Para que una relación sea sana y satisfactoria debe cubrir las necesidades, deseos y preferencias de sus miembros. Descubre tus no negociables.
Estar en una relación de pareja puede ser una experiencia maravillosa, siempre y cuando se haga de una forma consciente. Es decir, teniendo en cuenta que la unión debe nutrir y aportar a ambas partes, y que no debería ser una fuente de sufrimiento. Para que sea posible, es necesario identificar tus no negociables en una pareja, esas líneas rojas que nunca se deben traspasar y esos ingredientes que resultan imprescindibles para ti.
Estos no negociables no son una lista de exigencias para el otro. No son una serie de peticiones que tú le trasladas a tu pareja para que cumpla, o unas condiciones que le impones. Por el contrario, son los puntos que tú debes tener claros a la hora de seleccionar un compañero, y por lo que has de regirte a la hora de decidir si continuar o finalizar una relación.
En definitiva, no se trata de conseguir que el otro se amolde a tu lista, sino de que tú mismo seas fiel a ella y tomes decisiones coherentes al respecto. Con esto claro, vemos en qué consisten estos puntos y cómo puedes identificar los tuyos.
¿Qué son los no negociables en una pareja?
Como decíamos, los no negociables son aquellos puntos que sí o sí deben estar presentes para que puedas disfrutar de una vida compartida. Algunos de ellos son comunes, ya que se trata de principios básicos de humanidad, respeto y convivencia (aunque en ocasiones los pasamos por alto). Otros, en cambio, son individuales y hacen referencia a la escala de valores de cada persona.
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Así, comencemos viendo algunos ejemplos de estas líneas rojas que nunca deberían cruzarse:
Sinceridad
La honestidad es fundamental para forjar la confianza en una pareja, para poder sentirnos seguros y vinculados. Si la otra persona miente, oculta información o la distorsiona, esto puede generar elevados niveles de estrés y mantenerte constantemente alerta.
Así, los celos y la desconfianza se instalan y el sufrimiento se hace más presente que el disfrute. Para que esto no ocurra, la sinceridad ha de ser una máxima que se respete siempre.
Respeto
El respeto implica la consideración hacia el otro y se manifiesta tratándole con dignidad y valor. Así, las agresiones físicas o verbales, las humillaciones, el chantaje o las amenazas no deberían tener cabida en el vínculo. Tampoco la indiferencia o el menosprecio.
Independientemente del contexto (incluso en medio de una discusión) y del grado de compromiso que se tenga, siempre mereces ser tratado con humanidad y no deberías aceptar menos.
Empatía
La empatía hace referencia a la capacidad para conectar con el mundo mental y emocional del otro; para salir, por un momento, de nuestra propia perspectiva y tratar de comprender la de la pareja. Este es un ejercicio fundamental que no siempre realizamos, pero que es imprescindible para vincularnos emocionalmente.
En una relación, debes sentirse escuchado, atendido, acompañado y apoyado. Es importante que la otra persona sepa validar tus emociones, que no las minimice y que se quede a tu lado incluso en tus momentos más bajos. Aunque esto parezca un logro o un privilegio, es un asunto básico cuya ausencia no deberíamos tolerar.
Asertividad
Por último, a la hora de escoger un compañero deberíamos priorizar la madurez emocional y las habilidades comunicativas. La persona con quien compartas tu vida debería saber expresar sus opiniones, necesidades y deseos cuando sea necesario hacerlo y de forma apropiada; debería estar dispuesta a escuchar, negociar, ceder y resolver los conflictos con calma. Esta habilidad evitará malentendidos, discusiones y frustraciones ocultas que terminan desgastando la pareja.
¿Cuáles son tus no negociables?
Ahora bien, más allá de estos básicos, hay otros que son exclusivos de cada persona. Estos dependerán de tu escala de valores, de tus necesidades y preferencias personales. Sin embargo, no se trata de caprichos, sino de aquellos elementos que realmente necesitas encontrar en otra persona para sentir afinidad y poder construir en común.
Algunos de los puntos más importantes a revisar pueden ser los siguientes:
Lenguaje del amor
Cada persona expresa y desea recibir el amor de una forma diferente. Hay personas muy físicas, otras que anhelan y agradecen las palabras de afirmación y otras que expresan su afecto facilitándole la vida a su compañero.
Es importante identificar cuál es tu lenguaje del amor y comunicárselo a tu pareja, así como conocer el suyo. Piensa que hay muchas maneras de demostrar amor, y conocer las preferidas por los dos hará que os sintáis queridos.
Ideología
La ideología es un punto que puede unir o dividir a una pareja; por esto, es conveniente buscar un compañero sentimental que se encuentre en una sintonía similar. Una persona muy lógica y científica probablemente va a terminar chocando con alguien muy espiritual. Y lo mismo sucede con las ideologías políticas o religiosas.
Compromiso y tipo de relación
En este punto pueden contemplarse aspectos como el grado de compromiso que deseas en tu relación y el tipo de vínculo. No es lo mismo una pareja monógama que una abierta, una unión libre a corto plazo o una relación formal con vistas a futuro.
Determina qué deseas y necesitas al respecto, qué te sirve y te funciona, y asegúrate de que la persona con quien estés tenga las mismas expectativas y propósitos que tú.
Valores y estilo de vida
Por último, podemos plantearnos qué estilo de vida nos gustaría que tuviese la persona con quien vamos a vincularnos. Es posible que prefieras a una persona tradicional, familiar y casera o una libre, viajera y desenfadada. Tal vez para ti es importante que el otro sea ambicioso y dedicado a sus proyectos profesionales, o que sea saludable y priorice el cuidado de su cuerpo.
Quizá para algunas personas esto no sea relevante, pero para otras puede marcar la diferencia a la hora de admirar a la pareja y congeniar con ella. Por esto, si este es tu caso, no temas clarificar estos puntos y buscar a alguien que se ajuste a ellos.
Los no negociables en una pareja marcan el camino
Te animamos a que te tomes tu tiempo para identificar tus no negociables. Además de poder ser más claro con el otro, el proceso te ayudará a conocerte mejor y a saber qué buscas, deseas y necesitas en una pareja; además, tendrás una referencia clara para ser selectivo, y no vincularte a cualquier persona por la que sientas cierta atracción o afinidad.
Tus no negociables te ayudarán, si los tienes presentes, a no consentir formas de relación que en realidad no quieres. Y también te acercarán a una unión más plena y satisfactoria, tanto para ti como para la otra parte. Por ello, tenlos siempre en mente y, cuando veas que no están siendo cubiertos, toma las decisiones oportunas sin miedo.