceso de divorcio, incluso antes de decidir separarse.
No hablan de dinero antes de casarse
En general, muchos expertos (incluidos los abogados especializados en divorcios) hacen hincapié en lo importante que es hablar de las finanzas antes de casarse.
«Cuando estás saliendo con alguien, probablemente no te va a hablar de sus deudas, así que eso es un poco difícil de detectar», apunta Brenner. A menos que tengas una intuición increíble, no sabrás cuánto gasta o ahorra tu pareja a menos que habléis de ello.
Si hay un claro desequilibrio en los ingresos o los bienes, «probablemente sea una buena idea» llegar a un acuerdo prenupcial. Además, el proceso os permitirá comprender mejor lo que cada uno aporta, como las deudas que podrían complicar el divorcio.
No se implican lo suficiente en el acuerdo prenupcial
El mero hecho de firmar un acuerdo prenupcial no te salva de problemas económicos en el futuro.
«Cuando veo un acuerdo prenupcial de unas 54 páginas, me doy cuenta de que le han quitado un número considerable de derechos a una persona casada», apunta la abogada. «A menudo, un abogado se limita a asegurarse de que la otra persona no consiga nada».
Pero en algunos casos, como el de las madres que dejan de trabajar para criar a sus hijos, no obtener nada del acuerdo prenupcial supone una desventaja en caso de divorcio.
Su consejo a las parejas es que hablen de lo que quieren en el acuerdo prenupcial antes de acudir a sus abogados, de modo que conozcan bien el acuerdo. Si una persona se niega a hablar de los detalles, considérelo una señal de alarma, añade.
No conocen sus derechos en el proceso de mediación
Brenner indica que algunas personas son demasiado generosas en el proceso de mediación porque los mediadores no pueden dar asesoramiento jurídico ni tomar partido. Como resultado, una pareja puede ceder más bienes de lo que cree.
Brenner matiza que cuando se la contrata como mediadora, a veces recomienda a los clientes que acudan a otro abogado para que les ayude en el proceso «para que el otro cónyuge no les pisotee».
Toman grandes decisiones sin hablar con su abogado
Cuando un cliente considera divorciarse, Brenner generalmente comienza con una consulta exhaustiva.
«Realmente es necesario tener una idea de lo que es posible en un divorcio», aclara Brenner, como conocer un rango realista de manutención conyugal si se tienen hijos.
Las discusiones profundas son importantes porque también evitan que cometas errores que pueden costarte derechos en el futuro, como mudarte o no permitir que tu cónyuge vea a sus hijos sin una orden judicial.
Pasan por alto acuerdos postnupciales
Brenner cree que los acuerdos posnupciales pueden tener algunos beneficios, especialmente si consideras que podrías querer divorciarte pero aún no estás listo para hacerlo.
Cuando un cliente parece ser víctima de abuso o manipulación emocional, podría sugerir un postnupcial «para que puedan llegar a un acuerdo decente mientras tienen la influencia de la otra persona que quiera seguir casada».
Luego, una vez que estés seguro acerca del divorcio, el acuerdo puede facilitar el proceso y ofrecer un mejor trato.
Prolongan el divorcio a propósito
Brenner cuenta que con frecuencia ve a los clientes (o sus cónyuges) prolongar el divorcio con el fin de castigar a la otra persona.
«Están enfadadas porque el otro cónyuge no quiere seguir casado con ellos, por lo que harán todo lo posible para vengarse«, sostiene. «Parte de eso consiste en alargar el proceso de manera que cueste mucho dinero y requiera mucho tiempo; eso es realmente insoportable».
Todavía no comprenden el comportamiento de su cónyuge
Si bien no siempre puedes saber que estás saliendo con un narcisista o un empático oscuro mientras estás en medio de tu relación, te debes a ti mismo aprender más sobre tu pareja durante el proceso de divorcio,según Brenner.
«Si sabes a qué te enfrentas, es más fácil que no se aprovechen de ti», apunta. Ella recomienda leer libros y acudir a terapia para superar comportamientos rencorosos o impredecibles.
Cuanto antes empieces, mejor. «Mucha gente me dice: ‘Oh, leí este libro sobre el narcisismo y me di cuenta de lo que estaba pasando'», comenta. «Estar informado sobre estas cosas es realmente fundamental».