¿Eres de los que siempre llega tarde a todos los sitios? ¿El tiempo se te cae encima y todos critican la -supuesta- falta de respeto y responsabilidad? Si es tu caso y desconoces por qué sufres esta particularidad, el siguiente texto te interesará.
¿Eres de las personas que suelen arribar a deshora? Es posible que te veas como el conejo blanco de Alicia en el País de las Maravillas, corriendo con un reloj en la mano rumbo a una cita muy importante. Suele decirse que detrás de esta conducta está la mala organización y poco aprecio al tiempo de los demás. No obstante, los motivos de por qué siempre llegas tarde no solo están ceñidos a tales causas.
Lo que hay detrás de quien se demora en sus compromisos va desde una mala percepción del tiempo, hasta un posible trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Cada quien puede evidenciar unas particularidades que explicarían este incómodo comportamiento.
Buena parte de las personas que frecuentan llegar tarde no lo hacen con intención, ni pasan por alto los sentimientos ajenos. Es un hecho que afecta a su vida y que no siempre saben cómo controlar.
Los retrasos sistemáticos: ¿por qué siempre llegas tarde?
Algunos llegan tarde porque son muy optimistas al estimar el tiempo que les llevará una actividad, aunque sea cotidiana, como ducharse. Se dicen a sí mismos aquello de: «Tengo tiempo de sobra». Sin embargo, antes de que salgan de casa, les han sucedido lo que para ellos son imprevistos y para el resto del mundo son «previstos».
Es evidente que quienes se demoran tienen una pésima gestión del tiempo. Es más, la mayoría no llega tarde de manera consciente para conseguir un efecto, como situarse en una posición superior frente al otro. En absoluto.
Esta es una característica con desencadenantes mentales y comportamentales que, si bien son variados, la ciencia ha estudiado bastante. En ese orden de ideas, las siguientes serían razones de los frecuentes retrasos.
1. Problemas en la memoria de trabajo
La memoria de trabajo u operativa define esa competencia que permite mantener información en la conciencia y manipularla. La utilizas, por ejemplo, durante un cálculo mental. Dicha memoria puede saturarse, como la RAM de un ordenador, y esto influiría en por qué siempre llegas tarde.
¿Cómo ocurre este fenómeno? La persona mantiene en este tipo de memoria pensamientos innecesarios que la distraen a la hora de ejecutar tareas, lo que a su vez hace que vaya más lenta y se tarde.
Una de las mejores estrategias para descargar la memoria de trabajo es establecer rutinas y, para los procesos más complejos, escribir listas; de manera que el papel sea el soporte que ayude a liberar recursos cognitivos para acciones más rápidas.
2. Problemas crónicos en la gestión del tiempo
La Universidad de Washington destacó que el motivo por el que algunas personas que se retrasan de manera sistemática está en su mala gestión del tiempo y en la memoria prospectiva, es decir, la capacidad cognitiva de recordar y planificar acciones futuras. Esta última característica se relaciona con la organización de las tareas próximas.
Hay personas que evidencian claros sesgos a la hora de estructurarse, de calcular el tiempo, de recordar esas actividades que deben cumplir dentro de unos minutos u horas
3. Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
Si te cuestionas una y otra vez «por qué llego tarde», la respuesta podría estar en un déficit de atención. Es un hecho a barajar. Es posible recibir un diagnóstico tardío de TDAH. Cuando esto sucede, se entiende la razón de muchos problemas cotidianos. El no poder llegar a la hora a las citas y compromisos podría tener este desencadenante
La Universidad de Florida resalta en una investigación cómo los estudiantes con un trastorno por TDAH suelen evidenciar esas dificultades para autogestionar tareas y tiempo. Su vida académica y social se ve muy dañada por esta característica.
A menudo, detrás de la impuntualidad está el TDAH, la ansiedad social y el miedo a enfrentar ciertas situaciones.
