5 instintos que no debes ignorar

Ser seres racionales no debe privarnos de utilizar valiosos recursos como la intuición o el instinto. Te mostramos por qué escuchar y atender a tus sensaciones para ser más feliz.

Los seres humanos somos animales racionales, capaces de usar la lógica y el pensamiento en lugar de guiarnos por impulsos. Esto nos ha permitido avanzar y evolucionar en diferentes aspectos, tanto a nivel individual como social. Sin embargo, con frecuencia caemos en el error de ser excesivamente mentales y olvidamos que disponemos de otros valiosos recursos para funcionar en el día a día. Por ello, queremos recordarte algunos instintos que no debes ignorar.

Los instintos van mucho más allá de beber cuando tenemos sed o luchar cuando estamos en peligro. En realidad, son todos aquellos impulsos interiores que provocan una emoción y una acción sin necesidad de que medie la razón. Así, son reacciones naturales que favorecen la supervivencia y el bienestar.

Con el tiempo, y con la socialización que recibimos, aprendemos a ignorar y desestimar muchos de ellos. En ocasiones, pensamos que guiarnos por la intuición o las sensaciones nos hace débiles o poco inteligentes. Sin embargo, y por el contrario, si logramos hacer uso de estos recursos, nuestra vida puede mejorar notablemente.



Algunos importantes instintos que no debes ignorar

Los siguientes instintos que no debes ignorar pueden llegar a ti como sensaciones, impulsos o intuiciones. Todas las personas los experimentamos en distintos momentos, aunque puede que te hayas acostumbrado a no escucharlos. Por ello, te animamos a prestarles atención a partir de ahora.

Emoción ante una oportunidad

La vida es una constante toma de decisiones y recurrir única y exclusivamente a la razón no siempre es el mejor modo de abordarlas.

En ocasiones, se nos presentan oportunidades que nos emocionan, nos despiertan y nos motivan; sentimos excitación, exaltación y energía hasta que el exceso de razonamiento nos paraliza. Comenzamos a pensar entonces en los contras, a imaginar toda clase de escenarios negativos y resultados desagradables y desestimamos ese impulso inicial.

Si se presenta ante ti una oportunidad, un camino o una idea que se siente alineada a tu propósito, a tus valores o a tus deseos, escucha ese instinto. Puede ir desde mudarte a otro país hasta empezar un emprendimiento; en cualquier caso, aunque sea una opción novedosa o revolucionaria y aunque esté cargada de incertidumbre por salirse de los parámetros más convencionales o de lo que habías planeado para ti, tal vez sea el cambio que tanto habías esperado.

Sensación de malestar y peligro

¿Alguna vez te has sentido en peligro en un determinado lugar o junto a ciertas personas, aunque no puedas explicarlo racionalmente?

Quizá estar junto a tu pareja te genera ansiedad, tal vez ese nuevo empleo te obliga a mantenerte en constante alerta o sientes que salir con tu grupo de amigos te drena la energía. ¿Cómo actuar si no hay un motivo lógico o claramente visible que te lleve a experimentar esas sensaciones?

Aunque no puedas identificar el origen de tus emociones, estas son tu mejor guía; por ello, actúa en consecuencia. Si algo se siente mal, probablemente es porque está mal. Aprende a escucharte y toma medidas al respecto.

Señales corporales

Algunos de los más importantes instintos que no debes ignorar son los relacionados con tu salud física y mental. Parecería obvio pensar que todos somos capaces de identificar cuándo tenemos hambre y cuándo estamos saciados, si necesitamos dormir más o si es preciso bajar el ritmo laboral, pero esto no siempre ocurre.

Nos hemos acostumbrado a vivir como autómatas, regidos por la rutina y no por las señales que nos envía nuestro cuerpo. Así, no logramos identificar si un tipo de alimento nos sienta mal, si una postura inadecuada es la culpable de nuestros dolores de espalda o si el estrés está comenzando a afectarnos.

Afortunadamente, para aprender a identificar estas señales podemos ayudarnos del mindfulness. Estar presentes en cada momento nos permitirá percibir qué sentimos y necesitamos.

Necesidad de comunicación

Las personas no siempre somos tan claras y asertivas cómo deberíamos y podemos llegar a ocultar nuestras emociones con gran maestría.

Así, muchas veces nuestros seres queridos atraviesan periodos dolorosos sin pedirnos ayuda, o sienten ira o disgusto hacia nosotros sin llegar a expresarlo. Esto hace que las relaciones se tornen tensas y confusas, pues es el diálogo es el único modo de lograr una empatía y llegar a un acuerdo.

Paradójicamente, la intuición nos avisa en muchas de estas situaciones de que una conversación es necesaria. Tal vez no tienes pruebas para afirmar claramente que el otro está mal o que ha comenzado a comportarse diferente. Incluso puede que esa persona niegue estar sintiendo nada extraordinario si le preguntas.

Si tu instinto te alerta de que está ocurriendo algo, procura acercarte y dar pie a esa conversación. Finalmente el otro se abrirá y comprobarás cuán necesaria era la comunicación.

Correcto e incorrecto

Por último, si estás decidido a comenzar a vivir con tus instintos e intuiciones como aliados, es importante que aprendas a detectar lo que se siente correcto e incorrecto. No nos estamos refiriendo al plano moral o a lo que es socialmente deseable, sino a lo que se siente acertado para ti.

Volver con una expareja, cambiar de trabajo, escoger una carrera, divorciarse… Todas estas decisiones vitales suscitan dudas y con frecuencia se toman en función del miedo o de las imposiciones sociales. Sin embargo, la elección más adecuada para ti siempre surgirá de dentro, al preguntarle a esa voz interior que se comunica a través de sensaciones.

Algunas personas están naturalmente más conectadas que otras con sus instintos. Sin embargo, si eres muy mental puede que al inicio te cueste acercarte a estas sensaciones y tomarlas en consideración.

No obstante, reconectar con esta parte de ti te ayudará a mejorar tu salud, tu bienestar y tu paz interna. Cuando actuamos en contra de nuestras propias necesidades, aunque sea de forma inconsciente, la carga se acumula y se vuelve más pesada. Date la oportunidad de liberarte.

Elena Sanz

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