Por qué tenemos recuerdos falsos, según la ciencia

Escuchas a un familiar o un amigo relatar un suceso que habéis vivido juntos pero tú no lo recuerdas de esa forma. No es nada extraño ni estás perdiendo la memoria. La ciencia le ha puesto nombre a este fenómeno que se conoce como «teoría de la representación borrosa».

Los recuerdos están unidos a componentes multisensoriales como olores, sentimientos, sonidos, texturas o emociones. Julia Shaw, psicóloga del University College de Londres, ha explicado en el programa Life Scientific que los recuerdos son más complejos cuantos más componentes externos incluyen.

Al revivir una experiencia propia, necesitas conectar todos los elementos y las sensaciones implicadas, ha asegurado Shaw. Esto genera una compleja red de conexiones neuronales que puede inducir a errores en la asociación de eventos y sensaciones.

¿Por qué siento que el recuerdo es real?

Los recuerdos no son un registro exacto de la realidad, sino que el cerebro recopila todos los componentes multisensoriales para darles sentido. Por tanto, no solo recordamos aquello que queremos, sino aquello de lo que tenemos conexiones.

En cierto sentido, somos lo que recordamos, pero las conexiones neuronales no siempre son correctas y los recuerdos pueden trastocarse con el paso del tiempo. Esto se debe a la facilidad para moldearlos.

Julia Shaw ha comparado los recuerdos con la arcilla en un artículo publicado en la BBC: puedes coger una pieza, moldearla de todas las formas posibles, unirla a otra y crear una figura totalmente nueva.

El estudio ha llegado a la conclusión de que el cerebro humano puede crear recuerdos falsos en base a experiencias reales y los elementos externos que los rodean. De hecho, el cerebro reconstruye una historia mediante las conexiones neuronales para completar un suceso.

Nunca podemos estar totalmente seguros de si un recuerdo es verdadero o reconstruido, pero esto no debe preocuparnos, asegura Julia Shaw. El cerebro está optimizado para navegar entre los recuerdos del presente y el presente.

Los falsos recuerdos terminan siendo una muestra más de inteligencia, ha demostrado el estudio de Shaw. Este fenómeno no solo es común, sino que permite llegar a nuevas ideas o soluciones en base a historias pasadas cuyos elementos se han juntado de forma determinada.

Claudia Pacheco

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