4. La impuntualidad y el síndrome del retraso crónico
La doctora Diana DeLonzor, especialista en la gestión del tiempo y el comportamiento de la impuntualidad, escribió un libro muy interesante titulado Never Be Late Again: 7 Cures for the Punctually Challenged (2003). En ese trabajo explicó que la impuntualidad derivaría de un síndrome bastante extendido.
Consiste en el retraso crónico, ese que define a quien siente placer o un subidón de adrenalina ante la experiencia de retrasarse. No lo ve como una irresponsabilidad, sino como una forma de vida. Son figuras que intentan hacer más de lo que el tiempo les permite, dejándolo todo para el último momento.
Ejemplo de ello son quienes estudian el día antes del examen, llevados por un pico elevado de adrenalina y motivación. Pero estas conductas no siempre tienen éxito.
5. Tu tiempo discurre de otra manera (los timebenders)
«¿Por qué siempre estoy atrasado, a qué se debe mi impuntualidad?» Hay otro interesante factor y es el hecho de que, para algunas personas, el tiempo transcurre de manera alternativa. La doctora Grace Pace acuñó el término timebenders para referirse a quien suele evidenciar estas conductas y creencias. A continuación, sus características:
- Son optimistas y piensan que siempre tienen tiempo de sobra.
- Evidencian conductas compulsivas(asegurarse varias veces de que está todo cerrado antes de salir de casa, por ejemplo).
- Piensan que la impuntualidad es parte de su personalidad y no algo que podrían cambiar. Prevalece, por tanto, una resistencia a la mejora de sus hábitos.
6. La procrastinación
Existe otra razón de por qué siempre llegas tarde; es la procrastinación. Puede que seas de los que lo deja todo para el último momento y que, casi sin saber cómo, el tiempo siempre se le viene encima. Detrás de la postergación crónica quizás se oculta el miedo o la ansiedad.
Por tanto, puede darse el caso de que tu impuntualidad se deba a esa ansiedad latente que produce acudir a ciertos lugares y enfrentarte a escenarios sociales. Es algo habitual entre quienes sufren fobia social.
Un modo de manejar la impuntualidad es aprender técnicas de gestión del tiempo.
7. Hábitos heredados de tu entorno y por qué te retrasas
La educación moldea y los cuidadores son esas figuras de las que se imitan conductas y hábitos. Es posible que en casa no se diera valor a la puntualidad, que incluso de niño te llevaran tarde al colegio, por mencionar un caso. El entorno es ese primer escenario social del que se adquieren múltiples hábitos y creencias que, más tarde, se repiten en la edad adulta.
¿Cómo desactivar el hábito de llegar tarde?
Retrasarse en las tareas y ser impuntual en las citas y compromisos trae consecuencias; también más de una discusión y puede que hasta un despido. Ser un «tardón crónico» no te beneficia, aunque creas que forma parte de tu personalidad, es posible cambiar. Hay estrategias muy básicas que contribuyen a mejorar tus hábitos, productividad y convivencia.
Un método recomendado para saber por qué siempre llegas tarde, es consultar a un profesional especializado. Como se señaló, es posible que esta característica la desencadene un trastorno de ansiedad o TDAH. Tener un diagnóstico es un buen punto de partida. Otras claves aplicables son las listadas enseguida:
- No posponer tareas.
- Evitar caer en la multitarea.
- Entrenar la memoria y atención.
- Habituarse a tener rutinas y cumplirlas.
- Practicar técnicas de gestión del tiempo.
- Aprender a planificar las cosas con anticipación.
- Ejecutar técnicas para manejar el estrés y la ansiedad.
- Planificarlo todo para llegar 10 minutos antes a tus citas.
- Mantener los entornos ordenados ayuda a no perder el tiempo.
- Tener siempre en cuenta que pueden suceder cosas inesperadas.
Para concluir, si bien es cierto que muchas personas llegan tarde a una cita, no todas lo hacen norma o costumbre. En estos casos, conviene iniciar cambios que cuiden el círculo social en este sentido; con ellos mejorará incluso la visión que se tiene sobre sí mismo.